Cultura

“Tres segundos” muestra como la vida nos pone en lugares incómodos: Triana Parera


La artista abre su exposición individual de pintura e instalación en el Museo de la Ciudad de México

entrevista

La artista Triana Parero.

La artista Triana Parera.

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"Tres segundos” es la tercera exposición individual de pintura e instalación de la artista mexicana Triana Parera (Ciudad de México, 1988).

Esta muestra de oscilaciones que pueden suceder en tres segundos en el mundo de las circunstancias se puede visitar en el Museo de la Ciudad de México, a partir de este el 23 de junio y hasta el 23 de septiembre.

“Creo que dentro de la deformidad resulta también una forma al final. Como que te lleva a buscar una estructura”, comenta Triana Parera, respecto de sus piezas, en las que se multiplican rostros deformes realizados con colores intensos.

Con esta exposición cierra la primera parte de esta serie que la artista comenzó a crear en 2020, bajo la curaduría de Norma Barragán. El cuadro más reciente fue concluido hace un par de semanas.

“Todavía faltan. La serie de esta exposición ya está, pero quién sabe que después igual me sigo, no lo sé aún”, considera.

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La muestra.

Para ella, esta propuesta pictórica y la exploración de la deformidad está intrínsecamente relacionadas con la manera en que la vida nos pone en lugares incómodos.

“Te tienes que reestructurar y deformar para muchas veces poder abrazar lo que está pasando. Va por ahí, no es una búsqueda de querer incomodar, más bien… ¿de qué forma te vas a readaptar o reestructurar para poder ver desde otras perspectivas tu contexto?”, ahonda.

TRIANA

“De repente me interesé por pintar, ver qué pasaba con el color y como que se ha ido dando solito”, relata la egresada de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”.

La artista explica que desde la licenciatura ha transitado por el dibujo y la gráfica. A medida que fue explorando aparecieron los medios. Por ejemplo, en esta serie al principio trabajaba con acrílico. “Después me di cuenta que con óleo podía lograr otras cosas”.

En un principio, el interés por la multiplicidad de rostros fue algo muy experimental, a partir de preguntarse si podría conseguir las transparencias deseadas bidimensionalmente.

“O sea, de ver qué sucede. De repente me empecé a interesar mucho más en qué era lo que podía hacer si multiplicaba la misma imagen en un mismo soporte. Cuando empecé a hacerlo no sabía qué era realmente lo que estaba pasando, hasta que seguí, seguí, seguí”.

“Me di cuenta que tenía mucho que ver con movimientos internos, que a veces no les ponemos atención y es como si quisiera capturar ese momento donde te reestructuras y donde te reconoces”, continúa.

Recuerda que al principio trabajaba retratos de una sola persona, pero después se dio cuenta de que nos reconocemos en otros y decidió incluir más personas en un mismo cuadro.

También decidió que quería representar lo que estaba haciendo en sus cuadros de una manera que lo pudiera transitar.

“Como si pudieras explotar la deformación. Me puse a hacer maquetas y dije, ¿qué pasaría? Entonces fue como un juego que se convirtió en esto, que ahora ya me da muchas ganas de empezar a hacer cosas así”, indica sobre la instalación que cuelga en la última sala.

Asimismo, Triana destaca que la utilización de colores llamativos y atractivos es irónica, “es hablar de un movimiento que muchas veces es horrible, pero que, pues con colorcitos muy bonitos es todavía más cómico, ¿no? Como que la vida misma se vuelve un acto simpático”.

El Museo de la Ciudad de México se ubica en Pino Suárez 30 (Centro Histórico, CDMX). Se puede visitar de Martes a Domingo, de 10:00 a 18:00 horas.