Deportes

De lo subjetivo a lo objetivo

Subjetividad en deportes olímpicos: La gimnasia artística, rítmica, clavados, boxeo, doma clásica, natación sincronizada, skateboarding y surf son ejemplos de deportes donde la evaluación depende en gran medida de la interpretación subjetiva de los jueces.

Clavadistas sincronizados en los Juegos Olímpicos
En los clavados, cada salto es un espectáculo que debe ser desmenuzado y evaluado con la precisión de un cirujano. En los clavados, cada salto es un espectáculo que debe ser desmenuzado y evaluado con la precisión de un cirujano. (Foto. EFE)

La línea entre lo subjetivo y lo objetivo en los deportes olímpicos se desdibuja con frecuencia, como un amanecer que transita suavemente hacia el día. Este fenómeno no es nuevo, pero la irrupción de la tecnología ha comenzado a redefinir estas fronteras, prometiendo una era de mayor precisión y justicia en la evaluación del desempeño deportivo.

La danza de los jueces

La gimnasia artística y la gimnasia rítmica, por ejemplo, son deportes donde la subjetividad reina. Los jueces, con su experiencia y criterios personales, deben puntuar la dificultad, la gracia y la ejecución. En los clavados, cada salto es un espectáculo que debe ser desmenuzado y evaluado con la precisión de un cirujano, pero siempre bajo el prisma de la interpretación humana.

La subjetividad en deportes como el boxeo y la equitación (doma clásica) no es menos compleja. En el cuadrilátero, cada golpe y cada movimiento pueden ser vistos de diferentes maneras, y la puntuación puede variar considerablemente según la percepción del juez. En la doma clásica, la sincronía entre jinete y caballo es evaluada con un ojo crítico que no puede evitar ser subjetivo. La natación artística y el skateboarding, con su mezcla de arte y técnica, presentan un desafío similar: la belleza está en el ojo del observador.

  • Y eso, en ocasiones, se presta para decisiones injustas y sospechas de corrupción.

La revolución tecnológica

Pero la tecnología ha llegado para transformar este panorama. En deportes como el atletismo y la natación, el cronometraje electrónico y los sistemas de fotofinish han eliminado casi por completo la posibilidad de error humano. El ciclismo, con sus sensores de precisión, y el remo y canotaje, con su cronometraje exacto, han seguido el mismo camino.

En esgrima, los trajes y armas están conectados a sistemas electrónicos que registran los toques, asegurando una evaluación precisa y objetiva. El tiro con arco, con sus sistemas que detectan la ubicación exacta de las flechas, y el tenis, con el Ojo de Halcón revisando cada bola dudosa, también se benefician de estas innovaciones.

Un futuro prometedor

El uso de tecnología en deportes donde la subjetividad ha sido la norma no se detiene ahí. El voleibol y el voleibol de playa han incorporado revisiones por video para jugadas controvertidas, y en levantamiento de pesas, los sensores y sistemas de video aseguran que cada levantamiento sea revisado con meticulosidad.

El futuro promete aún más avances. La inteligencia artificial y tecnologías avanzadas podrían proporcionar evaluaciones casi perfectas, reduciendo la subjetividad a un mínimo histórico. La posibilidad de análisis biomecánico en tiempo real y sistemas de puntuación automatizados podría transformar deportes tradicionales en espectáculos de precisión y justicia.

  • La línea entre lo subjetivo y lo objetivo, aunque siempre presente, se va desdibujando cada vez más gracias a la tecnología. 

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