Luego de seis años de su estreno y con cuatro temporadas agotadas en las que obtuvo un gran reconocimiento por parte de la crítica y el público, la dramaturgia escrita por Angélica Liddell, La falsa suicida, regresa gracias a la compañía teatral La Corte de los Milagros, que comienza los festejos de su décimo aniversario de creación con esta obra bajo la dirección de Sixto Castro Santillán. En Crónica Escenario hablamos con él al respecto de este esperado regreso a un montaje.

“Estoy muy emocionado de estar de vuelta en esta obra de teatro porque es una puesta en escena que me resulta muy significativa. Antes de la pandemia tuvimos cuatro temporadas muy gratificantes y creo que estar de vuelta es algo muy luminoso no sólo para mí, sino para todo el equipo creativo detrás de este montaje de La falsa suicida”, declaró de inicio el director.

Esta visible emoción va de la mano con la primera década de existencia de La Corte de los Milagros, esta compañía teatral que le ha dado la oportunidad de desarrollar su creatividad: “Son ya 10 años de ser parte de ella y esta celebración de aniversario es una gran recompensa a todo el esfuerzo que todos los involucrados en esta compañía teatral le han involucrado. Además ya son seis años desde la primera vez que montamos la obra con mucho éxito y esperamos que esta nueva temporada sea así”, afirmó Castro Santillán.

Y es que el arte del teatro ha sido golpeado por el encierro derivado de una crisis sanitaria tan fuerte como la que aún vivimos. Sin embargo, para Sixto, ha sabido perdurar y enfrentarse a ello para seguir ofreciendo una experiencia única al espectador. “En el mundo del teatro hemos aprendido a salir adelante ante la adversidad, como en la vida misma. Siempre va uno a contra corriente, se renueva desde las cenizas. El teatro es una resistencia política, económica y social que, después de la pandemia, ha sabido levantarse de nueva cuenta ante un panorama que no era alentador”, mencionó.

Hablando de La falsa suicida, parece ser una dramaturgia que va muy en línea con el calificativo que se ha ganado a pulso el director de un creativo provocador, esto debido a la forma en que Castro Santillán hace sus montajes. Al respecto, dijo: “Tengo esa reputación, sí, de generar puestas en escena donde la violencia funcione como un discurso ético y temático que se enfoca en momentos humanos muy específicos”, dijo.

“Tal es el caso de La falsa suicida, una obra que celebra esto y lo estimula y francamente a mí, como creativo, me provoca también. Me parece que, en esta ola de teatro contemporáneo hay autores que buscan eso, provocar desde el sentir, hacemos que sea una experiencia que estimule y sacuda a la audiencia, que apueste a que todo eso que nuestros protagonistas pasan lo viva el espectador con ellos. Como director, definitivamente hay un antes y después de La falsa suicida, creo que a partir de esta obra me convertí en un artista que busca ese riesgo, uno mucho más sensorial, que busca una acción que vibre y provoque una reflexión en la audiencia”, destacó.

Una de las cosas más interesantes del texto de Lidell es la forma en que usa la dramaturgia clásica para romper los paradigmas establecidos en ella. Aquí, utiliza a dos personajes del emblemático Hamlet, encarnados por Olvera y Francisco Granados, dándole paso a una experiencia diferente. “Resulta algo muy lúdico poder tomar a estos clásicos personajes de Shakespeare como protagonistas y colocarlos en un contexto alejado de lo que les conocemos”, comentó.

“Ver a una Ofelia que sobrevive al suicidio y un Horacio que reacciona ante ello ofrece un área interesante de reflexión acerca del amor, la brutalidad y las relaciones humanas. Además, resulta atractivo para la audiencia que se sumerge en este viaje que va de lo artístico a lo emocional mientras se enfrentan a las sombras de sí mismos al lado de los personajes”, explicó Sixto.

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Claro que ese espíritu de provocación y ruptura en el teatro no es algo nuevo. “Actualmente habemos y siempre han existido estos creadores que han liberado los relatos dramáticos clásicos para ofrecer algo que significa vivir la experiencia del teatro de maneras diferentes. Y es que uno, como artista y creativo, se emociona desde lo que siente y muchas veces resulta ser algo indecible, inenarrable. Eso causa un impulso que lo hace entender el drama. Existe por ahí una emoción compleja que rehúsa lo anecdótico y lo lleva a otros planos”, remarcó el visionario director.

La obra de Lindell también parece adquirir la ventaja de una reinterpetación de sus temas, pues aparte de la violencia y la separación, existe ese aire del aislamiento y la ausencia del contacto, algo vivido por todos estos últimos años y que causa otro efecto en su montaje. “Me parece que después de la pandemia, se le mira desde otro lugar, pues la obra de Angélica trata de un hombre y una mujer que se aman imposibilitados a encontrarse”, dijo.

“Dos años de estar encerrados cambian el significado de todo esto. Y cuando en la obra se pueden encontrar y tienen la posibilidad de tenerse, tienen que enfrentarse a esa responsabilidad. La autora de la obra lo escribió hablando desde la rabia, el dolor y la catástrofe. Pero ahora, hay una revalorización en el tema del contacto y el miedo a ello, haciendo que de alguna forma la dramaturgia se anticipó a esto que vivimos y ahora vivimos con esta constante observación y miedo a las relaciones personales”, admitió Castro Santillán.

Finalmente, el director de este montaje llamativo señaló también los nuevos retos y cambios a los que se enfrentó la compañía para volver a crear la obra después de la pandemia. “Cuando regresamos a hacer teatro, era de susto poder lograr los montajes. Si bien se han sensibilizado las medidas y procesos para hacerlo, le invito al público a verla como antes de todo esto, remitirnos a esos orígenes de hace 6 años donde la creamos por primera vez con la compañía”, destacó. 

“Personalmente, los invito a que formen parte de la experiencia de La falsa suicida, a enfrentar ese miedo que creamos al contacto. Respeto de todo corazón lo que hemos sufrido y las tragedias que hemos enfrentado, pero si actuamos con responsabilidad podemos aprender bien del pasado y hacer que el teatro y cualquier forma de arte siga siendo ese lugar de resistencia humana”, concluyó Sixto.

Esta nueva temporada se presenta con funciones todos los miércoles de julio (6, 13, 20 y 27) a las 20:30 horas en el Círculo Teatral (Veracruz 105, Condesa CDMX), las cuales ya están agotadas. Sin embargo, se abrieron tres fechas más el 28, 29 y 30 de julio con un costo de $200.00. Pueden reservar al 55 5553 1383 o vía email al correo elcirculoteatralcdmx@gmail.com, recordando que cada función está limitada a 15 personas.

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