Con treinta años, la diseñadora francesa Marine Serre lleva seis siendo uno de los rostros más prometedores de la moda internacional gracias a sus colecciones concebidas a partir de prendas ya usadas (suprarreciclaje o ‘upcycling’) que recuperó en un desfile abierto al público para celebrar sus grandes éxitos.

A las puertas de París, en la localidad periférica de Vanves y en la pista de maratones de un instituto, la creadora recuperó sus mallas estampadas con medias lunas, que han vestido desde Beyoncé hasta Rosalía, así como sus prendas confeccionadas en toallas y fundas de almohada, señas de identidad de la marca.

Serre, que hasta ahora desfilaba en el calendario femenino de la Semana de la Moda, eligió esta temporada estrenarse en el de moda hombre, para aprovechar el tirón de un público especialmente interesado en el mercado del suprarreciclaje.

Tanto es así que las ventas para hombre de la firma crecieron un 36 % el año pasado, según contó la creadora al diario Libération.

“Nada impide ya a la mujer llevar prendas de hombre, hay todo un universo unisex que se despliega”, explicó Serre, que introdujo en esta línea vestidos con cortes asimétricos, ropa vaquera hecha a base de jirones de telas, capas de pañuelos de seda estampados y camisas de algodón con encaje a partir de las fundas de almohada.

Una forma de celebrar sus seis años de vida utilizando los materiales que más fama le han dado pero de forma diferente: crochet, vaquero, pañuelos de seda pintados a mano transformados en camisas y pantalones...

Pero confeccionar ropa a base de telas ya usadas tiene sus limitaciones.

Las creaciones de Serre se venden en tiradas ultra limitadas, lo que hace que el precio suba, y aunque la diseñadora asume con orgullo el rumbo que está tomando su marca, que ya cuenta con 70 empleados, confiesa tener a socios buscando telas por toda Europa.

Además, ha incluido en sus propias oficinas un almacén dedicado íntegramente a guardar prendas antiguas para reutilizar los tejidos.

Junto a la prensa, compradores, celebridades, unos mil invitados anónimos pudieron asistir al espectáculo, mientras en la pasarela desfilaba un elenco diverso: modelos profesionales y aficionados de todos sexos, colores y edades -incluso niños-.

Serre insiste en quitarle importancia al género de cada prenda y defiende una moda libre de fronteras, en la que cada vez más hombres llevan faldas, vestidos y pendientes, como las medias lunas que transformó en el accesorio más visto de este desfile de su colección primavera-verano 2023.