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Purdy, a ese que odian, llegó al Super Bowl

Ser el tercer mariscal de campo más joven que iniciará un Super Bowl (24 años de edad), no está mal para Brock Purdy, un chico que desde que llegó a la NFL, y que por variadas circunstancias se hizo de la titularidad como quarterback de un equipo ofensivo y popular, no ha dejado de tener muchos detractores que lo quieren ver como un oportunista y un jugador sobrevalorado.

Las críticas han sido a tal grado que una y otra vez han dudado de su capacidad y han minimizado su trabajo al frente de la ofensiva de los 49ers de San Francisco, llamándolo administrador de juego o una simple pieza a la que denominan como mariscal de sistema.

Pues para todos esos agrios críticos de Brock Purdy, la noticia es que llevó a su equipo al Super Bowl 58 en Las Vegas a disputarse el próximo 11 de febrero.

Brock Purdy

Brock Purdy

Desde la mitad de la temporada han menospreciado su trabajo, su talento, su esfuerzo y hasta sus números que esta campaña lo pusieron entre los tres finalistas para el prestigiado premio de Jugador más Valioso de la temporada, al lado de Lamar Jackson de Baltimore y de Christina McCaffrey, su compañero y corredor estrella en San Francisco.

Con altibajos, como todos, incluso las luminarias las tienen, Purdy manejo la ofensiva de San Francisco de manera pulcra, sobria y efectiva; y para los que lo llamaron una pieza más en un ataque plagado de estrellas, la respuestas sería que por ahí han desfilado otros que si fueron seleccionados como primeras selecciones colegiales, con grandes atributos atléticos, como Trey Lance, quien a pesar de recibir muchas oportunidades y hasta un descarado favoritismo del mismo coach, Kyle Shanahan, jamás logró tener los argumentos para hacerse de la titularidad, al grado de ser negociado a otro equipo (que les vaya a bien a los Vaqueros que no sé que le vieron).

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Los detractores argumentaron que lo hecho por Purdy el año anterior sólo fue el resultado del momento, de la casualidad y la sorpresa, y que este año sería notorio su verdadero nivel; pues bien, aquí esta su real nivel: llevó a su equipo al Super Bowl.

Porque se diga lo que se diga de lo difícil que fue para los 49ers avanzar en esta postemporada, fue Purdy quien los llevó hasta el Gran Juego. Contra Green Bay se lo devoraron sus críticos al señalar que jugo espantoso y que le quedaba grande el juego. Al final él fue quien lideró la última serie ofensiva para avanzar al Juego de Campeonato de la NFC. Nadie hizo mención o lo ignoraron de manera premeditada que la intensidad de la lluvia era tal que no permitía tener un buen agarre del balón, y más para un jugador como Purdy de manos pequeñas.

Ya en el encuentro por título de la NFC contra Detroit, y con una defensiva que ha perdido efectividad, fue la ofensiva con Purdy la que debió sacar el juego.

Pero no sólo eso, sino más allá de un plan de juego, fue la determinación y coraje de este chico que, lejos de caer en pánico, tomó el balón y con sus escapadas consiguió lo que se necesitaba en momentos muy apremiantes. Fueron acciones de un jugador que quiere ganar, que a pesar de no ser el súper mariscal corredor de doble amenaza como un Lamar Jackson, movió a su equipo.

Muchos dijeron que Purdy no estaba a la altura de Jackson en la discusión del MVP de la temporada, que era un chico inflado, sin embargo, a esos críticos habría que preguntarles ¿qué hizo Lamar Jackson para evitar la derrota de Baltimore ante Kansas City, y qué si hizo Purdy para llevar a San Francisco al próximo Super Bowl? Podríamos decir simplemente: saber definir.

Al arrancar los playoffs un veterano analista de ESPN llamado Ryan Clark fue cruel al señalar que Purdy no tenía cabida entre los mariscales de calidad de la Liga; y en el colmo del odio, una ex directora ejecutiva de los Raiders, de nombre Amy Task, se atrevió a decir que en la postemporada estaba un grupo de buenos quarterbacks y Purdy, haciendo alusión a que Brock no pertenecía a dicha elite.

