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Columna: Con-Ciencia Política

Las horas oscuras del Sistema Judicial

REFORMA JUDICIAL. Una sociedad sin justicia colapsa y engendra odios irreconciliables por agravios causados al mejor postor.

“Los hombres y los pueblos a quienes no se hace justicia, se la toman por sí mismos, tarde o temprano”.

Voltaire

Justo cuando usted lea estas líneas, grandes juzgadores apuran sus últimos esfuerzos para concluir su carrera judicial, mientras políticos disfrazados de juzgadores se frotan las manos ocultando su verdadera intención de arribar a tribunales para hacer negocios.

Cursamos las horas más oscuras del sistema de impartición de justicia de los últimos tiempos, destruimos el forjado en el rigor del mérito para dar paso al arribismo de político advenedizos.

Piense por un momento que un Estado que no ofrece una Justicia debida, es un fallido e incita al ofendido a hacerse justicia por propia mano ejerciendo la ley de la selva y del más fuerte.

Los conflictos que no se judicializan, suelen adquirir dimensiones desmesuradas, producen violencia, venganzas, reacciones funestas que pueden escalan en una espiral decadente de sangre y violencia.

A diferencia, cuando hay justicia debida, luego de la crisis, las cosas retornan a la normalidad civilizada que hace viable la convivencia en sociedad.

Una sociedad sin justicia colapsa y engendra odios irreconciliables por agravios causados al mejor postor.

Ciertamente nos dolía que la justicia no fuera pronta, ni expedita, ni asequible a las mayorías por los complejos laberintos procesales, y en los casos penales por la mediocridad y corrupción de las fiscalías con que, si se entienden los promotores de la reforma judicial, situación agravada por el abuso y costo de abogados y operadores del sistema que abusaron.

Empero, a pesar de esos aspectos el sistema fluye y resuelve conflictos, produce sentencias, funciona, y esto, debe decirse, acontece gracias al mérito de juzgadores, secretarios, actuarios, personal de apoyo que se esmeran con auténtico espíritu de servicio y pasión por hacer bien su trabajo.

No hay duda que lo mejor del sistema son sus hombres y mujeres comprometidos con la calidad y ética que se forjaron en la carrera judicial; se trata de talentos altamente calificados, estudiosos y afectos a los altos valores de la justicia que ahora, muchos de ellos serán injustamente sustituidos.

¿POR QUÉ LA REFORMA JUDICIAL?

La única razón, radicó en que políticos del partido dominante decidieron adueñase del sistema de impartición de justicia para su conveniencia.

No pretendió corregir vicios, al contrario, deliberadamente fue diseñada para decapitar a los tribunales sacrificando a juzgadores ameritados que no se prestaban a la pérdida de independencia ni a la corrupción, tuvo como objetivo crear las condiciones para que el gobierno pudiera cooptar juzgadores para ganar los asuntos de su interés.

La reforma, deliberadamente desperdició el talento y experiencia de miles de juzgadores honorables para sustituirlos con sujetos improvisados dominados por el gobierno.

La reforma fue un deleznable sacrificio de hombres y mujeres íntegros, forjados con su esfuerzo personal y una pérdida para el estado mexicano que tiró a la basura el esfuerzo de muchos años de forjar cuadros valiosos; su decapitación es un atentado contra el pueblo.

No sorprendería que surgieran personas que no sometan su destino o su patrimonio a juzgadores farsantes.

EL FUTURO INMINENTE.

Da pena que los nuevos ministros, estén más ocupados en los reflectores, el oropel y anunciar cómo vestirán, que, en aprender derecho, su frivolidad vana es incompatible con sus nuevos cargos.

Toda una catástrofe de pérdida de valores, de altura, del mérito, de autoridad moral y ética ante la silente contemplación social, impotencia de la oposición y silencio de las barras gremiales; todos estamos siendo testigos de la destrucción de modelo de justicia.

Es triste e increíble que absolutamente nadie, esté pensando en la mejoría del sistema.

Es peormente triste que sea deliberada e inevitable la pérdida de calidad en el servicio público de impartición de justicia a partir del 1 de septiembre.

LA EXCEPCIÓN ESPERANZADORA

El inminente futuro nefasto, tiene una luz de esperanza por la afortunadísima elección de algunos candidatos a Jueces o Magistrados que siendo juzgadores concursaron y ganaron, serán estas excepciones las que aportan la única parte salvable y esperanzadora de la aberrante reforma judicial.

carblanc@yahoo.com

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