Guadalajara

20 instituciones relacionadas con este caso respondieron que los documentos ya no existen

INVESTIGACIÓN: Desaparecen la memoria y los archivos del 22 de abril

(Primera parte)

La memoria y los archivos de las explosiones del 22 de abril de 1992 están desapareciendo, de forma volátil, como se esfumó también la justicia y una verdad satisfactoria para los ciudadanos en torno a esta tragedia.

La mayoría de los archivos legales, administrativos, médicos, técnicos e históricos, en torno a este caso, no fueron resguardados de forma adecuada y diversas instituciones reportan que “no existen”. 

En una investigación efectuada por mecanismos de transparencia, se requirió información pública del caso a 23 dependencias e instituciones municipales, estatales y federales, que estuvieron involucradas de alguna manera con este tema, 20 sujetos obligados respondieron que la información es inexistente. Ante la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) se presentaron 33 solicitudes, ya que en algunos casos se requirió más de una información a un mismo destinatario. 

Las dependencias que deberían resguardar documentos sobre este caso, como es el Gobierno del Estado de Jalisco -que también atendió el asunto- respondió a la solicitud “como negativa por inexistencia”.

“Los desaparecieron (los archivos), pues era muy conveniente para ellos que no quedara evidencia de lo que pasó”, es la conclusión de la presidenta de la asociación 22 de abril en Guadalajara, Lilia Ruiz Chávez, al conocer los resultados de esta investigación periodística.

ARCHIVOS QUE DESAPARECIERON

 Expediente de la investigación 

La Fiscalía Estatal (FE), el Consejo de la Judicatura del Estado de Jalisco, la Fiscalía General de la República (FGR) y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), también contestaron que no tienen información al respecto, esto a pesar de que fueron las autoridades responsables de llevar a cabo en su momento las investigaciones y los juicios legales, de las carpetas de investigación 1236/92 y 1170/92, la primera en lo local y la segunda en lo federal.

 Autopsias

El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) omitió entregar la información de las autopsias o de los registros realizados por decesos ocurridos por causa de las explosiones. Aunque la respuesta a la petición de información fue “afirmativa”, en los hechos evadió entregar la información solicitada, aduciendo que ya está publicada, contestó que “la información relativa a las estadísticas derivadas de la realización de las necropsias puede consultarse en la página de Internet del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, se invita a la parte solicitante a consultar la página oficial del sujeto obligado”, para consultar las estadísticas; pero en el portal no está la información requerida.

 Pese a que la existencia de la información solicitada está documentada en un escrito oficial del IJCF, ya que en la solicitud con número de folio 00328909 que se encuentra en la Plataforma de Transparencia, el entonces director general del Servicio Médico Forense, Mario Rivas Souza (hoy finado), respondió de forma afirmativa a una petición de información, y reveló la existencia de dicho registro: “De las 184 autopsias registradas (por causa de las explosiones) aparecieron cuatro personas de apellidos Ramírez”.

 Pemex

Petróleos Mexicanos (Pemex) y el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) argumentaron que no tienen ni información, ni documentos referentes a este tema, pese a que este último realizó el dictamen técnico en el que se basó la explicación oficial de la causa de la tragedia y aún y cuando Pemex efectuó la donación de 100 mil millones de pesos de `aportación’ para las labores de reconstrucción de la zona afectada y que también donó 40 millones de pesos al Fideicomiso de Apoyo de Seguridad Social (FIASS), del cual actualmente se entrega una pensión mensual a 54 lesionados. Del último dinero entregado, 10 millones de pesos fueron otorgados en el año de 2001 y 30 millones de pesos se pagaron en el año 2003.

La donación inicial de Pemex quedó asentada en varias notas periodísticas de la época, como la de Raúl Llanos y Roberto Zamarripa, en el diario la Jornada de 1992. De ello también se siguió dando cuenta en publicaciones de 20 años después como la de Sergio René De Dios Corona, en la revista Expansión en la que se menciona lo siguiente: “El gobierno federal y Pemex aportaron 331 millones de pesos que administró un patronato para pagar indemnizaciones y ayudas a 10,000 personas”.

 Sin embargo, Petróleos Mexicanos no reconoció tener información de los documentos relacionados con dichas donaciones económicas, ni para la reconstrucción de la zona dañada, ni para el apoyo a los lesionados de la tragedia. 

 En fuentes académicas también se asentaron las acciones de Pemex en este caso, las investigadoras Cristina Padilla y Rossana Reguillo, apuntaron en la publicación de 1993 titulada “Quién nos Hubiera dicho, Guadalajara, 22 de abril”, que “el estudio del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) es descalificado por expertos”, y agregaron que técnicos del Distrito Federal rechazan la versión de PEMEX y del Instituto Mexicano del Petróleo sobre la "fuga posterior a las explosiones".

 La nota periodística titulada “Gasolina de La Nogalera, el material que explotó el 22-A”, de Agustín del Castillo, de Milenio en 2018, hace mención de las declaraciones del ex procurador General de la República, Ignacio Morales Lechuga, sobre la intervención del Instituto Mexicano del Petróleo en la investigación de la determinación de las causas de dicha explosión, el texto también refiere que el exfuncionario, declaró que “los simulacros realizados con apoyo del Instituto Mexicano del Petróleo y otras instituciones especializadas comprobaron el mecanismo. La explosión avanzó porque todo estaba lleno de gas y oxígeno. Fue una distancia de ocho kilómetros de destrucción”.

 ARCHIVOS QUE SE CONSERVAN

Las únicas instituciones que respondieron que sí tenían información sobre este tópico fueron el Congreso del Estado de Jalisco, el Ayuntamiento de Guadalajara y el Archivo General de la Nación (AGN). 

El archivo más importante y mejor conservado sobre este caso es el que resguarda el Poder Legislativo de Jalisco, pues tiene declaraciones de los funcionarios involucrados, peritajes, comunicaciones oficiales y reportes, entre otros documentos. El acervo incluye las 32 mil 500 hojas de las averiguaciones previas 1236/92 y 1170/92, que están archivadas en 64 y siete tomos respectivamente, almacenados en 13 cajas en el área de Biblioteca, Archivo y Editorial de la institución.

Cabe destacar que esa documentación se encuentra en este lugar porque los diputados locales crearon -el 16 de marzo de 1995- la Comisión Especial de Seguimiento y Evaluación de los Hechos del 22 de abril (Jalisco, 1995), que ahora ya no está activa.

Entrevistado al respecto, el secretario general del Poder Legislativo y responsable del Sistema Interinstitucional de Archivos del Congreso del Estado, José Tomás Figueroa Padilla, aseguró que el Congreso del Estado tiene bien resguardado ese archivo y están trabajando para mejorar las condiciones de conservación.

“A mí no me toca opinar respecto de otras instituciones, a mí lo que me toca es cuidar y resguardar los documentos que se tienen aquí en el Congreso. La ventaja es que aquí hay un documento de los temas del 22 abril y lo podemos poner a disposición de cualquier autoridad, en caso de requerirlo, y aquí lo conservamos, de eso se trata de cuidar los archivos históricos, tenemos una responsabilidad y nosotros no hemos renunciado a ella, sobre todo hemos incrementado las medidas de seguridad para cuidar todos y cada uno de los archivos que se generan aquí en este Poder”, expresó.

 El funcionario del legislativo informó que tienen el plan de mudar todo el archivo a un nuevo espacio de 450 metros cuadrados en el edificio Juárez, al cual se mandarán todos los documentos, tanto los del Archivo Histórico como los de concentración. Aseguró que el lugar tendrá las condiciones óptimas para la preservación de los archivos como el de la humedad controlada, sistema contra incendios y un área para exponer los documentos históricos más antiguos. Agregó que 38 personas que están en el área tomaron una capacitación con el Colegio del Estado de Jalisco, para detectar y diferenciar los archivos históricos, de los de concentración y de los de desecho.

 La actual diputada local por el partido, Hagamos, Mara Robles Villaseñor, quien en 1992 ocupaba el cargo de secretaria general de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), y quien participó en el rescate de las víctimas minutos después de ocurrida la tragedia, calificó como una falta muy grave que estén desapareciendo los archivos sobre este asunto.

 “Es urgente que el Congreso del Estado, preserve, digitalice y difunda toda la información que tenga de ese terrible acto de negligencia criminal, que se cometió contra los habitantes de Guadalajara, específicamente de la zona de Analco. Me parece muy grave que estén desapareciendo los archivos, porque eso te habla de qué se quiere encubrir un crimen de Estado. Como todos sabemos lo que estaba ocurriendo en Gante era público y notorio, los vecinos habían denunciado el olor a gasolina y el gobierno no hizo nada, y todos sabemos que esa explosión fue por gasolina y que hasta la fecha Pemex no ha reconocido su responsabilidad, si es que la tiene, de tal manera me parece muy grave que se quiera borrar la memoria histórica, jurídica, y sobre todo de las vidas de las personas”, declaró.

Villaseñor indicó que era una obligación de las instituciones preservar los archivos, que están desapareciendo deliberadamente, o por indolencia o por negligencia. Dijo que en el caso no hay perdón y olvido y tiene que hacerse justicia y va a ser imposible hacer justicia si los archivos desaparecen.

(Continuará...)

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