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Quarterbacks veteranos, ¿una real solución para ganar?

Me pregunto si la receta de contratar a un mariscal de campo veterano sigue siendo una solución real para ganar un título de manera casi instantánea o fueron casos aislados en su momento.

Si, cuando Denver firmó hace ya más de 10 años a Peyton Manning le salió redondo el trato y no sólo hizo de los Broncos un equipo contendiente de manera instantánea, sino que los llevó a dos Super Bowls y les ayudó a triunfar en uno, la edición 50.

Años más tarde, Tampa Bay repitió la fórmula y no le fue mal con Tom Brady, un título y ser un escuadrón contendiente también de manera inmediata, casi como por arte de magia. Si, de esas dimensiones.

Sin embargo, conforme han transcurrido los años recientes nos damos cuenta de que quizá fueron dos sucesos aislados, de esos que se dan cada determinado tiempo o que tal vez serán irrepetibles.

UNA ARRIESGADA INVERSIÓN

Y pensé en tal situación después de los que vimos con Aaron Rodgers en los Jets de Nueva York, y Russell Wilson con los mismos Broncos de Denver, que intentan repetir lo hecho con Manning.

Russell Wilson

Russell Wilson

TW Russell Wilson

Rodgers quedó fuera de la temporada en la primera semana, y la realidad es que su reemplazo, Zach Wilson, demuestra una vez más que no es la solución. Ante Dallas dejó ver su nulo desarrollo que ha tenido en la Liga: tres intercepciones y una declaración que pone de manifiesto su inocencia cuando señala que tras su actuación sabe que tiene que mejorar. Por favor, aunque nadie lo diga, la oficina de los neoyorkinos y el mismo entrenador Robert Saleh han de estar ya pensando en ir en una dirección diferente.

Nadie lo aceptará en Nueva York, pero saben que sin Rodgers, los sueños, ya no de un título, sino de ser contendientes, se esfumaron.

Pero la verdad es que uno de cuestiona: ¿Realmente esperaban magia de un veterano de casi 40 años que hacía tiempo no ganaba nada importante?

Sencillamente, los dueños de los Jets apostaron a comprar una estrella quarterback para ganar ya, en vez de desarrollar a un talento, y ahora se dan cuenta de que ni una ni otra cosa podrán lograr, al menos en el corto plazo.

SEGUNDAS PARTES NUNCA FUERON BUENAS

Con los Broncos parece ser la misma situación, y aunque Wilson está mucho mejor físicamente que Rodgers, parece que no ha brindado ese plus que en su momento dio Manning a los Broncos desde el inicio. En Denver se la pagó una millonada a Wilson y aunque la culpa no es toda de él, sin querer ya tiene en sus hombros la presión de responder con resultados después de la metida de pata del entrenador Sean Payton al criticar abiertamente a su antecesor y asegurar que él si haría de Denver un equipo de playoffs, y ciertamente con un inicio de 0-2 comienza a ser complicado, sobre todo porque la tensión irá cada vez más en aumento en caso de no llegar los resultados. No se puede pasar por alto que las dos derrotas han sido como local y ante equipos que ciertamente están por debajo de los Broncos, al menos en el papel.

MENTORES DE QUARTERBACKS

Y es entonces cuando llegamos a un punto vital, a veces no basta con llevar a un super estrella, sino tener quien lo siga guiando para sacar lo mejor que le quede de su carrera, es decir, que el staff de coacheo tenga talento para desarrollar quarterbacks.

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Es cierto que en Nueva York no sabemos si eso iba a suceder con Rodgers, pero fue una apuesta atrevida por un jugador que desde hace unos años se ve que ya no disfrutaba del juego y quizá continuaba por el orgullo de saberse un estelar en la posición.

Aun así, ¿qué hay de su entrenador en los Jets? Robert Saleh es netamente defensivo, muy bueno por cierto, pero toda la labor de mantener a Rodgers en el camino se lo encargaría a Nathaniel Hackett, el antiguo coordinador ofensivo que tuvo Aaron en Green Bay, y que ciertamente no le hizo ser un super dotado ya en los últimos años.

