Escenario

The Flaming Lips enaltecen el espíritu psicodélico del Festival Hipnosis

COBERTURA. El pasado sábado se realizó la sexta edición del evento musical en el Parque Cuitláhuac con la participación de bandas como Toro y Moi y Temples, entre otras

música

The Flaming Lips en el Festival Hipnosis.

The Flaming Lips en el Festival Hipnosis.

Alejandra Miriel

El sábado fue de psicodelia en la Ciudad de México para dar lugar a la sexta edición del Festival Hipnosis que tuvo lugar en el Parque Cuitláhuac, ubicado en el corazón de la vibrante Iztapalapa, en donde se dio vida a este ritual anual.

La organización del festival, como siempre, demostró su compromiso con el público al brindar un acomodo de horarios eficiente. Con sólo dos escenarios, marcados con los míticos símbolos del ojo y el rayo, los asistentes no tenían que preocuparse por perderse ninguna actuación.

Este diseño inteligente permitió a los asistentes moverse sin esfuerzo de un escenario a otro lo cual fue un gesto que se agradeció ya que las largas caminatas suelen ser comunes en festivales. Además, se brindó transporte gratuito desde estaciones del metro hasta la entrada del parque, lo que facilitó aún más la llegada de los amantes del sonido psicodélico.

The Brian Jonestown Massacre en el Festival Hipnosis.

The Brian Jonestown Massacre en el Festival Hipnosis.

Alejandra Miriel

La música comenzó a fluir desde las 12:40 de la tarde con La Ciencia Simple, inaugurando el escenario del ojo, seguidos de Los Mundos en el escenario del rayo, quienes representaron la única banda nacional en esta edición. El público quedó cautivado por el dúo synth-pop francés Agar Agar, seguido de un toque de pop psicodélico italiano de Dumbo Gets Mad y el rock psicodélico de All Them Witches, quienes deleitaron a la multitud.

El hermoso atardecer pintó el cielo con tonalidades doradas y rosadas cuando The Brian Jonestown Massacre, llegados desde San Francisco, comenzaron su hipnótica actuación en punto de las 14:30 horas. La vestimenta de la banda, con sombreros, plumas y lentes, crearon una atmósfera en donde empataban con los asistentes que lucían espectaculares, generando un ambiente de festival de los 70 como si hubieran retrocedido en el tiempo casi a un Woodstock. Muchos atuendos reflejaban la creatividad y el espíritu vanguardista de los asistentes.

El puntual inicio de cada actuación fue un gesto que no pasó desapercibido, lo que permitió a los asistentes disfrutar de cada actuación sin perder un sólo minuto. Los sonidos se entrelazaron con la caída de la noche, y el artista estadounidense Panda Bear se unió al productor Sonic Boom para presentar sus ya característicos loops hipnóticos y envolventes, acompañado de voces en armonías suaves.

Boy Harsher en el Festival Hipnosis.

Boy Harsher en el Festival Hipnosis.

Alejandra Miriel

Después siguió la banda de rock psicodélico turco, Altin Gün aportando una notable influencia musical única a la noche, mostrando la diversidad de la escena internacional. El punto culminante de la velada llegó con Melody's Echo Chamber, liderada por Melody Prochet quien apareció en el escenario con una falda negra de piel, deslumbrando al público con sus movimientos y su repertorio de dream pop psicodélico. Iniciaron con “Bisou Magique”. Tocaron en total ocho canciones, como “You won't be missing that part of me”, “Some time alone, alone”, “I follow you” para terminar con “Pêcheuse de Lune”.

Temples, en su regreso a México y después de su presentación en Guadalajara, continuaron la noche con una exhibición visual y auditiva impresionante con “Certainty”, “The golden throne”, “Hot motion”, “Shelter song”, entre otras, para terminar con “Mesmerise”, iluminando el escenario con luces deslumbrantes y sus inconfundibles riffs.

La energía cambió cuando Boy Harsher subió al escenario con su estilo oscuro y seductor, ofreciendo una experiencia más íntima y sensual que hizo que la multitud se entregara al baile. A este punto de la noche parecía difícil superar las presentaciones que precedían. Sonaba “Keep driving” y era inevitable que alguien no estuviera bailando. 

Toro y Moi en el Festival Hipnosis.

Toro y Moi en el Festival Hipnosis.

Alejandra Miriel

El dúo de dark wave, Jae Matthews y Augustus Miller, nos sedujeron con todas y cada una de sus canciones como “Give me a reason”, “Morphine”, “Come closer” y “Modulations”. Cabe mencionar que hicieron un cover increíble a “Wicked game” de Chris Isaak; uno de los momentos favoritos de la noche.

La energía suave y envolvente de Toro y Moi se sumó al espectáculo, y el músico y productor Chaz Bear nos llevó a un viaje a través de su ecléctica discografía. Una energía más suave pero sin dar espacio a dejar de bailar, dándonos un recorrido por su ya consagrada discografía como “drip bounce_7_24_18”, “Laws of the universe”, “Rose Quartz” y “Ordinary pleasure” siendo de las más cantadas de la noche así como el cover a Flume, “The difference”.

El cierre estuvo a cargo de The Flaming Lips, quienes interpretaron completo su icónico álbum Yoshimi Battles the Pink Robots (2002) siendo “Do you realize??” de las más queridas y coreadas por los fans, creando un espectáculo visual inolvidable que incluyó confeti con forma del robot inflable de su presentación y un mensaje claro: “FUCK YEAH HIPNOSIS”. Way Coyne y compañía incluyeron en su encore la ya conocida “The yeah yeah yeah song (with all your power)”, “She don't use Jelly” y “Race for the prize”.

The Flaming Lips cerró la velada.

The Flaming Lips cerró la velada.

Alejandra Miriel

Con discursos sobre el amor y la gratitud a la vida, The Flaming Lips dejaron una impresión duradera en el corazón de todos los presentes. “Todos los que conoces algún día morirán… así que dile a las personas que amas, que las amas”, dijeron. A pesar de algunas fallas en el sonido y la ubicación remota del lugar, ésta edición del Festival Hipnosis se consolidó como una experiencia musical y visual incomparable que quedará grabada en la memoria de los asistentes.

Hasta la próxima edición, el Hipnosis continuará siendo faro del espíritu psicodélico que guíe a los amantes de la música hacia un mundo de belleza, magia y rock.