Escenario

David Baksht: “Las imágenes sonoras pueden cambiar la interpretación de lo que ves”

ENTREVISTA. Este año uno de los homenajeados de los Premios Ariel a la trayectoria es el reconocido sonidista que ha trabajado con cineastas como Jorge Fosn, Paul Leduc y Arturo Ripstein

cine

El sonidista cuenta con una trayectoria de casi 50 años.

El sonidista cuenta con una trayectoria de casi 50 años.

CORTESÍA

Sin duda, la labor de David Baksht ha destacado durante años al sonorizar un número considerable de películas. Caracterizado por ser un investigador innato cuya curiosidad lo llevó a conocer y aplicar todos los recursos de grabación sonora conocidos en su época, es escrupuloso conocedor de micrófonos, cuyo buen uso garantizó la calidad de su trabajo en la industria del cine.

Nominado al Ariel en cinco ocasiones y habiendo colaborado con artistas de la talla de Alejandro Springall, Rodrigo Plá, Jorge Fons, Paul Leduc y Arturo Ripstein, en Crónica Escenario hablamos con esta importante figura del cine nacional que recibe este año el Ariel de Oro, que simboliza la labor de excelencia desarrollada en su carrera.

“Estudié electrónica en el Politécnico y luego me incliné hacia música y grabación. Eso me llevó a asociarme con unos compañeros que querían grabar sonido para cine que acabaron por crear su casa productora enfocada a ello. Eso me fue llevando a crear buenas relaciones humanas con gente muy creativa en donde pensé por primera vez que no sólo se trataba de grabar sino de la intención del sonido en lo que quería uno contar. Ahí valoré el verdadero objeto de este oficio para poder recrear, adornar o proponer imágenes sonoras nuevas”, comenzó recordando el maestro Baksht.

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Así mismo, recalcó la importancia del sonido como una parte fundamental en el lenguaje cinematográfico. “Cuando el cine dejó de ser mudo, el sonido adquirió una tremenda importancia. El séptimo arte siempre ha tratado de contar las historias más reales posibles pero son realmente fantasías que sólo se perciben a través del ojo de la cámara, que no ve todo lo que está alrededor y es ahí que el sonido juega el papel para reflejar lo que la audiencia ve en la pantalla. Ahí, lo real se convierte en irreal porque con eso, tu manejas lo que el público percibe”, explicó el sonidista.

“Las imágenes sonoras pueden cambiar la interpretación de lo que ves. Mientras la cámara juega con las tomas, el sonido le añade la locación de donde sucede la acción, ya sea en una conversación con tomas cerradas donde pones un ruido de ferrocarril para imaginé que están viajando en él o el ritmo de las olas de mar que insinúa que están a la orilla del mar o donde se te pueda ocurrir y que corresponda con la historia que se está contando visualmente”, agregó el homenajeado por la AMACC este año.

Sin embargo, la labor del sonidista y la creación de estos significados ha adquirido un mayor nivel de complejidad con el paso del tiempo. “El sonido se ha vuelto más complicado de trabajar debido al uso de los sistemas digitales de grabación y la cantidad de canales que puedes manipular. Todo ha cambiado gracias a la tecnología en la realización del cine, realmente y uno tiene que irse adaptando para estar al día y poder seguir trabajando, entregando la mejor labor de uno mismo dentro de este quehacer cinematográfico”, explicó David.

Es papá de Jaime Baksht, que ganó el Oscar por El sonido del metal.

Es papá de Jaime Baksht, que ganó el Oscar por El sonido del metal.

CORTESÍA

“Básicamente el trabajo sigue siendo el mismo desde hace 40 o 50 años pero son las herramientas nuevas y sus usos lo que te permite hacer más de lo que podrías hacer antes. Eso implica leer los manuales de los programas, acostumbrarse a manejar los controles y demás. Sin embargo, es complicado porque cuando pasa eso, ya salió un nuevo modelo que tienes que volver a estudiar y vaya, a veces la realidad ahora es que te la pasas más tiempo estudiando que haciendo lo que quieres o tienes que hacer”, comentó entre risas Baksht.

Aquí, el reconocido sonidista mexicano habló de esos cambios a los que se ha tenido que adaptar con el tiempo. “Los resultados siguen siendo buenos pero es interesante tener tantas posibilidades a la mano donde puedes conseguir un sonido más bonito, más agudo o grave manejar los ecos o repartir la mezcla sonora en las 32 bocinas que tiene una sala de Dolby ATMOS en estos días, otro de esos cambios que también se ha dado con el tiempo pues antes era una sola en la sala y todo se manejaba de forma monoaural”.

