Continuamos con los comentarios sobre las bandas que nos visitarán este 2017 en nuestra Perla Tapatía en tantos festivales musicales que este año nos ha traído.
Entre los principales actos de cierre del Roxy Fest del 1 de abril, recibiremos a una gran banda, relativamente joven, con un nombre que nos parece genial: Placebo; realmente esta agrupación es la creación de un solo hombre, Brian Molko, influido y apoyado por un gigantesco padrino: David Bowie.
Brian, legalmente británico, belga de nacimiento pero luxemburgués por cercanía, es un famoso músico multinstrumentista con una voz peculiarmente nasal y un sonido de guitarra punk pop al más puro estilo de Sonic Youth; mantiene una imagen andrógina como Bowie.
Placebo se complementa con Stefan Olsdal, buenísimo bajista sueco que admira el sonido Fender de Steve Harris en Iron Maiden. La batería han sufrido varios cambios a través de los años, primero fue Robert Schultzberg, luego Steve Hewitt, posteriomente Steve Forrest y últimamente Matt Lunn. Sin embargo, el que marca la pauta y es inamovible es Brian Molko.
La palabra “placebo”, denota una supuesta medicina que se administra a un enfermo, pero realmente no incluye ningún agente farmacéutico activo; pero aún así genera un efecto de curación por cuestiones psicológicas, influencia del médico que lo administra en combinación con la capacidad de sugestión del paciente. El punto es que sin ser medicina, cura, y esta gran banda ha sido de las pocas que aportaron sonidos nuevos a la escena musical londinense, por su mezcla del post-punk, dream pop, synth pop con sabores hard rock y en ocasiones sonidos electrónicos.
Desde sus inicios en clubes londinenses, a mediados de los 90, lograron sobresalir en un mercado inundado de rock alternativo por su sonido un poco más duro de lo usual y la inusual, pero educada voz de Brian; en 1996 publicaron su primer LP, llamado Placebo, y de inmediato se ganaron un espacio en la radio. En lo personal destaca la pieza: “I Know”, por su construcción musical, balada sobre una base de rock duro, con letra muy corta, pero directa. También resalta su canción: “Bruise Pristine”, por la melancólica fuerza que proyecta.
De este disco, su sencillo “Nancy Boy” fue utilizado en la banda sonora de la película: Airbag, del director español Juanma Bajo Ulloa, y realmente esto fue lo que los catapultó hacia la parte alta de los charts en Reino Unido; a raíz de este repentino éxito fueron invitados como teloneros de U2 en algunos conciertos de su gira Pop Mart, lo cual realmente los dio a conocer.
En 1998 nos entregaron su segundo álbum: Without You I’m Nothing, en cuyo tema homónimo participó David Bowie, y también atrajo mucha atención su pieza: “Every You Every Me”; en este álbum se perciben sonidos muy similares, primero a la obra de la banda americana: Linkin’ Park, que eran sus contemporáneos y con quienes en el futuro trabajarían juntos en sus proyectos de responsabilidad social; y luego a quienes fueron una de sus influencias: The Cure, aunque Placebo a esas coincidencias le imprimió siempre más dureza, sobre todo en su pieza: “You Don’t Care About Us”, que podría haber sido cantada por Robert Smith.
En este cierre de siglo Placebo logró consolidar su posición de la escena musical, con más participaciones en varias bandas sonoras de películas y juegos de video, con la voz de Bowie cantando sus canciones y con un nuevo baterista con más capacidad (Hewitt). Para rematar, participaron junto con David Bowie en los Brit Awards de 1999, interpretando un cóver de la banda T. Rex: “20th Century Boy”, que se convertiría en su primer éxito.
Continuará…
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