Bueno, hay que señalar que la señora Task era una eminencia en los asuntos legales del equipo al laborar en ese departamento, más no así en conocimiento a nivel de campo o toma de decisiones. ¿Alguien la recuerda?, no lo creo.

Y aunque Purdy salió a declarar que cada quien puede opinar lo que guste pues de algo tienen que trabajar, fueron varios de sus compañeros los que salieron a su defensa.

Brandon Aiyuk y George Kittle, receptor y ala cerrado, respectivamente, demostraron su apoyo al comentar que no sólo es un buen mariscal, sino que les gusta su liderazgo, su capacidad y su manejo de la ofensiva. Aiyuk fue más puntual al señalar que no basta tener un arsenal de armas ofensivas si no existe quien les mande los balones, “y Brock lo hace de gran manera para nosotros”.

No obstante, los dos mejores cumplidos los recibió de Trent Williams, el tacle izquierdo, y de Johnny Lynch, el gerente del equipo. Williams fue tajante y mortalmente sincero contra buscadores de talento o scouts de la NFL, al asegurar que mucha gente está en contra de Brock porque rompe con todas esas metodologías de los buscadores para hallar talento. Williams les clavó un puñal de verdad al cuestionar que “¿entonces dónde quedó toda esa ciencia y experiencia de estas personas para detectar a un talento como Purdy?

“Lo que los enfurece es que Brock es la muestra de que quizá no están haciendo bien su trabajo y dejan pasar oportunidades como ésta, y eso les pega en el ego de su experticia en estos asuntos de selección”.

Lynch, por su parte, fue claro y directo al decir que hay jugadores que quizá sin tener un gran juego se las arreglan para ganar y sacar al equipo adelante cuando más se necesita, “y Brock lo hizo ante Green Bay, estuvo en su mejor versión cuando más lo necesitábamos”.

Todo lo anterior es verdad, y lo hecho en la segunda parte del juego ante Detroit fue muestra.

Porque hay que ser sinceros: con el bajo nivel que ha mostrado la defensiva de los 49ers bajo la tutela de Steve Wilks, este juego fue ganado por el ataque, aunado a los errores estratégicos de los Leones, que, de una u otra manera, son parte del juego.

Ahora Purdy y los 49ers están en el Super Bowl; saber si lo ganarán quizá dependerá en gran medida de que la defensiva logre levantar el nivel al que una vez estuvo, porque para enfrentar a Pat Mahomes se requiere una gran defensiva, y Wilks lo único que ha demostrado es casarse con una sola idea sin modificaciones o ajustes pertinentes.

Lo que por el momento nos concierne es que Purdy llevó a los 49ers al Super Bowl, a donde muy pocos creyeron que lo lograría, y que ahora, con argumentos y resultados calla las bocas de quienes lo siguen etiquetando como un administrador de juego.

¿Y DÓNDE QUEDÓ EL SUPUESTO MVP?

La victoria de los Jefes de Kansas City sobre los Cuervos de Baltimore esta vez tuvo otro héroe, pues aunque Pat Mahomes volvió a lucir al hacer jugadas que ponen de manifiesto su nivel muy por encima de los demás quarterbacks de la NFL, esta ocasión las palmas se las llevó Steve Spagonuolo, el coordinador defensivo, que logró frenar a un Lamar Jackson que nuevamente regresó a su nivel habitual, el de escaparse espectacularmente pero errar al momento de definir con su brazo, con sus envíos.

En la medida de lo posible, la defensiva de Kansas forzó a Jackson a ganar pasando, y lo puso en una situación incómoda, porque más allá de su pase de anotación después de escurrirse a los defensivos, su juego aéreo dejó mucho que desear.

Spagnuolo, con su material humano, que no es del otro mundo, planteó una buena defensa que Jackson no logró descifrar.