
La capital mexicana suma un nuevo escenario a su vibrante vida nocturna con la apertura de La Marakita Piano Bar Live Music, un espacio íntimo que busca convertirse en un santuario para los amantes de la música en vivo. El recinto, anexo al icónico foro La Maraka, abrió sus puertas con una velada que reunió a personalidades de la música, la cultura y el espectáculo.
La inauguración se vivió entre flashes, copas y entusiasmo. Sobre el escenario, Cala, vocalista de Rostros Ocultos, destacó el espíritu del lugar:
“Siempre he creído que la música debe buscar espacios que la hagan sentir distinta, y La Marakita logra eso: es un lugar donde el artista se encuentra cara a cara con su público”.
La noche también contó con la presencia de la exalcaldesa Sandra Cuevas, quien subrayó el valor social de este nuevo proyecto:
“Espacios como este no solo enriquecen la vida nocturna de la ciudad, también fortalecen el tejido social. La Marakita es un punto de encuentro que abre las puertas a la diversidad y la creatividad”.
El corte de listón fue encabezado por el comunicador Fabián Lavalle, junto a los impulsores del recinto: Ernesto García, director de La Maraka, y Gabo Zambrano, director de La Marakita y En Live. Ambos compartieron la visión detrás de este proyecto.
“La Maraka ha sido por décadas un referente de la música en vivo, pero faltaba un espacio más íntimo, más cercano. La Marakita es esa respuesta, un complemento natural para la ciudad”, afirmó García.
Por su parte, Zambrano enfatizó la filosofía que lo sustenta:
“Hoy no basta con ofrecer conciertos, hay que crear experiencias irrepetibles. Queremos que la gente salga de aquí con la certeza de haber vivido algo único”.
El ambiente se impregnó de expectativa cuando las primeras notas del piano marcaron el inicio de esta nueva etapa. Más allá de ser un bar, La Marakita se perfila como un foro alternativo, diseñado para quienes buscan algo distinto a los grandes escenarios: cercanía, emoción y un diálogo directo entre artistas y público.
Con un aforo que promete albergar tanto a talentos emergentes como a figuras consagradas, La Marakita ya se perfila como una joya de la vida nocturna de la CDMX, un recinto que, desde su primera noche, comenzó a escribir una historia que promete consolidarse dentro del mapa cultural de México.