Cultura

Narran la historia social, política, económica y cultural del Istmo de Tehuantepec

“Historia del Istmo de Tehuantepec” está basado en una investigación de 20 años: Leticia Reina. Se divide en cuatro capítulos: “El territorio y sus pobladores”, “La economía regional”, “La sociedad y la política”, y “La identidad y la cultura”

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Leticia Reina (centro) cuenta que su estudio nació cuando se percató del sentido de autonomía, orgullo y empoderamiento que los indígenas de la región han mantenido desde la época prehispánica.

Leticia Reina (centro) cuenta que su estudio nació cuando se percató del sentido de autonomía, orgullo y empoderamiento que los indígenas de la región han mantenido desde la época prehispánica.

Historia del Istmo de Tehuantepec” es un libro que narra la vida económica, política, social y cultural de dicha región del país que comprende los estados de Oaxaca y Veracruz, relato que la investigadora Leticia Reina reconstruye gracias a referencias antiguas y contemporáneas sobre el papel que jugó el Istmo de Tehuantepec en la historia moderna de México.

Durante la presentación de la obra editada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la autora narró que la investigación le llevó 20 años y que ésta nació cuando se percató del sentido de autonomía, orgullo y empoderamiento que los indígenas de la región han mantenido desde la época prehispánica.

Al respecto, Ricardo Pérez Montfort, historiador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), detalló que el libro se divide en cuatro capítulos: “El territorio y sus pobladores”, “La economía regional”, “La sociedad y la política”, y “La identidad y la cultura”.

“El primer apartado, además de recorrer los antecedentes prehispánicos y coloniales de la región, deja muy claro que el Istmo es una compleja zona semitropical formada por varias microrregiones que se han disputado hegemonías y poblamientos entre herederos novohispanos, haciendas y proyectos de dominio de compañías y propietarios extranjeros, los pueblos originarios zapotecas, huaves, mixes, zoques trataron de resistir por vías legales las presiones foráneas llenando archiveros y notarías”, dijo.

Una de las anotaciones de Leticia Reina, agregó el historiador, es que evidencia que, a lo largo del siglo XIX no hubo cambios en la tenencia de la tierra. “Se crearon problemas legales y conflictos, pero no hubo cambios generalizados en el uso del suelo. Durante el Porfiriato, hacia finales del siglo XIX, fueron pocos los lugares y focalizados donde hubo cambios en la estructura agraria”.

En el segundo capítulo la antropóloga del INAH desglosa los dilemas de la producción y el consumo locales desde los primeros años independientes hasta la formación de grandes haciendas ganaderas y maiceras, y durante la explotación de líneas de comercio internacionales.

“Dedica un subcapítulo a la vía interoceánica con todo su caudal de broncas ingenieriles, comerciales y migratorias. Pocos proyectos de comunicación impactaron tanto a una región en el mundo decimonónico como el ferrocarril transístmico lo hizo en aquella cinturita de la República Mexicana”, expresó.

Sobre el tercer capítulo, Pérez Montfort destacó la identidad zapoteca ya que la autora señala que entre 1861 y 1910 la ciudad de Tehuantepec duplicó su población y Juchitán la triplicó.

“Esta última comunidad (Juchitán) contó con una población indígena de zapotecos del 85 por ciento frente a un 8 por ciento de mestizos y 6.8 por ciento de blancos. Aquí salen aspectos centrales: el peso de sus mujeres como transmisoras de la cultura regional y el proceso de zapotequización de la mayoría de los extranjeros, sobre todo a través del espíritu de lucha e identidad política en favor de la defensa del territorio, mismo que siguen mostrando hasta hoy”, indicó.

El capítulo cuarto, Leticia Reina explora el origen del traje de las tehuanas a partir de crónicas, documentos y grabados del siglo XVIII, así como fotografías del XIX y XX.

“Asoma su mirada desde el siglo XIX hasta llegar al siglo XX, analiza los fuertes intereses económicos externos que hicieron que sus habitantes se convirtieran en una muralla contra cualquier enemigo que fracturase su integridad local. En el Istmo pasó Tina Modotti, Manuel Álvarez Bravo, Sotero Constantino puso ahí su estudio fotográfico, Graciela Iturbide y Flor Garduño”, dijo Rebeca Monroy Nasr, investigadora de la Dirección de Estudios Históricos del INAH.

El volumen.

El volumen.

La investigadora resaltó que la autora consultó el Archivo de la Ciudad de Oaxaca, porque el archivo local se perdió en un incendio, además se auxilió en hemerografía, fotografía y música.

En la presentación, Antonio García de León, historiador emérito del INAH, comentó que antes del tren construido durante el porfiriato, la comunicación del sur de Veracruz y el istmo oaxaqueño era muy difícil. “El corazón de este trabajo es la historia económica sobre las diferentes producciones, una gran autonomía de productores y un empoderamiento de los indígenas zapotecos”.

Colección especial

Delia Salazar Anaya, directora de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, comentó que el libro “Historia del Istmo de Tehuantepec” es una reedición corregida y aumentada, y que pertenece a una colección emblemática para el INAH. “El antropólogo Diego Prieto propuso una colección para los profesores eméritos del INAH y ésta inicia con el libro de Leticia Reina”.