En Denver pasa lo mismo con Sean Payton. Es verdad que es un gran entrenador de mentalidad ofensiva, pero ¿qué hay de su talento para desarrollar mariscales de campo? Después de todo, cuando tuvo a Drew Bress en Nueva Orleans, no lo formó, lo tomó llegado de San Diego y Bress ya era Bress. Lo cierto es que Payton nunca ha logrado hacer un mariscal propio, nunca pudo desarrollar a uno que fuera el real sustituto de Bress en los Santos. Entonces, ¿qué esperan en Denver? Pues que simplemente haga lo mismo que con Bress en Nueva Orleans, que le saque EL jugo que le queda, pero al parecer no se le dan las cosas como él quisiera.

La fórmula del veterano pasador funcionó en los casos de Denver con Manning y Tampa Bay con Brady porque existió alguien que comprendió exactamente lo que debía hacer con ellos. Con los Broncos, el coordinador ofensivo Adan Gase que montó un sistema acorde con la manera de jugar de Peyton; más tarde la llegada de Gary Kubiak que implantó un esquema donde Manning sólo administrara el juego.

Con los Bucaneros, fue Bruce Arians, el entrenador, quien prácticamente le hizo un menú a la carta a Tom para que pudiera lucir y ganar. Esos son casos que ahora parecen irrepetibles y que harán que los dueños de los equipos se pregunten si vale la pena gastar en contratar un veterano para que los haga ganar de inmediato.

Un caso que nos habla de esa debacle sucede en Los Angeles con los Carneros. Los angelinos pagaron bastante a Detroit por los derechos de Matthew Stattford. El primer año dio resultado bajo el mando ofensivo genial del coach Sean McVay, pero después se cayó el montaje, y McVay parece no estar en posición de desarrollar a un joven mariscal. No lo hizo con Jared Goff cuando lo tuvo, se desesperó y lo mando a Detroit, donde el joven Goff si ha respondido.

UNA NUEVA GENERACIÓN

Así que, sin darle tanta vuelta al asunto, pareciera que esos días de llevarse un veterano mariscal y pensar que será la mágica solución para ganar de manera instantánea han acabado, y la respuesta a eso es que los equipos que ahora son vanguardia en la Liga son los que en su momento apostaron por jóvenes y talentosos pasadores como Kansas City con Pat Mahomes, Baltimore con Lamar Jackson, Cincinnati con Joe Burrow, Buffalo con Josh Allen, Miami, o los que ahora mismo se la juegan y creen en esa sangre fresca como Miami con Tua Tagovailoa, Pittsburgh con Kenny Pickett, Jacksonville con Trevor Lawrence, los Cargadores de Los Angeles con Justin Herbert, Filadelfia con Jalen Hurts, Washington con San Howell, Chicago con Justin Fields, Green Bay con Jordan Love y San Francisco con Brock Purdy; claro está sin dejar a un lado a esos otros equipos que ya desde ahora dan la oportunidad a sus novatos pasadores como Indianápolis con Anthony Richardson, Houston con C.J. Stroud, Atlanta con Desmond Ridder, o Carolina con Bryce Young.

UN CASO MUY PARTICULAR

Tal vez algunos se pregunten por el acuerdo entre Cleveland y Deshaun Watson, donde la directiva de los Browns pagó un contrato sin precedente de dinero garantizado al ex mariscal estrella de los Texanos. Quizá en este asunto la excusa es que Watson no es un veterano en sus últimos años como en el caso de los ya mencionados, sino un jugador que aún se encuentra en plenitud y con sus mejores años por venir. Sólo el tiempo dirá si valió la pena la millonada que gastó Cleveland en Watson, pero lo que es un hecho es que no hay nada mejor que desarrollar a un jugador, y más un quarterback, en el seno del equipo, un producto propio que traerá éxito y verdadera identidad a su franquicia.