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Errores que cuestan una carrera en la NFL

Pateador Justin Tucker

Hace unos días nos sorprendió la noticia de que los Cuervos de Baltimore dejaban en libertad al que quizá es el mejor pateador de la actualidad en la NFL, nos referimos al Justin Tucker, quien por cierto ostenta el gol de campo más largo en la historia con 66 yardas, un logro que tardará mucho tiempo en ser igualado o batido.

La razón, como muchos seguidores de la NFL ya lo sabrán, y los que no, aquí se los explicamos, fue debido a su conducta extra cancha de hace algunos años, específicamente por mal comportamiento en spas donde, presuntamente, solicitaba ciertos favores de las masajistas. Los hechos sucedieron hace más de una década, entre 2012 y 2016

Para no entrar en detalle podemos decir que es algo muy similar a lo ocurrido con el quarterback Deshuan Watson, ese que tras el escándalo de demandas por mujeres que lo acusaban de acoso sexual en masajes, jamás volvió a ser el mismo como jugador, y vaya que era un super estrella.

Inteligentemente, los Cuervos se deshacen de él para no estar relacionados con alguien ya señalado por la sociedad y la justicia, argumentando que su carrera iba en declive al tener la peor temporada de su exitosa carrera profesional (apena conectó el 73% de goles de campo), ubicándose en el sitio 31 de 32 pateadores de la Liga.

Ahora la pregunta es ¿Tucker podrá recuperar el nivel de excelencia que manejó durante 13 años o sucumbirá en la mediocridad o el olvido deportivo como tantos otros que de una manera u otra cometieron errores extra deportivos que les pasaron facturas muy altas como jamás volver a ser las estrellas que fueron?

Lo anterior y más reciente lo atestiguamos en lo que le ha ocurrido a Deshaun Watson que, tras su salida de Houston, su llegada a Cleveland y las múltiples demandas de mujeres en su contra ,no ha podido ser aquel electrizante jugador, y quizá ya no lo será, pues el desgaste mental, además de las lesiones que ha tenido son un obstáculo muy difícil de librar.

En el caso de Tucker está en el mismo dilema, ¿hasta dónde la presión mental le permitiría concentrarse en su trabajo, y más siendo pateador (posición donde la concentración juega un papel fundamental)?

Porque una cosa es cierta, es verdad que la tras la investigación que ha iniciado la propia NFL y dependiendo de la gravedad del asunto podría acarrearle una suspensión, pero es un hecho que recibirá ofertas de varios equipos; es muy bueno como para dejarlo escapar, seamos sinceros y dejémonos de dar golpes de pecho.

ENTRE LA MORAL Y LA HIPOCRESIA

Es cierto que al llegar a este punto del tema entramos en una discusión casi filosófica entre el bien y el mal, pero ¿quién tiene la calidad moral para dictar parámetros del bien y el mal en una sociedad donde el dinero y el sexo son un motor poderoso de la humanidad?

Es cierto, Tucker cometió un error hace más de un década y, ahora, por extrañas circunstancias, sale a relucir públicamente. Cuando eso sucede, a tantos años de distancia es forzoso preguntarse ¿qué hay detrás de todo eso, de tanto silencio por años y de repente cuando este atleta ya es un tipo muy famoso y millonario surgen las demandas?

La situación esta un punto en que todo queda entre una guerra de declaraciones, de fue o no fue cierto, y eso lo sabremos seguramente poco antes de iniciar la temporada 2025. Y ciertamente aquí no estamos para juzgar a nadie por su vida extra deportiva, pero si para preguntarnos ¿qué será de su vida deportiva, si ese error de hace tantos años le costará su carrera o podrá continuar?

Para ser honestos, a Tucker no le hará falta dinero para vivir, ha ganado demasiado en sus 13 años como pateador, sin embargo quedá el ego y las ganas de seguir en la acción pues su talento y capacidad actual es innegable.

IMPERDONABLES

No obstante, no podemos alejarnos de tantos y tantos jugadores que, con un talento especial y un futuro promisorio, echaron su carrera profesional al cesto de la basura al cometer errores garrafales, algunos ciertamente imperdonables como los casos de Aaron Hernandez, ex ala cerrado de Nueva Inglaterra, que asesinó a un hombre a tiros y fue condenado a cadena perpetua; Rae Carruth, ex receptor de Carolina, que conspiró en el asesinato de su novia embarazada y pasó 19 años en prisión; Darren Sharper, ex profundo de Green Bay, Minnesota y Nueva Orleans acusado de violación en diversos estados de la Unión Americana, condenado a 20 años de prisión; Henry Ruggs, ex receptor de Las Vegas, culpable de la muerte de una persona tras accidente en auto por conducir ebrio que le costó 10 años en prisión; Leonard Little, ex ala defensiva de San Luis Carneros, culpable de la muerte de una mujer por conducir ebrio; Lawrence Phillips ex corredor en varios equipos, culpable de diversos asaltos a mano armada y violencia familar que le costaron condena de 20 años de prisión.

