Decenas de luces multicolores, un enorme nacimiento y varios motivos navideños atrapan la mirada de quienes circulan por las calles de Faro y Aguamarina en Bosques de la Victoria en esta época del año.Don Maximino y su familia son los encargados de ofrecer la espectacular decoración que ellos mismos costean, tanto alrededor de su fachada como en parte del camellón que es aprovechado por numerosos grupos de personas para tomarse una foto del recuerdo.Aunque la decoración es colocada desde hace 14 años por los dueños de la vivienda, fue desde hace dos años que ante el creciente interés de niños y adultos por visitar la casa más iluminada y navideña de la zona, los propietarios decidieron poner parte de su decoración en el camellón de la avenida Faro, para dar oportunidad a las personas de gozar del espectáculo luminoso.
Es así que bajo el auspicio de la familia, en cuanto cae la noche y se encienden las luces, se puede observar el peregrinar de los curiosos por ver de cerca el ornato navideño.Pero el desprendimiento de don Maximino va más allá, pues además de costear la decoración navideña que es acompañada por villancicos y música de fondo de su propio bolsillo, este año decidió poner vigilantes que ayudan a las familias con niños a cruzar la calle, pues desgraciadamente no falta el conductor imprudente que pasa a alta velocidad.
Además, los días 22 y 23 de diciembre a partir de las ocho de la noche, un Santa Claus entrega dulces y obsequios a los visitantes, como una muestra de la buena voluntad de los moradores de la casa iluminada.mac
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