¿Cómo es que Stan Lee terminó reescribiendo las historias del elenco taquillero de DC. Comic? Fue culpa de un encuentro fatal y de la fantasía de un productor, amante de los superhéroes. En 1989, durante la premier de la película de Batman, Bob Kane y el Walt Disney de Marvel jugaban al escriba verbal: el primero le increpaba con sorna: “si él hubiera dibujado al Spiderman lo habría hecho exitoso…”; el señor Lee le respondió: “si yo hubiera escrito a Batman Bob, habría sido totalmente diferente”. El director ejecutivo de la película, Michel Uslan, escuchó el alegre debate entre estas leyendas del cómic. Atesoró las palabras, y a la vuelta de 10 años lo inspiraron para proponerle a Stan Lee, durante una comida en la Ciudad de los Ángeles, que le respondiera con hechos a Kane y, de paso, ya encarrilado, reinventara a los miembros más notables de la Liga de la Justicia. Aceptó con cierto escepticismo y respeto para con los personajes icónicos de DC Comics.
Una semana después, de regreso en el neoyorquino cuartel general de DC, Uslan le presentaba a Paul Levitz la idea. No sólo la aprobó, sino la magnificó: Stan Lee estaría contratado por un año para darle vida al nuevo Superman, al reinventado Linterna Verde…
Así como a Batman, el ADN y la génesis del Hombre de Acero fueron reescriturados de cero por el Patriarca de Marvel. El bebé de Krypton enviado por sus padres en una cápsula de escape, es ahora un policía (uno debilucho para los estándares de su corporación) de nombre Salde que emplea (y los seguirá haciendo) una arnés de flotación para volar; su némesis ya no es un supermillonario resentido, sino un ladrón (igual de Calvo que Lex Luthor) que le asesina a la espora en venganza por haberlo vestido de reo. Prófugo, esta facinerosa versión de Luthor, en su intento de abandonar el planeta, empleando un artefacto de viajes interdimensionales, termina junto con su persecutor, Salde, viajando a la Tierra. La gravedad terrestre, 10 veces menor a la kriptoniana, dotan a ambos de gran fuerza y de otras habilidades súper humanas. De hecho Superman comenzó de artista de circo, con una codiciosa Luisa Lane de representante. Ambos meta humanos, el bueno y el malo, el asesino y el policía, convertirán a su nuevo planeta en el escenario de sus luchas y persecuciones.
A Green Lander, Stan Lee, literalmente, le inyectó clorofila; las fuete del poder del científico Len Lewis no será ya un anillo cósmico, sino el propio árbol sagrado de la mitología nórdica, Yggdrasil. De viaje en África, Lewis se topará con los secuaces de un maligno y poderoso líder sectario de nombre Reverendo Darrk; éste les había encargado también dar con el mágico árbol. El futuro Linterna Verde es atacado y dado por muerto por los secuaces de Darrk. Yggdrasil lo rescata y le da información acerca de los prehumanos. Además lo transforma en una linterna humana que dará luz a la humanidad en tiempos de oscuridad.
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