Un proyecto de tesis realizado en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) ha trascendido las aulas y los laboratorios para convertirse en un producto biotecnológico que podría transformar las prácticas agrícolas. Se trata de Triasper, un bioinsumo creado a partir de esporas del hongo Trichodermaasperellum, diseñado para fertilizar cultivos, reducir el uso de agroquímicos y combatir mermas causadas por hongos fitopatógenos.
El origen del proyecto
El desarrollo de Triasper comenzó en 2011 como parte de la tesis de Juan Pablo Hernández García, egresado de Biología de la UAG y originario de Uruapan, Michoacán. Con la dirección del Dr. Miguel Beltrán García, profesor-investigador del Laboratorio de Agrobiotecnología de la universidad, Hernández trabajó en el aislamiento y evaluación de hongos endófitos que pudieran controlar el hongo Colletotrichumgloeosporioides, causante de la antracnosis en aguacates.
El trabajo académico fue titulado “Uso de hongos endófitos de la raíz del árbol de aguacate para el control del hongo fitopatógeno del fruto Colletotrichum Gloeosporoides (clavo)” y marcó el inicio de un proyecto que recientemente obtuvo el registro oficial de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), requisito indispensable para su comercialización.
Una alternativa sostenible
El propósito principal de Triasper es reducir la dependencia de agroquímicos en cultivos como el aguacate, las berries y el agave, ofreciendo una alternativa más sostenible y amigable con el medio ambiente. Según explicó Hernández, este proceso implicó una inversión significativa y un largo recorrido de más de siete años para cumplir con los requisitos de las autoridades sanitarias.
“El registro de Cofepris representa un paso importante para que los agricultores consideren este tipo de productos como una opción viable y confiable”, destacó el biólogo, quien también se dedica al cultivo de hongos comestibles.
Hernández recuerda con gratitud su etapa universitaria y al Dr. Miguel Beltrán, cuyo enfoque en la investigación agroecológica fue clave para inspirarlo. “El laboratorio de agrobiotecnología y mis profesores dejaron una marca importante en mi formación, no solo por su conocimiento, sino también por su forma de transmitirlo”, compartió.
El impacto esperado
Con el registro oficial y los beneficios comprobados de Triasper, se espera que este bioinsumo pueda extender su aplicación a diversas áreas agrícolas, aportando soluciones eficaces contra enfermedades en cultivos y contribuyendo a una agricultura más sostenible en México.
Este caso es un claro ejemplo del potencial de la colaboración entre instituciones académicas, investigadores y la iniciativa privada para generar innovación con impacto directo en el sector productivo.