Este pianista virtuosísimo era en el fondo un genio autodidacta y solitario que se dedicaba todo el tiempo a experimentar y crear nuevos sonidos; fue así como fue descubriendo y compilando reglas distintas, pero que se demostraban como correctas para el idioma del jazz, aportaciones al subgénero jazz modal.
Todos sus contemporáneos lo consideraban un loco, lejano y taciturno, excepto dos, quizá por haber sido considerados como locos también: Dizzie Gillespie y Charlie Parker. Fue a ellos a los primeros que Monk les mostró su extraño manejo de los modos en las escalas y por su parte, este par de genios, siempre tuvieron la capacidad de seguir los caminos por donde los guiaba Thelonious en sus viajes estelares.
En este tiempo grabó un disco colaborando con otro gran maestro: Miles Davis, que aunque aún Monk no era muy conocido, estuvo muy bien logrado; sin embargo, al parecer hubo problemas entre estos dos músicos, por lo que simplemente se alejaron mutuamente para siempre.
Aunque ya había grabado varios discos más solo y en colaboración, en 1956 publicó uno de sus álbumes propios más reconocidos: Brilliant Corners, que fue el disco que, después de casi 20 años de carrera, causó que al fin su obra llamara un poco la atención.
A raíz de este disco, John Coltrane lo invitó a formar un nuevo cuarteto para tocar en vivo y grabar más discos; fue a partir de este momento que el mundo comenzó a verlo detenidamente, pero ahora ya con la intención de consagrarlo como el gran maestro del jazz.
Repentinamente todas sus grabaciones anteriores también fueron descubiertas por el público y fue tanto el furor que causó su redescubrimiento por parte de la gente, que de inmediato convirtieron a Thelonious Monk en uno de los dioses jazzeros más admirados. De la noche a la mañana se convirtió en una celebridad.
En 1957, Monk junto con John Coltrane, dieron una serie de conciertos; en especial se considera memorable el que dieron en The Five Spot Café, en Nueva York, pues fue el primer testimonio registrado de la extraordinaria química musical que existía entre estos dos espíritus tan afines; Coltrane es reconocido como el músico que mejor asimiló la aparente locura que Monk impregnaba en su música, por el juego con los modos de sus escalas, y fue el único que le pudo mantener el paso cuando hacían solos juntos. Los duetos de Thelonious Monk con John Coltrane se consideran tan importantes para el jazz y sus nuevas generaciones, como los de Charlie Parker con Dizzie Gillespie.
En los años 60 lo comenzó a acompañar el saxofonista Charles Rouse, con quien tocó durante una década, y quien era considerado uno de los grandes exponentes el hard bop, mezcla entre el be bop con sus extensos solos libres, con la música de moda: el rythm & blues.
Al final de esta década, Thelonious Monk apareció en la portada de la revista Time.
Con la llegada de los 70, tuvo una última reunión en el escenario con Dizzie Gillespie, para el evento “The Giants Of Jazz”, pero a partir de aquí su salud ya siempre sería precaria.
El genio creador de las reglas del lenguaje disonante, maestro de los solos desapegados de lo esperado, dejó este mundo en 1982.
Sus más famosas composiciones son: “Round Midnight”, “Off Minor”, “Epistrophy” y “Blue Monk”; este visionario inalcanzable, resumió su vida con una genial frase un poco antes de morir: “I’m famous. Ain’t that a Bitch?”, lo que traducimos como: “Soy famoso. ¿No es eso una monserga?”.
@jorgehhm
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