Escenario

Bernardo Arellano y su reflexión sobre la fe en ‘El paraíso de la serpiente’

ENTREVISTA. A unos años de competir en el Festival Internacional de Cine de Morelia, el filme llega a las salas comerciales con una propuesta surrealista influenciada por el western

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El cineasta Bernardo Arellano.

El cineasta Bernardo Arellano.

ESPECIAL

Después de un buen paso por festivales, llega a salas limitadas del circuito de arte la cinta El paraíso de la serpiente, una fábula que hace un acercamiento a la espiritualidad, cuestionando los conceptos de la fe en un pueblo apartado en el desierto haciendo una mezcla entre el western y tintes surrealistas. En Crónica Escenario charlamos con Bernardo Arellano, realizador de la cinta que ahondó en las diferentes capas y construcciones que ofrece esta cinta fantástica mexicana.

La película es una reflexión sobre la fe y plantea un dilema acerca de si la misma necesita formar parte de una religión o no pues al escuchar la palabra inmediatamente se le asocia a ello. Pero aquí se muestra el debate acerca de lo que es, un poder con el que contamos todos que no es ningún tipo de magia sino un poder que tiene que ver más con la voluntad. Esas diversas cuestiones se abren con la narración que plantea la película”, comenzó explicando el realizador mexicano.

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“De alguna manera es un proyecto muy poético que a la vez tiene elementos del western con muchos simbolismos que le van añadiendo capas que enriquecen la lectura de la misma. No habla de algo que esté oculto, pero sí ofrece elementos puestos para irse descifrando, ofreciendo una experiencia un tanto enigmática para el espectador”, añadió Arellano, enfocándose en las aristas casi surreales que tiene el filme.

Algo que destaca de esta historia es la creación de una atmósfera interesante que se apoya en elementos como actores no profesionales así como en el aspecto técnico. “Ángel Garnica es el único actor que ya tenía una idea de esta labor, pero los demás son personas naturales, lo cual me agrada porque me parece que ayudan a elaborar esa atmósfera muy al estilo de Juan Rulfo. Sus relatos, como El llano en llamas, alimentan mucho a la fotografía realizada por Damián Aguilar, misma que se acompaña de un gran diseño sonoro por parte de Darío Arellano y Víctor Navarro. Estos factores otorgan a la cinta el poder ser una historia totalmente diferente a lo que se ve en el cine mexicano. La cinta no sólo busca entretener, sino que te obliga a tomar una postura”, afirmó Bernardo.

Fotograma de 'El paraíso de la serpiente'.

Fotograma de 'El paraíso de la serpiente'.

CORTESÍA

“Hay todo un discurso acerca de los actores naturales o profesionales donde la diferencia esencial es el tono que te pueden dar, pero ambos están haciendo un trabajo de ficción. En este caso, la mayoría son personas que viven en o cerca de la zona donde filmamos. Con Ángel tenía que ser diferente porque tenía que aprender más diálogos así como el debido estudio de los taumaturgos al que personalmente lo introduje. Por ello, funciona que él tenga ciertas tablas para que él se convirtiera en una especie de guía de los demás y se creará una buena relación con los demás”, reflexionó el director.

Otra influencia que se percibe en El paraíso de la serpiente es la del western, sobre todo el estilo de Leone al hacer del profeta una especie de hombre sin nombre motivado por la fe en lugar de la venganza. “Ciertamente Sergio (Leone) fue una de las referencias. Por ello el horizonte y la forma de capturarlo resultaba fundamental en todos los encuadres, pues es infinito en el filme y se nota desde el primer plano donde se potencializa eso. También los close ups resultan ser muy potentes para la narrativa que resalta los enfrentamientos y lo duro de la pandemia rara que están enfrentando en el pueblo, ofreciendo una estética única”, mencionó Arellano.

