Los peces son seres sintientes y conscientes. Estos son hechos ampliamente demostrados por la comunidad científica y aun así, estos animales siguen siendo en gran parte del mundo, los más desprotegidos por las leyes y los que más sufren de aquellos que son explotados para el consumo humano.
En México, ninguna ley reconoce a los peces como animales, sino como recursos, lo cual evidencia el nivel de abandono en el que se encuentran, especialmente en la cría intensiva de la acuicultura, donde existen las llamadas “granjas de peces”.
De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), actualmente la mayoría de peces que se destinan al consumo humano (51%) proviene de granjas; en otras palabras: estos animales pasan toda su vida sin conocer la libertad y en condiciones de extremo hacinamiento y crueldad.
Dentro de los “estanques” donde se cría a los peces, la densidad llega a ser tan alta que no pueden nadar y, en ocasiones, esta situación provoca que salgan del agua. En investigaciones, Igualdad animal ha exhibido que el agua utilizada para su crianza es de mala calidad y con altos niveles de amoniaco y nitrato, lo que provoca enfermedades tanto infecciosas como no infecciosas.
En el proceso de matanza, a los peces normalmente se les asfixia sacándolos del agua, un dolor que se extiende incluso por horas. Aún así, llegarán conscientes a las líneas donde se les sacarán las vísceras sin ningún tipo de aturdimiento.
Protección desigual en el mundo
En México la protección legal de los peces está rezagada, por lo que Igualdad Animal impulsa la campaña “Los peces sientes, ¡protégelos hoy!”, cuyo primer propósito es informar a la sociedad en general sobre la necesidad de reconocerlos como seres que merecen compasión y respeto, como cualquier otro animal.
En países como el Reino Unido, la protección es más avanzada aunque sigue siendo insuficiente. Sin embargo, es destacable que la organización ha logrado que el tema se discuta en Parlamentos y Tribunales, mientras la sociedad exige mejores prácticas de crianza, aturdimiento y matanza y se posiciona fuertemente contra megagranjas de acuicultura y el sufrimiento que causa a millones de peces.
Por supuesto, cada nación y sociedad avanza a su propio ritmo y hoy podemos decir que con campañas como “Los peces sienten” y el apoyo que ha recibido de la población son un primer paso hacia un mundo más justo y compasivo. Para conocer más sobre la acuacultura, los peces y cómo puedes protegerlos visita: ia.onl/-peces-sienten