Su primer álbum no fue un éxito comercial, por lo que tuvieron que continuar con su traveling show, de pueblo en pueblo y tocando en lugares de todos tamaños del sur de los Estados Unidos. Su primer viaje al norte fue a Boston en donde los contrataron como teloneros de The Velvet Underground, la banda neoyorquina de otro par de genios: Lou Reed y John Cale.
Para grabar su siguiente álbum, sus productores sugirieron que se cambiaran a vivir en una ciudad grande, Los Ángeles o Nueva York, pero ellos eligieron continuar con su estilo de vivir todos en la misma casa en el pequeño Macon, pues el pueblo se había convertido en hogar de muchos bikers y rockers por lo que el ambiente los atraía aún más.
En 1970 publicaron Idlewild South, y en ese año llegaron a realizar más de 300 presentaciones; Dicky Betts ha comentado que en este disco consolidaron su método de composición musical, enfocándose principalmente en la creación de una pieza completamente instrumental en la que todos aportaran musicalmente con sus solos y los distintos complementos musicales y cuando quedaban satisfechos con la pieza le insertaban una letra sobre las mismas líneas melódicas.
Resaltan las canciones “Revival”, “Midnight Rider” y “In Memory of Elizabeth Reed”; sus ventas mejoraron en comparación con su primer álbum y alcanzaron el lugar 38 en el Billboard.
Ese año, durante un concierto en Miami, dos genios, que ya se admiraban mutuamente, por fin se conocieron en persona: Duane Allman y Eric Clapton; tras una sesión de toda la noche de improvisación decidieron crear un súper grupo aparte de sus respetivas bandas llamado: Derek And The Dominoes, que en su único disco incluiría esa joya de Clapton: “Layla”.
Gregg nos cuenta que se dieron cuenta que para generar más ingresos necesitaban una mayor audiencia en sus conciertos, por lo que decidieron grabar un disco en vivo que mostrara a la banda con todas sus fuerzas y virtudes; este álbum se convertiría en una de las más aclamadas grabaciones en directo de todos los tiempos: “At Filmore East”; fue publicado en 1971 y ha recibido todo tipo de premios.
Su éxito fue tan grande que comenzaron a cobrar la exorbitante cantidad de 100 mil dólares por presentación y rentaron un avión utilizado por Led Zeppelin y The Roling Stones.
Cuando parecía que todo era perfecto, y a la mitad de las grabaciones para su siguiente disco, llegó la tragedia: Duane Allman sufrió un accidente en su Harley, y murió ahí mismo en Macon, Georgia. A los 24 años, Duane se convirtió en una leyenda al nivel de Hendrix por su gran capacidad de improvisación.
El resto de sus compañeros terminaron las grabaciones y en los inicios de 1972 publicaron Eat a Peach, que alcanzaría el número 4 en el Billboard. La muerte de Duane no los había afectado por el lado comercial y más bien los había encaminado a generar un mayor éxito. A finales de este año, una nueva tragedia llegó, Berry Oakley murió a raíz de un accidente en motocicleta a solo 3 cuadras del de Duane.
En los siguientes años publicaron grandes éxitos como “Jessica” y “Ramblin’ Man”, para convertirse en la mejor banda sureña de todos los tiempos, dicho por ZZ Top.
Gregg Allman dejó este mundo a los 69 años de edad, por un cáncer de hígado, pero el legado que él y su hermano nos han dejado es fuente de inspiración para quien elija seguir el interminable camino de la improvisación.
@jorgehhm
lg
Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .