Cultura

La primera marcha del orgullo LGBT en México

Fue el 26 de julio de 1978, cuando una treintena de homosexuales se sumó a la multitud que apoyaba la Revolución Cubana; ahí comenzó la historia de las marchas y el orgullo

Mes del Pride

Primera marcha del orgullo LGBTTTI+ de México

Primera marcha del orgullo LGBTTTI+ de México

Secretaría de Cultura

La primera Marcha del Orgullo LGBTTTI+ en México ocurrió un 29 junio de 1979 bajo el nombre de “Marcha del Orgullo Homosexual de México”, donde participaron una treintena de jóvenes homosexuales en medio de un ambiente hostil contra las personas diversas. 

Por aquellos años, hablar de "comunidad" o "colectivo" era un hecho imposible. En su lugar, la sociedad heteronormada los llamaba "jotos", "maricones", "lilos", "invertidos o "mujercitos"; una minoría que se sobrevivía en la clandestinidad. 

Aquella agrupación se identificó como el Frente de Liberación Homosexual de México y buscaban reivindicar la percepción de aquel grupo minoritario ante la ola de violencia y abusos cometidos en su contra.

Dicha asociación nació a partir de un hecho inédito, registrado por la Secretaría de Cultura, el cual  evidenció el despido de un hombre de una tienda departamental bajo sospecha de ser homosexual. En consecuencia, varias personas iniciaron movilizaciones que fueron apoyadas por estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre ellos destacan Carlos Monsiváis y la dramaturga Nancy Cárdenas.

El contingente partió del monumento a la Independencia y debía marchar sobre Paseo de la Reforma. No obstante, un pelotón de policías desvió a la agrupación por la calle de Lerma para que la población no presenciara el "penoso" recorrido, pues era una época en que nadie quería vincularse a "jotos" o "maricones".

A pesar de la censura el grupo de jóvenes respondió a la intimidación con consignas como “¡No hay libertad política si no hay libertad sexual!” y “¡Sin libertad sexual no habrá liberación social!”. 

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Fernando Huacuz
Marsha P. Johnson en una marcha LGBT

En medio de la euforia y aquel sentimiento de rebelión los jóvenes continuaron avanzando sin saber que estaban sentando un precedente en la lucha por el reconocimiento de los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, travestis, transexuales e intersexuales (LGBTTTI+).

No eran ni mil personas en el contingente, sin embargo, marcharon juntas hasta la plaza Carlos Finlay con la convicción de visibilizar la violencia sistemática de la que eran víctimas y cambiar la narrativa de animadversión por la enunciación de la dignidad.

El 2 octubre de 1979 otro contingente LGBT se unió a la conmemoración del aniversario de la Masacre de Tlatelolco. Con lo cual los frentes LGBT ganaron visibilidad en las protestas sociales.

Organización OIKABETH en marcha LGBT

Organización OIKABETH en marcha LGBT

Archivo Secretaría de Cultura

Luego de este suceso emergieron nuevos grupos LGBT y organizaciones civiles en pro de la visibilidad como Ákratas (1975), Lesbos (1977), Oikabeth (1978), Lambda de Liberación Homosexual (1978), por mencionar sólo algunos. El objetivo principal de estos grupos fue promover discusiones sobre el contexto político en el país y proponer estrategias para desestigmatizar a las personas homosexuales.

Orgullo como sinónimo de disidencia

Hablar de "orgullo" es sinónimo de un movimiento político que surgió para abolir las ideas negativas sobre las personas homosexuales y trans; es decir, hacer frente a los prejuicios que las concebían como patológicas, anormales, amorales y perversas.

De ahí que la principal estrategia fuese exaltar la la diversidad de identidades sexuales para dar un giro de tuerca a las ideas arcaicas que satanizaban y estigmatizaban las preferencias que se salían de la norma del falocentrismo heterosexual.

Stonewall: la llamarada que encendió la revuelta

No podemos hablar de orgullo sin mencionar un momento de la historia sin precedentes como lo fue Stonewall y serie de conflictos que surgieron a finales de la década de 1960 en Nueva York.

Este suceso representa un momento coyuntural para el movimiento de la liberación homosexual. Fue el 28 de junio de 1969 cuando ocurrió una redada policial en un bar frecuentado por personas gay, travestis y transexuales. Las detenciones ocurrían de manera arbitraria pues 

Entre ellas destacó el papel de las activistas Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, quienes conformaron la agrupación STAR o "Acción de Travestis Callejeras Revolucionarias".

Esta poderosa organización acogió alrededor de 50 jóvenes trans, queers, travestis y transexuales, que eran echados de sus casas dada su identidad de género. Asimismo, STAR promovió la visibilidad y el cese de los estigmas contra las personas que vivían con VIH / SIDA.

Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera

Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera

Getty Images

"Nuestro objetivo principal es ver a la gente gay libre, liberada y con los mismos derechos que el resto de personas que viven en América. Nos gustaría ver a nuestros hermanos y hermanas homosexuales fuera de la prisión y de nuevo en las calles. Hay muchos gays travestis que han sido encarcelados por ninguna maldita razón, y la razón por la que no son puestos en libertad es porque no logran hacerse con un abogado o reunir una fianza", comentó P. Johnson en una entrevista.

Stonewall fue una revuelta contra las condiciones de opresión que sufría la comunidad LGBTTTI+ y contra el capitalismo, pues éste último ha llenado sus bolsillos a costa de un movimiento genuino que busca emanciparse de la heteronorma y de los discursos de odio.

​¡La lucha sigue! ¡Existir es resistir!

La llegada de los 80 trajo consigo la gran pandemia del VIH / SIDA que en 1983 registró el primer caso en México. Este hecho provocó que las exigencias políticas viraran hacia la contención de la enfermedad. No obstante, el activismo continuó e incluyó a las personas seropositivas como parte importante del movimiento.

Más de 40 años han pasado desde la primera marcha. Sin embargo, las exigencias políticas continúan, ya que, a pesar de que ya existe la aprobación matrimonio igualitario en gran parte del país, las familias homoparentales, el cambio de  identidad de género y leyes que garantizan los derechos civiles de las personas LGBTTTI+, las áreas de oportunidad aún son muchas.

Lo que es un hecho es que todos los movimientos de liberación LGBT son inherentes a la historia de la sociedad mexicana y continuarán hasta que el respeto no sea una opción, sino una norma contra el odio.