
Durante cada temporada de lluvias, hasta 526 millones de metros cúbicos de agua se desperdician en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), al escurrir sin ser aprovechados hacia el drenaje. Sin embargo, con una correcta infraestructura de captación de agua de lluvia, esa misma cantidad podría cubrir la demanda que actualmente se satisface mediante la extracción de cuerpos como el Lago de Chapala, la Presa Calderón y acuíferos locales.
Así lo señaló Arturo Gleason Espíndola, académico del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), durante una rueda de prensa donde presentó el potencial de estos sistemas sustentables. La información fue retomada de un reportaje publicado por Gaceta UdeG.
Gleason detalló que en promedio, durante cada temporal, caen alrededor de 887 millones de metros cúbicos de lluvia sobre el AMG, pero el 60 % se pierde por falta de infraestructura para captarla. En contraste, la demanda actual se cubre extrayendo 200 millones de metros cúbicos del Lago de Chapala, 15 millones de la Presa Calderón y otros 90 millones de pozos y acuíferos.
“Si captáramos al menos el 35 % de esa lluvia, podríamos igualar el total que actualmente se extrae de las fuentes tradicionales”, destacó el investigador, al insistir en que la gestión hídrica urbana debe replantearse para dejar de depender exclusivamente de fuentes externas.
La propuesta del CUAAD incluye sistemas de captación adaptables a distintos contextos: desde soluciones simples con barriles hasta diseños complejos para hoteles, hospitales o naves industriales. De acuerdo con Juan Carlos Almaguer Ávila, presidente del XV Consejo Directivo del Colegio Metropolitano de Ingenieros Civiles de Jalisco, el costo de instalación no tiene por qué ser elevado. Los sistemas básicos para viviendas pueden costar entre 1,500 y 2,000 pesos, mientras que una instalación completa puede oscilar entre 15,000 y 50,000 pesos.
Entre los casos exitosos, destacó la instalación de un sistema de captación en la Preparatoria 19 de la UdeG, donde el agua recolectada en los techos de las canchas deportivas puede incluso ser potable. Esta iniciativa busca no solo resolver necesidades hídricas, sino también concientizar a las nuevas generaciones sobre el uso responsable del recurso.
“Es clave que los niños y jóvenes vean directamente cómo funciona un sistema de captación. Eso ayuda a crear una cultura del cuidado del agua desde edades tempranas”, afirmó Almaguer Ávila.
La propuesta no sólo responde a la urgencia por garantizar el abasto de agua en el AMG, sino que abre una vía viable y sostenible para que ciudadanos, escuelas y empresas adopten soluciones accesibles frente a un escenario climático cada vez más incierto.