“Grababas en un material magnético perforado para poderlo sincronizar y ahora ya tienes que tener códigos de tiempo para crear la adecuada sincronía del sonido. Las cosas han cambiado, dando la posibilidad de realizar sonidos que tiempo atrás no podíamos hacer. Resulta fundamental conocer y saber manejar los equipos para lograrlo sobre todo para la mezcla. Antes administrábamos 10 a 15 canales de audio y eso era mucho pero actualmente puedes llegar hasta los 500, lo que puede causar que una gota de agua dentro de una cueva suene hermosa”, remarcó.

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Existe una anécdota que, para David, ejemplifica muy bien lo que es la ardua labor del sonidista y encontrar el sonido perfecto para una cinta. “A veces encontrarlo puede tardar mucho. Como amante de este oficio, recuerdo mucho la anécdota de los sonidos para las espadas láser de La Guerra de las Galaxias, que les tomó un buen tiempo después de intentar conseguirlo con infinidad de herramientas y ruidos. Resultó ser que el soplido de una persona que se llegó a colar en el micrófono fue el elemento que faltaba para lograr ese sonido ideal. Ese es el pan de cada día del sonidista”.

“Una de mis experiencias para recrear o captar un sonido fue en la Escuela de Cine de Cuba cuando tratábamos de conseguir una grabación submarina. Encontrar la solución para meter los micrófonos inalámbricos al agua fue todo un reto y resultó que lo ideal fue usar unos confines que funcionaron perfecto para conseguir lo que queríamos”, acotó el veterano artista.

Una gran carrera no puede estar exenta de buenas anécdotas, por lo que el maestro Baksht nos confesó una de ellas que nos remontó hasta el primer encuentro que tuvo con el director Arturo Ripstein. “La primera vez que me llamaron para hacer el sonido directo de una película fue con él. Llegamos a la locación el primer día con mi grabadora y el micrófono. Veo una silla, me siento y de repente cae un silencio raro en el set. Me gané una regañiza tremenda porque resultó que me senté en la silla de Arturo y estaba prohibido hacerlo. Pero eso no venía en el manual de cómo grabar”, rememoró alegremente el experimentado sonidista.

Ha tenido cuatro nominaciones al Ariel en su carrera.

Ha tenido cuatro nominaciones al Ariel en su carrera.

CORTESÍA

La labor que ha hecho por años ha provocado que el legado de Baksht se extienda hacia su familia. Al respecto, declaró: “Jaime, mi hijo menor, ganó el Oscar en El sonido del metal mientras que Pablo, el mayor, está metido en la producción y fue uno de los que estuvieron detrás de Ana y Bruno. Les gustó mucho el cine porque yo me dedicaba a eso y decidieron avocarse también al cine. Eso es parte de un legado que me alegra que continúe y les apasione tanto”.

También, con completa humildad, David reconoce que este éxito y reconocimiento también se lo debe a las diferentes personas con las que ha colaborado siempre. “Ha sido una labor de compañerismo pues también los que me han acompañado haciendo este trabajo y los que han estado alrededor de la creación del sonido tienen su gran mérito. La parte técnica, creativa e interpretativa, ya sea músico, microfonista, técnico, entre otros, son fundamentales para lograr lo que he hecho hasta la fecha. Me toca dirigir todas las partes integrales, lo que da chance a que reciba todas esas ideas para lograr e incluso inventar algo para conseguir el objetivo final”, afirmó.

Finalmente, Baksht enfatizó en que, aunque ya no está metido a fondo como antes en las mezclas de sonido, no deja de lado su pasión por este trabajo. “Por lo pronto sigo metido en este trabajo, pero más que haciendo sonido, hago que las máquinas que lo hacen sigan funcionando, dándole mantenimiento. Claro que eso no evita que lleguen los chavos a preguntarme directamente alguna duda acerca de cómo grabar el sonido directo. La vida me ha llevado a todo ese camino donde hay muchas cosas nuevas, pero esto nunca para. Tengo ganas de seguir aprendiendo, ayudando a que la parte del sonido siga teniendo esta gran importancia y valor”, concluyó.