La literatura ha sido una herramienta fundamental para visibilizar las experiencias de las personas racializadas en diferentes contextos históricos y geográficos. A través de la ficción, muchas autoras han abordado temas como el racismo, la discriminación, la identidad, el colorismo y las consecuencias sociales y personales de pertenecer a una minoría étnica. En esta selección se exploran desde distintas perspectivas lo que significa vivir siendo una persona de color y las enseñanzas que estas historias dejan sobre la dignidad, la resistencia y la búsqueda de justicia
La deseada – Maryse Condé
En esta obra profundamente íntima, la escritora guadalupeña Maryse Condé nos presenta a Marie-Noëlle, una mujer nacida fuera del matrimonio que desde su infancia sufre el rechazo de su madre y del entorno que la rodea. Criada en una isla del Caribe y marcada por su color de piel y su origen ilegítimo, Marie-Noëlle busca desesperadamente respuestas sobre su identidad y su derecho a existir con plenitud.
La novela está impregnada de elementos autobiográficos que permiten a Condé explorar no solo el racismo y el colorismo dentro de las comunidades negras, sino también la colonización, el mestizaje y la maternidad en contextos postcoloniales. La deseada no solo expone el dolor de no sentirse querida, sino que abre la posibilidad de la reconstrucción emocional desde la aceptación de la propia historia.
Criadas y señoras – Kathryn Stockett
Ambientada en Mississippi durante los años 60, esta novela —que inspiró una película igualmente aclamada— narra la vida de mujeres negras que trabajan como sirvientas en hogares blancos en plena segregación racial en Estados Unidos. A través de tres voces: Aibileen, Minny y Skeeter, la autora teje una historia de coraje, resistencia y la necesidad de romper el silencio frente a la injusticia.
Kathryn Stockett, una autora blanca del sur estadounidense, fue criticada por apropiación cultural, pero también reconocida por abrir la conversación sobre un tema incómodo desde el privilegio. A pesar de la polémica, Criadas y señoras logró posicionar la experiencia de mujeres negras en el centro del debate literario y cultural, mostrando el racismo cotidiano disfrazado de costumbre.
Esta herida llena de peces – Lorena Salazar Masso
Desde el río Atrato, en la frontera entre Colombia y el olvido, surge esta delicada novela escrita por Lorena Salazar Masso. La historia gira en torno a una madre blanca que cría a un hijo afrocolombiano en una zona marcada por el conflicto armado, el racismo estructural y la invisibilidad del Pacífico colombiano. Mientras navegan hacia la ciudad en busca del padre del niño, la autora despliega una mirada poética y desgarradora sobre la maternidad, la otredad y el amor incondicional.
Salazar Masso construye un relato donde el color de la piel no es solo una diferencia física, sino una barrera cultural, política y emocional. En sus páginas, el lector se enfrenta a preguntas difíciles sobre pertenencia, racismo y protección en una sociedad que no ofrece refugio a todos por igual.
El color púrpura – Alice Walker
Ganadora del Premio Pulitzer y el National Book Award, esta novela clásica es un referente indiscutible cuando se habla de literatura afroamericana. Alice Walker nos cuenta la historia de Celie, una mujer negra del sur de Estados Unidos que, en la primera mitad del siglo XX, sobrevive a la violencia sexual, el racismo, la pobreza y el patriarcado. A través de cartas, muchas dirigidas a Dios, Celie encuentra su voz, su fuerza y, finalmente, su libertad.
Walker no solo denuncia las estructuras que oprimen a las mujeres negras, sino que también celebra el poder del amor entre mujeres, la sororidad y la resistencia. El color púrpura es, hasta hoy, un canto a la vida, la dignidad y la capacidad de transformación incluso en los entornos más hostiles.
Estas historias nos recuerdan que el color de la piel no debería definir la dignidad, pero en muchas partes del mundo todavía lo hace. Leerlas es una forma de escuchar, de comprender y de no mirar hacia otro lado.