En España se crían más de 56 millones de cerdos al año, la mayoría de ellos pasan la vida encerrados en granjas industriales. Aunque existe normativa para proteger a los cerdos, hay una alta tasa de incumplimiento, por ejemplo, se les somete a procedimientos dolorosos como la mutilación de cola sin anestesia, además, las condiciones propias de la explotación intensiva provoca que muchos animales mueran en granjas o se encuentren enfermos y lesionados.
El video e imágenes de este trabajo de investigación realizado por los investigadores de Igualdad Animal, recopilan escenas obtenidas durante los meses de mayo y junio de este año, en 5 granjas elegidas al azar en la comunidad autónoma de Aragón y muestran animales con heridas sin recibir tratamiento, cerdos con prolapsos, animales compartiendo espacio con cadáveres y deficiencias higiénico-sanitarias, entre otras irregularidades.
Igualdad Animal revela que las evidencias corresponden a la etapa de engorde, que empieza después del destete, donde los animales son engordados hasta pesar 120 kilos, para ser enviados al matadero.Igualdad Animal revela que las evidencias corresponden a la etapa de engorde, que empieza después del destete, donde los animales son engordados hasta pesar 120 kilos, para ser enviados al matadero.
En términos generales los investigadores documentaron graves violaciones del bienestar animal, como:
- Prolapsos de útero por la presión de los embarazos y partos a los que son inducidas las cerdas para la producción, también, prolapsos de ano por la presión abdominal, en cerdas y cerdos.
- Heridas y lesiones en diversas partes del cuerpo de los cerdos como lomo, ojos, piernas, en la piel de cuello y hombro, algunas heridas tenían pus.
- Animales con genitales inflamados e infecciones en los pezones.
- Animales con cojera, signos evidentes de falta de bienestar.
- Algunos cadáveres eran mordidos por otros cerdos.
Signos de falta de higiene como gusanos y cadáveres de ratas.
Todo esto sucede, mientras el país carece de inspecciones por parte de las autoridades, para controlar el bienestar animal dentro de la granjas.
En 2021, las inspecciones sólo alcanzaron al 1,67% de las granjas, es decir solo 2,881 granjas del total de 17,2079 objeto de control. Además, en más del 30% de las granjas inspeccionadas en 2021 se detectaron incumplimientos; y las inspecciones se realizan con un preaviso de entre 48 y 72 horas. Pueden pasar 60 años para que una granja sea inspeccionada en España.
Estas escenas de crueldad y maltrato no son aisladas, en todas las industrias cárnicas del mundo sucede y México no es la excepción.
Desde 2016, el equipo de Igualdad Animal en México ha denunciado las crueles prácticas en la producción de carne de cerdo en México. En una investigación presentada en 2021, realizada en el rastro no. 22 investigado, evidenció que las condiciones de crueldad e ilegalidad no son una excepción, sino una regla en la industria.
En 2022 lanzó una nueva investigación, que muestra que los cerdos destinados para consumo son violentados desde su nacimiento, teniendo vidas miserables hasta el día de su matanza.
El video presentado por la organización, es una denuncia pública y ciudadana que defiende el derecho al consumidor a estar informado sobre un sistema cruel, insostenible y negligente que no solo mantiene a los animales viviendo un infierno, sino también pone en riesgo la salud de los consumidores.
En un estudio realizado por expertas en comportamiento e inteligencia animal sobre estos animales, se encontró que los cerdos tienen capacidad de experimentar emociones que se ven afectadas por el estado de otros cerdos (esta es la base de la empatía), generan memorias, así como disfrutar del mundo a través de juegos, característica que comparten con otros animales, como delfines y perros.
Los cerdos deberían poder disfrutar de sus vidas, libres de crueldad, sin embargo, la ganadería industrial y el consumo de carne se los niega.