Ingeniera en Sistemas Computacionales y Maestra en Ingeniería para la Calidad por El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, Lizbeth Sánchez Vega (Sinaloa, 1967) ejerció su carrera profesionalmente hasta el 2013. Diplomada en Escritura Creativa por la Sociedad General de Escritores de México, Sogem Guadalajara; ha participado en las antologías de cuento “Caleidoscopio” XIII y “Caleidoscopio” XIV (2016 y 2017, respectivamente) y “Entre tintas... tinto” 10 (2025); en las antologías de poesía “Cicatrices del Tiempo” (2023) y “Di lo que quieras” (2023). Sus letras y obra breve han aparecido en diversos periódicos como “El Informador” y la propia “La Crónica de Hoy”. Sánchez Vega, para que se vayan animando a conocerla, ha participado también en la revista “Periplos” del Centro PEN Guadalajara.

Constante participante en talleres de escritura y una amante irredenta de los libros, el cine, la música y la naturaleza, publicó su primer libro en el reciente año de 2024: “El canto encarcelado”, una colección de once cuentos que exploran la soledad humana a través de muy distintos personajes.
Valiéndose de experiencias, edades, contextos, tradiciones socioculturales y familiares que parecerían, de principio, irreconciliables, Sánchez Vega entrega al lector un pertinente tapiz, una poderosa reflexión de algo que nos hermana siempre: las prisiones, los círculos viciosos de emociones contenidas, silenciadas y acalladas por las adversas circunstancias.

Y cedemos la voz a nuestra querida escritora Cecilia Magaña:
<<El canto encarcelado reúne una serie de personajes que contienen sus emociones y guardan dentro de sí un mundo a punto de convertirse en torrente: Rita confiesa, al fin, los motivos detrás del asesinato que cometió; Justa enviuda y descubre la sensualidad que late entre los puestos del mercado; Samantha enfrenta a una invasora que amenaza con arruinar su papel de anfitriona; Rebeca pierde el control de su auto cuando todo indica que también ha perdido el control de su vida; Cipri, Nat y Magda se cobijan unas a otras y planean cruzar la frontera con todos los riesgos que eso implica para tres adolescentes; Cristina alcanza el éxito profesional a costa de otros y quizás, de sí misma. La soledad con la que cada una vive ese mundo interno, brillante o sombrío, nos recuerda que ni ellas ni quienes leemos estos once relatos estamos verdaderamente solos: compartimos, como género humano, ese canto secreto que Lizbeth reconoce y nos invita a escuchar…>>
¡Acérquense ya a “El canto encarcelado”!