AL FILO DEL OLVIDO

Otros que destacan en una categoría aparte son aquellos que por errores estúpidos y en algunas ocasiones hasta involuntarios vieron como se acababa su carrera o casi era el final.

Comencemos por el elusivo quarterback Michael Vick, entonces con Atlanta, que tontamente manejaba una red de peleas de perros con toda la crueldad que ello conlleva. Lo dieron 21 meses de prisión y la NFL lo suspendió de la Liga de manera indefinida. Años después y de mostrar un arrepentimiento total y ayudar a las causas de protección animal, regresó a jugar con Filaldelfia y a muy buen nivel.

Plaxico Burress,ex receptor de Pittsburgh, NY Gigantes y NY Jets, pasó dos años en prisión por posesión de arma tras dispararse de manera “involuntaria” en un pie. Su carrera acabó ahí.

Jon Gruden, ex entrenador de Las vegas, suspendido por la NFL tras una investigación de intercambio de correos racistas, anti gays y misóginos con Larry Allen, alto ejecutivo de los entonces Pieles Rojas de Washington. Su arrepentimiento no le valió el perdón de la Liga y ahora funge como propietario parcial y asesor de los Kats de Nashiville en el Footbal Arena One. Aun asi, en el tema de Gruden valdría la pena para otra ocasión abordarlo y señalar a un sociedad y círculo de gente hipócrita que actuó de manera premeditada contra él.

Y quizá uno de lo más tontos de todos, es el caso del talentosísimo Johnny Manziel, ex quarterback de Cleveland. Lo tenía todo para ser una estrella en la NFL, pero su indisciplina, su alcoholismo e irresponsabilidad y falta de respeto absoluto hacia el deporte lo llevaron ser un desecho que nunca pudo siquiera intentar un retorno decente.

Más recientemente, están los casos de Kareem Hunt, ex corredor del Kansas City y Tyrek Hill, receptor de Kansas y Miami, ambos por violencia doméstica. Los dos, aunque fueron suspendidos por sus equipos, regresaron pronto a la NFL. Hunt, con todo y su video donde se muestra maltratando a una mujer, fue contratado por Cleveland. Hill, quien salió de Kansas, fue tomado por Miami.

Sin más, lo anterior nos muestra que no importa cuan famoso o poderoso se es para caer en un error que puede costar caro. La fama, el dinero y la arrogancia no llevarán a nada bueno y eso fue lo que sucedió en estos casos de los muchos que han de existir.

Y aunque todos estos jugadores, que son personas con una formación universitaria, hay que aceptar que en muchas ocasiones carecen del sentido común de la vida para actuar de manera lógica y congruente.

ENDEREZANDO EL CAMINO

Después de una ola de situaciones realmente embarazosas en cuanto al comportamiento de los jugadores, la NFL tomó cartas en el asunto y comenzó a organizar cursos de orientación social para los jugadores, algo muy necesario para gente que con apenas veintitantos o treintaitantos años, que ya son millonarios y creen que pueden hacer lo que quieran sin recibir crítica o castigo alguno.

No en vano, la NFL ha instaurado premios como el Man of the Year donde se destaca la labor social que hacen los jugadores en sus comunidades, dando valor humano a las acciones de estos atletas que a veces son vistos como meros gladiadores o muñecos de video juego, lo que conlleva de manera automática a un proceso de despersonalización.

Es cierto que siempre ha habido excepciones, de exjugadores que supieron encausar sus vidas, su dinero, su profesión o pasión, casos muy específicos son los de Roger Staubach, icónico ex quarterback estrella de los Vaqueros de Dallas, quien fundó y dirige su empresa de construcción Staubach Inc. Dicha empresa fue una de las responsables del rescate y remodelación del actual World Trade Center en la Ciudad de México; Tom Brady, ex quarterback estrella de Nueva Inglaterra y Tampa Bay, que se convirtió en copropietario minoritario de los Raiders de Las Vegas; Pat Mahomes, actual quarterback de Kansas City, quien es actualmente inversionista de los Reales de Kansas City en el beisbol, y copropietario de equipos de futbol soccer Sporting de Kansas City de la Major League Soccer y las Currente de Kansas City de la Liga Femenil.

La realidad es que todo dependerá de la formación de cada uno, y de las oportunidades que sean aprovechadas o no, y por sólo mencionar algunos ahí esta el caso de los hermanos Manning, Peyton y Eli, quienes fundaron su escuela Manning Passing Academy o hasta Jeff García, ex quarterback de San Francisco con algunos buenos años en los 49ers, quien también abrió su escuela de pasadores Jeff Garcia Academy.

Por eso es vital tener una visión de largo alcance en la vida, carecer de ella puede ser muy cruel y frustrante, como el caso de Brett Favre, quien su conferencia de prensa del retiro se puso a llorar cuando aceptó que no sabía que haría de su vida en adelante, pues toda su existencia lo único que había hecho era jugar football. Una escena desgarradora, pero real.

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