Bienestar

Algunos estudios han revelado que el 88% de los adultos mayores desean envejecer en su hogar, así que, el cuidado recaerá entre algún integrante de la familia aún sin haber manifestado de manera explícita querer a asumir dicho rol

Cuidador familiar: la agotadora tarea sin reconocimiento ni retribución

El mundo entero está cursando por una transición demográfica y Latinoamérica y el Caribe no son la excepción; Europa y países desarrollados nos llevan un avance de aproximadamente 20 años en este asunto; es decir ya son países envejecidos.

En nuestro país, según datos de INEGI en el censo 2020; se tenía una población de 128,932,075 personas, de éstos 9,822,231 son adultos mayores. En 2021 se reportó que el 12% de la población mexicana tenía 60 años o más, porcentaje que se espera continúe en aumento.

Ante este panorama de envejecimiento se observa una gran necesidad de cuidados para este grupo poblacional. Esta situación conlleva a que más familiares desempeñen el rol de cuidador para atender sus necesidades.

Esto frente al requerimiento de una persona que se encargue de atender los aspectos relacionados con la atención diaria, considerando la limitada situación económica de muchas familias, sin embargo, se visualiza un crecimiento en la demanda de servicios de cuidados de tiempo prolongado y una menor cantidad de personas que puedan brindar esos cuidados de forma no remunerada.

Algunos factores que impulsan a que esto se esté presentando es que las mujeres tienen menos hijos, se ha retrasado la maternidad, ha aumentado la expectativa de vida, ahora las familias son más pequeñas y están más dispersas, hay altas tasas de divorcio y mayor participación de la mujer en el campo laboral. Contrario a lo que pasaba antes, así que, ahora hay menos integrantes que puedan encargarse de esta importante tarea.

A continuación, definimos a un cuidador familiar: es un integrante de la familia que dedica parte de su tiempo y esfuerzo para facilitar que el adulto mayor se pueda desenvolver en la vida diaria, brinda apoyo físico y emocional; de manera comprometida y recurrente en tareas que se van modificando a medida que progresa y aumenta el grado de dependencia del adulto mayor.

En Latinoamérica y el Caribe esta tarea en su mayoría suele ser asumida por una mujer de edad media quién, aunque posea estudios superiores no cuenta con conocimientos, habilidades destreza o experiencia para desempeñar esta tarea de cuidados, por lo tanto, su preocupación por cometer errores en los cuidados genera conductas irritables de agitación psicomotora y reacciones como tristeza, frustración, apatía y sentimientos de minusvalía que deterioran su sistema cognitivo.  Estas conductas, a su vez, influyen negativamente en su desempeño, sus motivaciones y la calidad del servicio que le brinda al adulto mayor puesto que se siente sobrecargado como consecuencia de las tareas y responsabilidades.

Algunos estudios han revelado que el 88% de los adultos mayores desean envejecer en su hogar, así que, el cuidado recaerá entre algún integrante de la familia aún sin haber manifestado de manera explícita querer a asumir dicho rol. 

Las principales tareas que se desempeñan son: compra y administración de medicamentos, asistencia en la higiene, compra y preparación de alimentos, las tareas domésticas, proveer actividad física, acompañamiento a sus citas médicas y brindar seguridad y compañía en todo momento; enfrentándose diariamente a una multiplicidad de roles, así como nuevos y constantes desafíos; adaptándose diariamente a cambios en los aspectos sociales, económicos y emocionales, enfrentando problemas de salud y a un deterioro en su calidad de vida.

Los cuidadores se enfrentan también a un reto todavía mayor: la falta de apoyo de otros familiares; ocasionando en ellos fatiga e insatisfacción. En un estudio reciente realizado con población mexicana por nuestra institución se encontraron datos relevantes como que un 33.6% de los cuidadores de la muestra de cuidadores mexicanos son hombres, lo que nos hace pensar que se están dando cambios en la democratización de los cuidados y que ya existe mayor participación de los hombres en esta tarea; al menos ya se ha dejado ver en México en los últimos años una mayor participación de los padres al cuidado de sus hijos pequeños. En este ámbito del cuidado de personas mayores si es un hallazgo bastante alentador; en estudios anteriores en México se reportó que una gran mayoría de los cuidadores eran mujeres cuidadoras.

Otro dato relevante y preocupante es su salud mental deteriorada; según los datos recopilados, casi el 60% de los encuestados mostró algún grado de depresión y ansiedad, síntomas relacionados con la dificultad para gestionar los sentimientos de temor o frustración en la realización de las tareas de cuidado.

Por todo lo anterior se visualizan grandes desafíos y la actuación urgente de las autoridades en los puntos que a continuación se presentan: 

1.- Realizar campañas educativas que oriente a que las personas se auto-identifiquen como cuidadores informales o familiares. 

2.- Visibilizar los derechos de los cuidadores a través de políticas públicas

3.- Desarrollar programas educativos para brindar a las familias y comunidades que tengan adultos mayores dependientes, los conocimientos, destrezas y habilidades para la realización de las tareas de cuidado de manera más eficiente.

4.- Es necesario otorgar incentivos económicos a las familias con cuidadores o a los cuidadores que tuvieron que abandonar sus trabajos para dedicar su tiempo al cuidado del adulto mayor.

5.- Se deben establecer programas de cuidadores formales a cargo de los municipios y estados que puedan proporcionar asistencia en el hogar a las familias que cuidan a un adulto mayor con cierto grado de dependencia; esto permitiría un espacio de respiro al cuidador principal. 

6.- Planificar la ampliación del número de casas de día o centros diurnos que permitan el acceso a adultos mayores independientes a mantenerse activos mediante actividades que los fortalezcan física y cognitivamente.

7.- Establecer legislación que obligue a los planes de salud a ofrecer ayuda emocional a los cuidadores en sus hogares y que cubra sesiones en grupos de apoyo.

Dra. Laura González López

Profesor investigador

Plantel Guadalajara

Universidad del Valle de Atemajac.

Lo más relevante en México