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Desde sus inicios en el año 2008, con el estreno en cines de Iron Man, el Universo Cinematográfico de Marvel ha evolucionado constantemente, pero siempre se ha mantenido bajo la misma dirección creativa con un estilo claramente identificable en todas sus películas, de manera que cada una parece calcada de las demás, sólo que con un par de cambios o aportaciones a cargo del director o los directores en turno.
Lo hecho hasta ahora por Marvel Studios le ha funcionado para crear productos entretenidos que generan millones en ganancias económicas, sin embargo, su fórmula característica ya se siente desgastada y ha llegado el momento de hacer algo diferente para seguir manteniendo el interés de un público que en algún momento podría aburrirse. Esa necesaria renovación comenzó este año con Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos, un interesante acercamiento a las artes marciales que toma elementos propios de la cinematografía oriental.
El siguiente paso de Marvel Studios en su camino para renovarse llega con Eternals, un ambicioso y arriesgado experimento que claramente busca alejarse lo más que pueda del cine comercial para entrar en los terrenos del cine de arte con un tono tanto filosófico como existencialista que profundiza en la condición humana a través de la historia de los Eternos, seres inmortales que parecen humanos y fueron creados por los dioses cósmicos conocidos como Celestiales para ser enviados a la Tierra durante los primeros años de la humanidad con la misión de protegerla de las monstruosas criaturas llamadas Desviantes.
Cada Eterno tiene un poder único que le hace parecer un dios o una diosa ante las diversas civilizaciones humanas durante su tiempo de interacción cercana con éstas a lo largo de miles de años: Ajak (Salma Hayek) cura cualquier herida; Sersi (Gemma Chan) manipula la materia; Thena (Angelina Jolie) puede crear cualquier arma con energía cósmica; Ikaris (Richard Madden) vuela y lanza rayos de energía de sus ojos; Druig (Barry Keoghan) es capaz de manipular las mentes de los demás; Makkari (Lauren Ridloff) tiene súper velocidad; Phastos (Brian Tyree Henry) puede inventar toda clase de armas y tecnologías; Kingo (Kumail Nanjiani) lanza energía cósmica de sus manos; Sprit (Lia McHugh) proyecta ilusiones realistas y Gilgamesh (Don Lee) posee una enorme fuerza.
Tras cumplir con su misión, los Eternos deben separarse y ocultarse a plena vista entre los humanos durante milenios debido a que tienen prohibido intervenir en los conflictos de la humanidad para así permitir que ésta evolucione a su propio ritmo, solo pueden tomar acción si aparecen los Desviantes y es justo el regreso inesperado de estos lo que provoca que regrese el grupo de héroes para enfrentarlos nuevamente, sin saber de otra amenaza que podría destruir la Tierra y que deberán enfrentar también.
Eternals no es sólo una cinta más de superhéroes, tiene cierto espíritu de cine indie que se logra en gran medida gracias a la dirección de Chloé Zhao, la más reciente ganadora del Oscar a Mejor Director, por Nomadland. Tomando en cuenta los antecedentes de su directora, reconocida en algunos de los festivales de cine más importantes del mundo y por la crítica cinematográfica, era obvio que la producción tomaría un rumbo distinto al de sus antecesoras y aunque sí logra un resultado diferente, no termina de funcionar del todo.
La entrega número 26 del Universo Cinematográfico de Marvel sobresale por contar con una preciosa fotografía a cargo de Ben Davis (Tres anuncios por un crimen), así como por lo hecho en los departamentos de Diseño de Producción y Vestuario, ya que estos tres aspectos en conjunto consiguen que tenga un estilo visual único que no es común en las producciones de superhéroes. Sobre todo, la recreación de diferentes etapas de la historia antigua de la humanidad es de destacar y es justo mencionar que los trajes de los Eternos superan a los diseños de las vestimentas de otros héroes en el cine.
Otros puntos a favor para esta película son que incluye al primer superhéroe coreano, la primera heroína sordomuda, el primer equipo heroico con el mismo número de integrantes femeninos y masculinos, el equipo más diverso en cuanto a razas de sus integrantes y que introduce a otros personajes de Marvel que emocionarán a los fans de los cómics.
Tiene en su contra que dura más de lo que debería y su ritmo es muy lento, hay escenas que se exceden de contemplativas y pueden llegar a generar cierta falta de interés en quienes están viendo, sus 2 horas con 37 minutos resultan demasiado. Sí, se explica muy detalladamente el pasado de los personajes y hasta cierto punto esto está bien, pero se pudieron ahorrar muchos minutos con una introducción más breve que fuera concisa.
Además, parte del elenco se siente algo desperdiciado, hay algunos de sus miembros que deberían tener más tiempo en pantalla y que pudieron aprovecharse mejor. También está el problema de que los villanos realmente no son trascendentes, pero, para ser honestos, esto es algo en lo que las películas de Marvel han cojeado casi siempre. Otro factor negativo es que la película en realidad nunca acaba de definirse porque ni es por completo cine de arte, ni es cine de superhéroes, tiene elementos de ambos, pero resultan en una revoltura extraña que nos lleva de momentos serios con una estética increíble al clásico chiste forzado para tener comedia en un producto que sólo busca entretener.
Se nota que Chloé Zhao quiso hacer algo diferente y que tuvo ciertas libertades creativas, su objetivo era contar una historia inspirada en los cómics de Marvel con su propio toque y aunque lo logró en teoría, lo cierto es que en sus manos tenía un título que desde un inicio era difícil adaptar al cine, pues el creador de los Eternos, el legendario Jack Kirby, les concibió como personajes complicados que se diferencian del superhéroe común y protagonizan historias que abarcan conceptos en los que se profundiza más.
Eternals no es la típica película del Universo Cinematográfico de Marvel, aburrirá al público infantil y no funcionará como vehículo publicitario para vender juguetes. Tampoco será del gusto de quienes esperan la siguiente cinta de superhéroes para ver más de lo mismo, ni del fan ocasional de Marvel, que también espera ver más de lo mismo. Por otra parte, es difícil saber cómo la recibirán quienes conocen bien los cómics de los Eternos, ya que hay cambios notables entre la fuente original y esta adaptación.
Cada quien decidirá si ve o no y si le gusta o no Eternals, pero sí hay que reconocerle que se trata de un experimento arriesgado que aunque no termina de funcionar y tiene muchas fallas, vale la pena aplaudir por lo que se quiso hacer para renovar la fórmula Marvel en el cine, ojalá que en el estudio aprendan de sus errores en esta ocasión y que no les dé miedo arriesgarse para traernos más cosas diferentes que esperamos sí funcionen.
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