El terror invadió al Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) con la presencia de Párvulos, de Isaac Ezban, que está de vuelta con un proyecto donde la familia lo es todo en medio de un futuro post pandémico apocalíptico en el que sobrevivir y crecer es un doble reto.
En el filme, tres hermanos malviven en una retirada casa de campo después de que sus padres se vayan para no regresar jamás. Poco a poco, percibimos detalles extraños, señales de que el mundo tal y como lo conocemos ha experimentado una terrible metamorfosis.
Crónica Escenario charló con el realizador así como con el elenco del filme compuesto por Félix Farid Escalante, Leonardo Cervantes, Mateo Ortega Casillas, Norma Flores, Horacio F. Lazo y Noé Hernández sobre el esperado filme.
Para Isaac, esta cinta es considerada como una de las más personales de su carrera: “Párvulos tardó mucho tiempo en materializarse. El guion se escribe en 2016, incluso antes de Mal de ojo y de Parallel, antes de la pandemia. Y a veces, cuando los proyectos se tardan tanto en llevarse a cabo, van madurando junto contigo. Hay muchas razones por las es tan personal. Primero, vengo de una familia de tres hermanos y siempre me han gustado las historias de coming of age de Spielberg”, dijo.
“Después, hago Mal de ojo, me convierto en papá y digo ‘claro, esta es una película sobre la paternidad’, otro factor por el que también es personal y luego sentí que esta película era como el hermano masculino de mi anterior largometraje y también ahora siento que es una historia sobre salvar a una familia diferente, que es un tema que también es íntimo. Por todo ese tipo de cosas, considero que es una película muy cercana a mí”, añadió.
La cinta además aborda estas temáticas desde la perspectiva de los tres jóvenes protagonistas, algo que a Ezban siempre le ha parecido interesante. “Siempre me han intrigado esos relatos donde los niños tienen que enfrentarse a cosas que serían un peligro incluso para adultos. Me gustan esas historias donde siento que puedo todavía empatizar más con esa mirada de enfrentarse a algo para lo que nadie estaría listo”, expresó.
Algo clave para Párvulos es ese sentimiento de hermandad que tienen los tres protagonistas y que fue trabajado con detalle por todos. “Creo que nos conectamos y entre los tres nos hicimos uno desde el principio. Igual fue gracias a Ana Carrillo, nuestra coach, con quien ensayamos un mes antes”, dijo Félix.
“Hicimos una unión bastante buena al grado de que realmente parecíamos hermanos. Cuando estábamos en set, nos centramos en el punto y nos metimos realmente al papel de que estamos sobreviviendo a un apocalipsis, consiguiendo comida. Todo fue muy bonito”, continuó.
“Creamos grandes lazos con todos. Siento que es una historia de amor de familia que están tratando de darlo todo para sobrevivir porque al final de cuentas es un vínculo muy grande. Fue como un lazo que se formó demasiado rápido y que ya en el set todo era muy real. Jugábamos, nos abrazábamos y era como que realmente nos queríamos porque éramos muy unidos. Nos metimos muy bien en los zapatos del personaje”, añadió Leonardo.
La extraña familia se complementa con Norma y Horacio, que hacen de los padres de los niños y que se sometieron a un interesante proceso de transformación. “Fue un gran reto desde la expresión corporal. Personalmente, lo construí a partir de ver varias referencias que Isaac nos proporcionó. Y este no era el típico zombi, así que llegué a encontrar la propia energía que requería esta criatura”, mencionó Norma.
“En cuanto al maquillaje, fueron cuatro horas de preparación previa a la filmación y dos horas para desmaquillarse”, continuó la actriz.
“En mi caso, me ayudó mucho ella, que es maestra de movimiento y tiene una gran experiencia. Y como mencioné, el proceso de maquillaje, además del tiempo y de estar bajo esos prostéticos y más, me ayudó a interpretar al personaje. Además, contamos con un gran apoyo de todo el equipo comandado por Isaac”, agregó Horacio.
