
A casi dos semanas de la explosión en una fábrica de aerosoles que arrasó viviendas y vidas en la colonia Álamo Industrial, los afectados no solo enfrentan el desastre material, sino también el olvido institucional. Jesús Sánchez, uno de los vecinos que perdió todo, denuncia el absoluto desinterés del gobierno encabezado por la primera presidenta municipal de Guadalajara, Verónica Delgadillo, hacia su tragedia.
La tarde del pasado 30 de abril, la tranquilidad en esta colonia tapatía, en los límites con San Pedro Tlaquepaque, fue interrumpida por una violenta explosión en una fábrica de aerosoles que desencadenó un incendio de grandes proporciones, Jesús Sánchez, perdió su hogar y todas sus pertenencias en cuestión de minutos.
“Fue como a las cuatro y media cuando comenzó la primera explosión. ‘Mi casa’, fue lo primero que pensé”, recuerda Jesús.
En ese momento, él se encontraba en su trabajo a unas calles de distancia; su esposa y su madre estaban dentro de la vivienda, quienes lograron escapar apenas a tiempo.
“‘¡Salte, está lloviendo lumbre!’, le dijo mi mamá a mi señora. Caían los botes como si fueran bombas molotov… y ellas corrieron, dicen que casi las alcanza la mitad de un tanque grandote de gas que voló”, relata.
Jesús, vecino de toda la vida en el terreno que su familia ocupa desde hace más de cinco décadas, hoy enfrenta no solo la pérdida material, sino también la desprotección.
“Todo se me quemó, mis papeles, certificaciones, documentaciones. Hasta un ahorro que tenía para comprarle un auto a mi muchacho para que se vaya a estudiar y siga estudiando (…) Ahora estoy viviendo con una hermana, pero no puedo irme lejos, necesito estar aquí hasta que llegue el seguro”, dice resignado.

A la tragedia se suma el descontrol en la zona, donde los actos de rapiña se han vuelto cotidianos ante la aparente indiferencia de las autoridades.
“La gente sin quehacer anda desfalcando, se meten por allá, se meten por acá… Lo que quisiéramos, nomás, es que las patrullas se dieran vueltas y vueltas, pero parece que no hacen caso; de Tlaquepaque pasan y dicen que es Guadalajara, ¿entonces para qué pasan? Y los de Guadalajara ven que están haciendo rapiña y no les dicen nada, no hacen nada, entonces, nadie se hace responsable (…) En la mañana llegamos y ya habían un chingo de cosas acomodadas ya para llevarse”, lamenta.
Damnificados por explosión del 30 de abril en El Álamo Industrial denuncian abandono y actos de rapiña pic.twitter.com/3Zov7n4HLc
— La Crónica Jalisco (@cronicajalisco) May 12, 2025
En este predio familiar había cinco viviendas edificadas, todas quedaron destruidas parcialmente por la explosión y el fuego; en una de ellas, que compartía pared con una bodega de la fábrica, colapsó un fragmento de la bóveda dejando al descubierto la viga de acero, ese hoyo fue aprovechado por los ladrones para entrar a saquear y llevarse todo objeto de valor.
Respecto al apoyo recibido, Jesús se muestra decepcionado. “El apoyo que me ofrecieron fue una despensa y se me hace que se les hizo mucho… ha ayudado más el pueblo que el gobierno”. Los vecinos de la zona les han apoyado con víveres, incluso personas ajenas a esta colonia al conocer el caso, de manera altruista, les han brindado apoyo, respaldo que no se ha hecho presente de la autoridad municipal.
Jesús no pide dinero al Ayuntamiento, pide empatía ante la desgracia y el momento complicado como este que siente sale de su control, busca tener el respaldo y acompañamiento legal para reconstruir lo que alguna vez fue su hogar, sin embargo, se ha topado con una respuesta que va a un sentido opuesto: indiferencia.
Explica Jesús que la dirección de Recursos Humanos de la empresa responsable del siniestro se ha acercado con promesas de cubrir los gastos mediante el seguro; este lunes esperan la visita de personal para que les informe la situación legal y los siguientes pasos a seguir para la reconstrucción.
Jesús y su familia tienen claro que no quieren soluciones a medias. “Yo no quiero una maquillada, no, mi amigo, se tumba todo y se reconstruye otra vez, nuevo”, afirma con determinación.
Buscan al “Negro”, desaparecido en la explosión
Luego de la explosión, Jorge Octavio Rivera, trabajador de la fábrica de aerosoles en el Álamo Industrial, continúa desaparecido y al parecer su búsqueda fue abandonada por las autoridades. Hoy, sus amigos y familiares planean organizarse por su cuenta para encontrarlo, ante la indiferencia institucional de su pérdida.
Jorge Octavio, conocido entre sus amigos como “El Negro” o “El Chimpa”, era montacarguista en la fábrica y, según sus conocidos, es la única persona que sigue desaparecida tras el siniestro del 30 de abril. “Ya no lo andan buscando, el gobierno ya no está haciendo nada”, denuncia uno de sus amigos, quien prefiere omitir su nombre. Esto se contrapone con lo informado oficialmente por la Fiscalía del Estado el pasado 7 de mayo, cuando la dependencia aseguró que seguían los trabajos en busca de dicha persona.
Según relata el entrevistado, en los primeros días, tras la tragedia, se desplegaron operativos de rescate con binomios caninos, cuerpos de emergencia y personal especializado, pero ese esfuerzo se desvaneció en cuestión de días. “Ya tiene una semana que no lo buscan. Ahora solo nos estamos organizando entre los amigos para venir a buscarlo nosotros mismos”, afirma con frustración.
La desesperación es tal que quienes lo conocían han comenzado a construir sus propias teorías, desde la posibilidad de que Jorge haya quedado sepultado bajo toneladas de escombros y botes metálicos, hasta la más angustiante: que su cuerpo haya sido despedido por la fuerza de la explosión.
“Él tenía como 32 o 33 años, tenía a su esposa en Tlajomulco y creo que un hijo o hija… no lo sé muy bien, pero su familia también lo está buscando. No saben nada, ni en el Semefo aparece”, lamenta su amigo.
Lo que comenzó como una búsqueda oficial, ahora parece haber sido relegada por completo a la voluntad de los seres queridos, quienes además enfrentan la inseguridad de la zona, donde la rapiña y la ausencia de vigilancia se han vuelto cotidianas. “Ya se están metiendo a robar y no viene ni un policía, ni nadie de investigación”, acusa.
La familia y amigos de Jorge exigen a las autoridades municipales y estatales que retomen la búsqueda formal y que no permitan que la desaparición de una persona quede enterrada, no solo entre los escombros, sino también entre la indiferencia.