Universidades

Jóvenes en riesgo por exceso de ruido

La contaminación auditiva se está saliendo de control en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), y desde hace 10 años, cada vez son más los jóvenes que piden atención audiológica o registran problemas de hipoacusia (disminución de la audición), advirtieron especialistas de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

De acuerdo con el jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Civil de Guadalajara, Dr. Juan I. Menchaca, Carlos Radillo Martínez Sandoval, “antes, los pacientes eran de la tercera y cuarta edad, ahora tienen entre 18 y 35 años. Tan sólo la consulta externa de otorrinolaringología al año registra 240 pacientes jóvenes con hipoacusia”.

HAY MÁS RUIDO

Por su parte, la investigadora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Martha Georgina Orozco Medina, dijo que el problema se agudiza porque estamos expuestos a más niveles de ruido de diversos orígenes y crecen los hábitos relacionados con la tecnología.

“Exposición al ruido laboral, disparos de armas de cacería o pirotecnia y uso de auriculares, son las principales causas de traumas por sonidos intensos. Este problema de salud pública y ambiental también está relacionado con lugares ruidosos como bares o el tráfico de vehículos, éste último ocupa el primer lugar como fuente de ruido ambiental en Guadalajara”, aseveró.

Por otra parte, diversas investigaciones del CUCBA apuntan que en la actualidad, los jóvenes escuchan música entre 50 y 98 decibeles, y 45 por ciento lo hace entre dos y tres horas diarias. De acuerdo con el trabajo, “los jóvenes encuestados están en condición de riesgo a padecer algún daño auditivo si continúan con la práctica de escuchar a alto volumen y por periodos prolongados”.

Otros estudios indican que hay bares, centros nocturnos y otros sitios que de manera frecuente exceden los niveles máximos permisibles. “Al interior del establecimiento podemos encontrar incluso, niveles superiores a los 90 decibeles y niveles máximos de hasta 100 decibeles”. ¿Qué significa esto? Que es un ruido que se puede encontrar en una fábrica o en un aeropuerto”, añaden las investigaciones.

Por lo anterior, Martha Orozco plantea que “se tiene que conceder al generador de ruido la corresponsabilidad para que asuma esa parte del monitoreo de regular sus emisiones de ruido, y proteger tanto la salud de sus trabajadores como la de los vecinos y clientes”.

Por último, la investigadora de la UdeG, lamentó que las autoridades no den el mismo tratamiento e interés al ruido como lo hacen con otros contaminantes físico-químicos, por lo cual no existe un monitoreo eficiente en la ciudad.

PARA SABER

Algunas de las repercusiones de la exposición al ruido son acústicas: disminución de audición, zumbidos permanentes graves y agudos, vértigo o mareo, y no acústicas: estrés, dolor de cabeza, presión alta, entre otras.

lg

Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .

Lo más relevante en México