
La reciente aparición de Tilly Norwood, una actriz generada por la inteligencia artificial promovida por el estudio Xicoia, ha desatado una fuerte ola de rechazo en la industria del entretenimiento. Actores, sindicatos y voces prominentes del cine denuncian que el proyecto pone en riesgo la integridad artística y los empleos de los intérpretes humanos.
Proyecto Xicoia y la figura de Tilly Norwood
El proyecto detrás de Tilly Norwood fue presentado públicamente durante el Zurich Film Festival, cuando Eline Van der Velden, cofundadora de la empresa Particle 6, anunció el lanzamiento de Xicoia, un estudio dedicado a la creación de “talento digital”. Durante su intervención, Van der Velden afirmó que agentes de talento ya habían mostrado interés en representar virtualmente a Norwood.
Según Van der Velden, Norwood no pretende reemplazar a actores reales, sino ser una forma de arte digital similar al uso de animación o CGI. No obstante, esa explicación no ha logrado apaciguar la controversia.
Norwood ya figura con presencia en redes sociales y ha protagonizado un corto cómico titulado AI Commissioner, completamente generado por inteligencia artificial. Sin embargo, críticos señalaron la poca sustentabilidad artística del contenido y cuestionaron su valor emocional.
La reacción de Emily Blunt y otras figuras del cine
Entre las voces más resonantes que se sumaron al rechazo figuró Emily Blunt, nominada al Óscar, quien describió el proyecto como “realmente escalofriante”. En una entrevista con Variety, Blunt reaccionó visiblemente alarmada al ver una imagen de Norwood:
“¿No, en serio? ¿Eso es una IA? Dios mío, estamos jodidos. Eso es realmente, realmente espantoso. Vamos, agencias, no hagan eso. Por favor, dejen de quitar nuestra conexión humana.”
Blunt cuestionó además que los promotores hablaran de posicionar a Norwood como “la próxima Scarlett Johansson”, enfatizando: “pero ya tenemos a Scarlett Johansson”.
También otras figuras como Natasha Lyonne, Melissa Barrera y Mara Wilson manifestaron su descontento públicamente, con críticas que van desde denuncias de apropiación de identidad hasta llamados a boicotear agencias que acepten representar esta clase de talentos digitales. La actriz Whoopi Goldberg apuntó que Norwood podría tener una ventaja injusta al combinar rasgos de múltiples intérpretes “tiene el humor de Bette Davis, los labios de Humphrey Bogart…” y advirtió que en poco tiempo esa tecnología podría ser indistinguible.
Los críticos temen que personajes como Norwood instrumentalicen el trabajo colectivo de actores reales, sin compensación ni reconocimiento. La posición de SAG-AFTRA recuerda que, aunque la tecnología avance, las protecciones laborales y de derechos de autor son cruciales para que el valor humano del arte no sea aplastado por lo digital.
Mientras tanto, los promotores de Norwood insisten en que ella debe valorarse como una obra de arte digital, distinta de cualquier intérprete humano, y que el público debe decidir si lo aceptará o no como una nueva forma narrativa.