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“El paisaje es otro elemento narrativo más que se va volviendo importante conforme avanza la cinta y siempre quise decir algo con él. Hay un estado de ánimo que se plantea con ello, siempre está transmitiendo un sentimiento hacia el espectador, buscando generar algo muy suyo que no se relaciona con ningún otro proyecto”, expuso el realizador, pues ciertamente ese desierto y la ilusión de la lejanía del poblado le dan ese tinte fantástico.

Sumado a ello, está también la fotografía en blanco y negro, un elemento que, para Bernardo, siempre fue fundamental en el relato. “Es un factor que nos saca de la realidad habitual. Es un elemento de este cine fantástico que propone la película y que sirvió para que, de entrada, lleváramos la imagen hacia algo atemporal que tuviera esos tintes del western clásico junto a esa lucha de lo espiritual y lo material, entre la luz y la oscuridad. Forma parte de esa dialéctica en constante confrontación que propone, entre esa delgada línea entre la vida y la muerte y lo que sucede con los protagonistas, creando un ying y yang dentro de este mundo místico”, expuso.

El filme compitió años atrás en Morelia.

El filme compitió años atrás en Morelia.

CORTESÍA

Hablando del misticismo que rodea la película, Arellano manifestó: “Esa parte la rescatamos de las tradiciones mexicanas pues la vida del profeta, el protagonista, es como la del taumaturgo que está en todos lados. Aquí incluso existe una alegoría a la vida de Jesús de Nazareth bastante interesante que soltamos, además de varios elementos puramente ‘mágicos’ que se van soltando en el recorrido del filme, exhibiendo de nuevo esas cuestiones de la fe, la necesidad de las religiones, la existencia del chamanismo o del susodicho paraíso mismo al que aspiramos”.

Ante ello se alza otra interesante meditación acerca del significado de ese reptil que aparece en el título y tiene una parte fundamental en el filme: la serpiente. “Esa es otra parte muy particular pues ella normalmente es asociada al mal, como algo venenoso o maligno, pero aquí adquiere otro enfoque, pues funciona como la guardiana, esa llave que abre la Caja de Pandora de la fe. El contraponer esos pensamientos y connotaciones sin duda me parece muy interesante”, expuso Arellano.

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Dentro de la misma realización hubo algunos datos curiosos que el director reveló y que le dan un toque más especial al filme. “Al hacer el casting, les preguntamos a todos si habían visto o habían sido tocados por un milagro, a lo que Garnica y Sky, su coprotagonista, dijeron que sí. Definitivamente eso fue un gran punto de partida para poder trabajar con ellos. Además, el Sacerdote del filme es el de la comunidad misma, se prestó a hacer este proyecto que de alguna forma le sirvió para poner en tela de juicio su fe en la Iglesia. Fue muy interesante poder construir algo con ello”, confesó.

Dentro de un panorama en que los relatos en cine y televisión se enfocan más en la denuncia social o en la dura realidad violenta del país, Arellano aboga por propuestas arriesgadas como El paraíso de la serpiente. “El cine mexicano está lleno de un material hiperrealista y pareciera no haber mucho espacio para este tipo de cine fantástico. Esta es una propuesta que nos sumerge en ello de forma poética y nos lleva al extremo opuesto de lo que usualmente vemos en cine y televisión. Sabemos que las historias de justicia social o migración existen pero para aquellos que deseamos escapar y tener una reflexión a otro nivel más espiritual, no encontramos opciones y creo que esta cinta, que puede disfrutar cualquier persona y no va dirigida a un reducido particular o intelectual, tiene ese gran logro de ofrecer algo diferente estética y narrativamente”, aseveró.

Bernardo Arellano y su reflexión sobre la fe en ‘El paraíso de la serpiente’ Video

Concluyendo la charla, Bernardo Arellano dijo: “El paraíso es, de alguna manera, encontrarte a ti y a tu fe y depositarla en lo que más desees. Es algo muy interno que creo la película también logra capturar y tiene mucho que ver con la imaginación que cada uno posea. Es así que cada uno encuentra su propio paraíso o tal vez, su infierno porque todo tiene su contraparte”, cerró.