Deportes
'Para entender el deporte...'

Dr. Mario Antonio Ramírez Barajas

El fenómeno Mateo en el deporte

La victoria tiene cien padres, mientras que la derrota es huérfana.

Juan Antonio Gaya Nuño

El efecto bola de nieve del éxito

En el mundo de los deportes de alto rendimiento, hay una fuerza invisible que parece empujar a los ganadores hacia más victorias, mientras que los perdedores se ven arrastrados en una espiral descendente.

El llamado "Efecto Mateo" es un concepto sociológico que toma su nombre de una cita bíblica del Evangelio según San Mateo, versículo 13:12, que dice: "Porque al que tiene, se le dará y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado".

La frase describe un fenómeno en el que quienes ya poseen ciertos recursos o ventajas suelen acumular más beneficios y oportunidades, mientras que quienes tienen menos recursos o logros previos tienen más obstáculos para progresar.

Este principio se ha observado en diversos ámbitos de la sociedad, como la educación: los estudiantes más aventajados reciben más atención; la economía: las empresas más grandes tienden a crecer más; y el deporte, donde los atletas y países con más victorias previas suelen obtener más patrocinios y recursos.

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Ilustración AI

Abordar las desigualdades sistémicas

Comprender el ‘Efecto Mateo’ es importante para identificar y abordar las desigualdades sistémicas que pueden perpetuarse en diferentes contextos.

Imaginen la escena: un joven atleta procedente de un pequeño país gana una medalla de oro olímpica en una disciplina menor. De repente, su humilde origen se ve eclipsado por el brillo dorado del reconocimiento internacional. Los patrocinadores se pelean por vincular su marca a este nuevo ídolo, las puertas de los centros de entrenamiento de élite se abren de par en par, y su nombre se convierte en un imán para la atención mediática.

Una ventaja que se autoperpetúa

Mientras tanto, su rival, quien quedó a solo unas centésimas de segundo del podio, regresa a casa con las manos vacías. Los apoyos brillan por su ausencia, los recursos para su entrenamiento se ven mermados, y su sueño olímpico parece cada vez más lejano.

¿No es esta una cruel ironía? Aquellos que ya han probado las mieles del triunfo se ven recompensados con aún más facilidades y oportunidades, mientras que los menos afortunados deben lidiar con escasez de medios y falta de apoyo. El fenómeno Mateo se convierte así en un círculo vicioso, una profecía autocumplida que perpetúa las desigualdades.

Países bendecidos con la maldición del oro

Incluso a nivel de naciones enteras, el fenómeno Mateo dicta su ley implacable. Los países que históricamente han cosechado más medallas olímpicas se convierten en imanes para el talento deportivo, atraen mayores inversiones y ven multiplicarse sus opciones de seguir triunfando.

Por otro lado, aquellas naciones que rara vez han saboreado el néctar del oro quedan atrapadas en un ciclo de escasez de recursos, falta de instalaciones y dificultades para desarrollar a sus promesas deportivas. El éxito engendra más éxito, mientras que el fracaso se convierte en un lastre del que es difícil zafarse.

En última instancia, el fenómeno Mateo nos recuerda que, en el deporte, como en la vida misma, las ventajas iniciales pueden marcar una diferencia abismal a largo plazo, aun así, no tiene que ser una sentencia inapelable. Sus fuerzas pueden ser desafiadas y redirigidas a nuestro favor.

Salir de la espiral de escasez

Tomemos el ejemplo de esos atletas quienes, pese a las carencias y las derrotas iniciales, lograron reescribir su destino a pura fuerza de voluntad y perseverancia y vieron en el revés una oportunidad para replantearse, reinventarse y salir de la espiral de escasez fortalecidos.

  • Esos son los verdaderos campeones que le plantan cara al fenómeno Mateo y lo obligan a trabajar a su favor.

Solo desafiando las inercias podremos crear un deporte donde el fenómeno Mateo sea un incentivo y no una condena.