El Palacio de Bellas Artes se vistió de gala al recibir el merecido homenaje a Silvia Pinal, máxima diva del teatro, cine y televisión en México, la noche del 29 de agosto. Para esta ocasión especial, se escogió a un director que es de los más destacados en el país, el joven Diego del Río, con el que charlamos en Crónica Escenario acerca de su experiencia como director de este memorable momento para la legendaria actriz.
“Me siento muy honrado de ser el elegido para hacerlo. Esto surgió desde una primera colaboración que tuve con el INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes) este año, con la Compañía Nacional de Ópera. Fue la primera vez que dirigía algo para Bellas Artes. A partir de eso, me llegó la invitación y es de verdad un honor pues nunca tuve la oportunidad de trabajar con Silvia Pinal, lo cual era un sueño para mí”, declaró Del Río acerca de su sentir para llevar a cabo este especial montaje.
Una de las cosas que le llamó la atención fue justamente la oportunidad de conocer más a fondo a una figura como lo es Silvia Pinal, permitiéndole crear un espectáculo digno con grandes invitados. “El poderme sumergir de lleno en una trayectoria tan vasta, tan interesante y con un recorrido admirable en todos los medios artísticos donde se ejerce la actuación ha sido un privilegio. He construido y aprendido de la mano de la Secretaría de Cultura y de Óscar Carapia, coreógrafo y asesor principal de este homenaje, un recorrido bello de la mano también de histriones como Diana Bracho, que ha trabajado al lado de Silvia en esta última fase como presentadora, o Sylvia Pasquel qué es la colaboradora principal en la creación de esta presentación y otras cuatro figuras del teatro musical como Stephanie Salas, Alan Estrada, Fela Domínguez y Bianca Marroquín”, afirmó.
Para Del Río, que es un artista en ciernes y sigue creciendo en este panorama artístico, encontró en Silvia Pinal una figura legendaria de la cual hay mucho que aprender. “Para mí, ella significa mucha admiración. Es una mujer que nunca se frenó por el no. Los límites no existían, siempre trabajó, luchó y abrió campo y creó una brecha importante que fue fundamental para la creación del teatro musical en el país. Antes de ella no se estrenaban obras de este estilo ni como las conocemos ahora. Ella lo protagonizó y fue productora, pero también inventó los unitarios en la televisión”, reflexionó.
Aquí, se detuvo a recalcar la importancia de un programa como Mujer casos de la vida real, que ha sido uno de los más longevos al aire en televisión nacional y que fue uno de los grandes aportes de la legendaria actriz . “Comenzó como un programa de ayuda social posterior al terremoto de 1985 y duró 27 años al aire, fundando con ello aspectos que ahora están completamente naturalizados en la televisión. Ella lo puso en la mira como lo conocemos. Ha sido siempre una mujer con un espíritu de trabajo muy amplio, con muchas ganas de colaborar con las grandes figuras con las que ha podido trabajar. Vaya, por donde se ve, encuentras un recorrido que siempre inspira”.
Ese camino de inspiración y lucha es algo que, para Diego Del Río, funciona como un rol ejemplar con el que, tanto él como otros artistas de generaciones más recientes, toman como ejemplo. “Los jóvenes somos herederos de aquellos que estuvieron antes de nosotros. Cada vez que he tenido la posibilidad de un legado o camino como éste, previo al mío, siento esa responsabilidad enorme de entrar de manera profunda con rigor y disciplina a este quehacer que escogí como camino de vida. Así como Silvia ama tanto ser actriz, yo amo la ficción de manera intensa. Esto es una forma de conectar con las nuevas generaciones y de honrar ese recorrido para que, a su vez, entiendan por qué Silvia es tan admirada por todos”, aseveró.
Curiosamente, su camino en el medio del teatro donde ha dirigido títulos en teatro como La Gaviota, El zoológico de cristal o Las tres hermanas; obras contemporáneas como Buenas personas o Blue Room; y los musicales Rent, Casi normales y la nominación como Mejor Director de un Musical a los Premios ACPT por The Prom, es uno del que se siente orgulloso, el cual Dimensión ó al saber más de la vida de Pinal.
“Estoy muy feliz del camino que he andado hasta ahora, de la gente con la que me he topado y la suerte que he tenido con todas estas oportunidades de trabajo que se me han abierto. Curiosamente cuando leí la semblanza de Silvia y me puse a investigar todo lo que hizo, me preguntaba cómo lo logró. De ahí, se me prendió fuego en el corazón y entendí que cuando te dedicas a lo que amas, las puertas que vas tocando y los pasos que vas dando, no hay ninguna objeción y vives la vida a través de ello. Me identifico con ella en ese aspecto, pues vivo, respiro, es una inspiración. Ojalá pueda un día tener un centímetro de estos kilómetros que tiene esta gran diva del cine mexicano, haciendo mi propio legado”, confesó de manera emotiva.
Finalmente, Del Río cumplió la promesa de que la noche del 29 de agosto en Bellas Artes sería memorable para todos los asistentes y espectadores, recordando la importancia de Silvia Pinal y su legado. “Fue una noche de recuerdo, de aprender muchas cosas acerca del paso de esta gran mujer como pionera de la televisión en México, del teatro musical y protagonista de la única película hablada en español ganadora de la Palma de Oro, Viridiana. No hay nadie que tenga una trayectoria equiparable en el medio cultural artístico de este país a lo que Silvia hizo como gestora cultural, abriéndose camino en un mundo muy complejo”, concluyó.
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