Escenario

Albert Serra busca la Palma de Oro en un Cannes de ecléctica huella latina

Este año la representación es poca de la región de habla hispana es escasa, de hecho ninguna producción hecha en México forma parte de las competencias oficiales

cine

Para Serra será su primer año en competición principal y el quinto en la Croisette.

Para Serra será su primer año en competición principal y el quinto en la Croisette.

ESPECIAL

El Festival de Cannes inaugura este martes su 75 edición con un único español en liza, Albert Serra, habitual de un certamen que tiene en sus secciones paralelas el grueso de la presencia española y latina.

Para Serra será su primer año en competición y el quinto en la Croisette: en 2016 presentó en las Sesiones Especiales, La mort de Louis XIV; en 2019 en Una Cierta Mirada, Liberté, premio especial del Jurado, y en la independiente Quincena de Realizadores llevó Honor de Caballería en 2006, y El cant dels ocells en 2008.

Esta vez, con Tourment sur les îles, protagonizada por Sergi López y Benoît Magimel, narra la historia de una escritora que vuelve a su Polinesia Francesa natal y, en plena crisis creativa, acepta trabajar como intérprete para el embajador, con quien surge una extraña atracción amorosa.

Fuera de competición, en la sección Cannes Première, el también español Rodrigo Sorogoyen proyectará As bestas, un thriller rodado en la Galicia rural y que según el propio director habla del amor y de la patria y de cómo se mezclan ambas cosas.

De nuevo sin aspirar a premio, en las Sesiones Especiales, estará el chileno Patricio Guzmán con Mi país imaginario. El cineasta vuelve a poner el foco en Chile, que también protagonizó La cordillera de los sueños (2019) y Nostalgia de la luz (2010) en esa misma sección de Cannes o Salvador Allende (2004) fuera de competición.

En Una Cierta Mirada, el segundo apartado en importancia del certamen, aterriza el costarricense Ariel Escalante con Domingo y la niebla, una historia de fantasmas, expropiación y duelo rodada en la zona rural de Cascajal de Coronado. Decidirá su suerte un jurado integrado por el actor venezolano Édgar Ramírez.

La competición por la Palma de Oro al mejor cortometraje tendrá un aspirante latinoamericano: Luz nocturna, de Kim Torres, nacida en Estados Unidos, de familia cubano-costarricense, criada en Costa Rica y actualmente instalada en México.

Y en la sección Cannes Clásicos, integrada tanto por clásicos del séptimo arte como por documentales emblemáticos o de nueva creación, España estará representada por Viva la muerte! (Fernando Arrabal) y Goya, el ojo que escucha (José Luis López-Linares), Argentina por Tres en la deriva del acto creativo (Fernando Solanas) y Brasil por Deus e o diabo na terra do Sol (Glauber Rocha).

UNA CIUDAD DE CINE

En Cannes, que clausura esta edición el 28 de mayo, no todas las proyecciones se circunscriben al Palacio de Festivales: la Semana de la Crítica y la Quincena de Realizadores extienden al resto de la Croisette, el Paseo Marítimo, una agenda por la que toda la ciudad tiene su foco durante dos semanas en el mundo del cine.

En la Semana, en cuyo jurado está este año la productora española María Zamora, impulsora de películas como Libertad (Clara Roquet) o Alcarràs (Carla Simón), competirá el colombiano Andrés Ramírez Pulido con La jauría.

Tres de los diez cortometrajes con opción a premio tienen firma latina o española: Las criaturas que se derriten bajo el Sol, del chileno Diego Céspedes, y Cuerdas y Nisam je stigao voljeti, de las españolas Estíbaliz Urresola Solaguren y Anna Fernández de Paco.

La Semana impulsó la carrera de grandes de la industria como el británico Ken Loach, el mexicano Alejandro González Iñárritu o el italiano Bernardo Bertolucci, mientras que la Quincena, que presume de ser la más libre de todas las secciones de Cannes, ha hecho hueco en su historia a George Lucas, Bigas Luna o Jim Jarmusch.

A esta última llega este año la española Elena López Riera con su ópera prima, El agua, acompañada por la chilena Manuela Martelli (1976), el colombiano Fabián Hernández (Un varón) o el ucraniano Dmytro Sukholytkyy-Sobchuk, que presenta la coproducción chilena Pamfir.

En sus cortometrajes también habrá presencia latina: la argentina María Silvia Esteve con The Spiral y los colombianos Simon(e) Jaikiriuma Paetau y Natalia Escobar con Aribada, una mezcla de documental y ficción sobre un grupo de mujeres trans indígenas.

Aparte de los posibles premios en sus respectivas secciones, todas las óperas primas optan a la Cámara de Oro, recompensa cuyo jurado estará presidido por la actriz española Rossy de Palma, mientras que el también español Javier Bardem está invitado para hablar sobre los entresijos de su trabajo y su pasión por el séptimo arte.