
El consumo de cigarros electrónicos ha acelerado la aparición de enfermedades respiratorias en jóvenes, advirtieron especialistas del Hospital Civil de Guadalajara (HCG), al participar en las actividades conmemorativas por el Día Mundial sin Tabaco, celebrado el 31 de mayo. De acuerdo con la Gaceta de la UdeG, los expertos alertaron que, a diferencia del tabaquismo tradicional, los efectos del vapeo se presentan de forma más temprana y severa.
Gerardo Antonio Rojas Sánchez, jefe del Servicio de Fisiología Pulmonar e Inhaloterapia del Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, explicó que anteriormente los síntomas de enfermedades pulmonares aparecían tras una década de consumo. Sin embargo, ahora se detectan casos de obstrucción en las vías respiratorias apenas dos o tres años después de iniciar el uso de estos dispositivos. De mantenerse esta tendencia, advirtió, habrá un incremento en los diagnósticos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) relacionados con los cigarros electrónicos.
Esta situación se complica porque los síntomas —como tos persistente, flemas y dificultad para respirar— suelen confundirse con asma, especialmente en adolescentes. Por ello, el especialista recomendó evitar el uso de vapeadores y acudir a los servicios médicos al notar señales persistentes.
Por su parte, Gustavo Rosales Chávez, médico del Servicio de Neumología del Nuevo Hospital Civil “Juan I. Menchaca”, señaló que aunque aún falta evidencia científica concluyente sobre los efectos a largo plazo del vapeo, los casos actuales muestran un incremento alarmante de jóvenes con daños respiratorios atribuibles al consumo de estos productos.
“Hemos atendido a pacientes desde los 15 o 16 años con síntomas respiratorios que antes eran inusuales a esa edad, salvo en casos de infección”, explicó el especialista.
La cifra de personas afectadas por enfermedades derivadas del humo de tabaco —incluso sin haber fumado directamente— podría superar el millón y medio, según Rosales. Además, destacó que hasta el 90 % de los diagnósticos de EPOC están directamente vinculados con el tabaquismo.
Los daños no se limitan al sistema respiratorio. Eduardo Alberto Villaseñor Rodríguez, del Servicio de Cardiología del Hospital Civil de Oriente, explicó que el tabaco es también un factor de riesgo cardiovascular. Dejar de fumar reduce significativamente el riesgo de infarto en tan solo 24 horas, y a largo plazo puede igualar el estado de salud al de personas que nunca han fumado.
En el ámbito oncológico, Alan Daniel Pérez Fregoso, del Servicio de Oncología del Antiguo Hospital Civil, advirtió que el tabaco afecta la efectividad de los tratamientos contra el cáncer. No sólo incrementa el riesgo de aparición de tumores, sino que también disminuye la respuesta a terapias como la inmunoterapia y complica el manejo postquirúrgico en pacientes fumadores. En algunos casos, el riesgo de desarrollar un segundo tumor se multiplica por siete.
Ante este panorama, los especialistas de la UdeG hicieron un llamado urgente a reforzar las campañas de prevención, ofrecer apoyo psicológico y médico para dejar el tabaquismo, y aumentar la conciencia sobre los riesgos del vapeo y el cigarro convencional. También recordaron que el HCG colabora con el Programa de Detección Oportuna de Cáncer de Pulmón (DETECTO) del Instituto Nacional de Cancerología, que ofrece servicios gratuitos para identificar a tiempo esta enfermedad.