El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, reconoció que el Estado aún no tiene control pleno sobre el ingreso de armas al Centro Penitenciario de Aguaruto, en Culiacán, aunque aseguró que se mantiene un operativo constante y que se realiza un diagnóstico integral del problema.
La declaración se dio en respuesta a una pregunta directa sobre la capacidad real del gobierno para controlar los centros penitenciarios y evitar que ingresen armas, en especial después del enfrentamiento registrado el pasado 21 de mayo al interior del penal, que dejó en evidencia la presencia de armamento y objetos prohibidos.
Rocha Moya negó que sigan apareciendo “arsenales”, pero admitió que continúan encontrándose armas durante las inspecciones frecuentes.
“Se buscaron y se encontraron las armas después del enfrentamiento, pero cada tercer día se sigue revisando y encontrando algunas. Por eso estamos haciendo una revisión completa del penal: cómo entran, dónde se esconden y quién podría estar facilitando eso”, explicó.
El mandatario dijo que el caso se atiende de forma prioritaria en la mesa de seguridad y que no se ha descartado que haya complicidad dentro del penal. “Todo mundo tiene que dudar de que alguien les ayuda de alguna manera”, apuntó, al señalar que el ingreso de armamento no es un asunto que pueda explicarse sin revisar también la actuación del personal penitenciario.
Actualmente, se lleva a cabo un diagnóstico estructural y operativo, coordinado por el secretario de Seguridad Pública, con apoyo de distintas corporaciones. Aunque no se han definido aún acciones concluyentes, Rocha dijo que se analiza la posibilidad de un modelo mixto con participación de la Guardia Nacional y la Policía Estatal, aunque subrayó que no hay una decisión tomada.
El gobernador insistió en que no se ha desatendido el problema y que se busca llegar al fondo de la situación antes de tomar medidas de fondo:
“Estamos en proceso de entender bien la magnitud del problema y tomar las decisiones correctas. No se ha dejado de revisar ni un solo día.”
Finalmente, al ser cuestionado por otro tema, Rocha Moya aclaró que su visa está vigente, desestimando rumores o especulaciones sobre su estatus migratorio.
Aunque el gobierno estatal asegura que el problema está bajo análisis, el caso del penal de Aguaruto sigue reflejando fallas estructurales y de seguridad que, hasta ahora, no han podido ser corregidas por completo.