Uno de los peligros del relato lo encarna Noé Hernandez, quien confesó que este papel fue un verdadero reto para él. “Fue difícil en el sentido de que no había hecho un cura apocalíptico, como lo bauticé, donde se da la tarea de vengar a la gente que no está dentro de su discurso moral, social y demás. Es un texto bien complejo porque cada frase y palabra tiene un contexto, no es lineal el concepto y en ese sentido sí me costó muchísimo”, expresó.
“De hecho, le pedí a Isaac que mejor me diera otro papel porque venía saliendo de un proceso de un accidente y del COVID y jamás me había pasado que el texto se me bloqueara. Fue el trauma de mi vida, hasta la fecha todavía lo recuerdo y me da pena con mis compañeros porque nunca me había pasado. Afortunadamente Isaac me dio chance de hacerlo al otro día a pesar de los dilemas en producción. Y lo agradezco mucho porque me cobijaron y se logró hacer”, sumó.
Ezban también enfrentó un punto de quiebre al hacer Párvulos. “Cualquier película siempre es un reto. Siempre digo ‘ésta ha sido la más difícil que he hecho’, pero esta cinta con todo y el gran equipo de producción que tuvimos que tenía claro lo que estábamos haciendo, si presentó muchísimos desafíos. Para empezar, la locación era compleja porque filmamos en La Marquesa, donde había que trasladar a todo el equipo, más de 100 personas, todos los días y de regreso. Eso, después de cuatro o cinco semanas, empieza a cobrarle factura a todos”, dijo.
“Encima, es una película con un alto número de prostéticos, hay actores de todo tipo de edades, los horarios, las criaturas, animales, el maquillaje complejo, peleas no solo con niños sino con armas y exteriores nocturnos, lluvia. Todo lo que podíamos echar ahí estaba en la sopa. Pero al final pudimos solventar todo”, acotó el director mexicano.
Otro aspecto interesante son las muertes en la cinta, posiblemente las más duras de toda su carrera. Al respecto, Ezban detalló: “Quería una película que estuviera en dos contrastes. Por una parte que fuera trágica y como dura de ver, y que al mismo tiempo, fuera algo tierna, llena de corazón, bonita, incluso sentimental. Para eso tenía que tocar bien las notas de esos dos extremos, tanto de esta relación que hay, esa familia como de los peligros que se enfrentan”, comentó.
“Por eso nos animamos a hacer estas muertes tan macabras, tan duras, como es la muerte de Valeria o la de Salvador. Planearlas así fue muy divertido, trabajamos con Roberto Ortiz que es un gran artista de estéticos y maquillaje. Tuvimos un día completo para hacer lo de Valeria mientras que con Salvador no hay mucho gore o sangre. Son diferentes pero igual de impactantes aunque la muerte de él es algo más emocional, que tiene que pegar en la tripa, mientras que la muerte de ella es más espectacular y así las planemos”, siguió.
A su vez, Isaac meditó sobre el cine de terror en México. “Creo que somos un país que nos gustan mucho las criaturas, las leyendas y el cine terror funciona bien en taquilla. Entonces creo que hay una buena época del cine de género. Conozco varios amigos y aliados, que admiro que están haciendo cosas. Pero que creo que lo que nos falta más es abordar ideologías más nacionales”, enfatizó.
“Es más interesante usar todo el folclore que hay en México para construir este tipo de proyectos, porque estamos todavía en pañales en eso, pero están saliendo buenos ejemplos. Desde Km31, que era una película sobre la Llorona, o Somos lo que hay, que está muy bien en la situación urbana de México, o Huesera. Me alegra que se estén tomando estas historias”, añadió.
Finalmente, los presentes declararon cuales son sus peores miedos. “Mis propios monstruos”, coincidieron Norma y Noé. “El abandono, creo que perder a tu familia puede ser un gran miedo. Muchas cosas de terror tratan de eso, incluyendo esta”, remató Ezban.