
Fieles a su cita, millones de mariposas monarca llegaron a los bosques de oyamel de Michoacán y el Estado de México para esta temporada invernal.
De acuerdo con la tradición náhuatl, estos lepidópteros traen consigo las almas de los difuntos niños, por lo cual su arribo inicia el 1 de noviembre de cada año.
El subdirector de la Reserva de la Biosfera de la Monarca, con sede en Zitácuaro, Miguel Martínez, dijo que para esta temporada invernal estiman un arribo promedio de 100 millones y ocupación promedio de 4.8 hectáreas en el área núcleo.
En entrevista puntualizó que esta cantidad es superior a la registrada la temporada 2004-2005, cuando descendió de manera dramática hasta 80 por ciento.
Diversas fuentes han alertado sobre los múltiples riesgos que sufre la mariposa en la entidad y durante su trayecto, e incluso en su estancia en el sur de Canadá, de donde son originarias.
La tala clandestina, empleo de pesticidas, cambios climatológicos y la presencia de plagas, son entre otros, algunos de los mayores enemigos en la supervivencia de la emblemática mariposa.
El representante de los ejidatarios del Santuario El Rosario, Homero Gómez Rosales, denunció que la zona núcleo del santuario corre riesgo de morir a consecuencia de una plaga que está secando los árboles de oyamel, donde los insectos se mantienen a salvo de las bajas temperaturas.
El ejidatario indicó en entrevista que los cuatro mil metros que abarca el área núcleo están afectados por un gusano barrenador, que inicia por secar las copas de los árboles y se extiende hasta acabar con las raíces.
“Son miles de árboles los afectados, es toda la zona núcleo, la enfermedad ataca al oyamel, que es donde vive la mariposa”, puntualizó.
Resaltó que investigadores de la Universidad de Chapingo ya han detectado el tipo de plaga que afecta a los santuarios de la mariposa monarca.
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