A partir del 2017, cada 27 de junio se celebra el Día Mundial de las Pequeñas y Medianas empresas (PYME). Proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), acaecido después de muchos debates y propuestas, pero con la intención de reconocer la importancia de las PYME en el desarrollo económico, social y ambiental en el mundo. Siendo motor clave del desarrollo sostenible global.
Como cada Día Mundial interpuesto por la ONU, es declarado como tal con el objetivo de crear conciencia sobre la gran contribución de las PYME en la dinámica global. Como son la creación del empleo, el crecimiento económico, la generación de nuevo empleo y gran aportación al Producto Interno Bruto (PIB) de cada nación. Además, contribuyen de forma esencial a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que ha propuesta la ONU en el año 2015. Especialmente en el ODS #8 que se enfoca en el trabajo decente y crecimiento económico, y en el ODS #9 que se encuadra en aspectos de industria, innovación e infraestructura.
Pero cómo y por qué surgió la idea de implementar un día a nivel internacional de la PYME; al igual que otros días que se deben conmemorar mundialmente como serían el día internacional del migrante, de la lucha contra el cáncer, etc. Todo comenzó después de la reunión anual del International Council for Small Business (ICSB), que año con año se celebra alrededor del mundo. El ICSB es el organismo internacional sin fines de lucro más importante y transcendente dedicado al estudio profundo de la PYME a través de las distintas expresiones de las mismas ocurridas en todas las naciones del mundo. En su congreso internacional número 61, celebrado coincidentemente en la ciudad de Nueva York (cede mundial de la ONU), en el año de 2017, y a través de la iniciativa de su expresidente, el argentino Mariano Mayer, solicitó a ONU Noticias esta petición de darle el lugar que se merecen las PYME a nivel mundial.

A su vez, la ONU, al interesarse de esta petición, hizo una invitación a los Estados Miembros a unirse a la celebración de la PYME a través de que sus miembros compartieran sus investigaciones sobre la situación de éstas en cada país. Además, de concretar debates sobre políticas, talleres de profesionales y testimonios de empresarios, en colaboración conjunta con organizaciones del sector público y privado. Por lo que se vio dimensionó el impacto y alcance que tienen las PYME en todas las regiones. Todos sus miembros aceptaron su importancia y dicha petición, por lo que de esta forma se instauró formalmente este día.
En el caso particular de México, tampoco podemos pasar por alto la importancia y el impacto que tienen las PYME, no solo en la economía nacional, sino en aspectos sociales y ambientales, cuya penetración, alcance y limites son tan amplios que no cualquiera pudiera imaginar.
Anteriormente en este espacio yo había hablado de la importancia de las PYME, pero es importante – y a la vez necesario -, recordarlo: Las PYME, que incluyen también a las micro empresas, es decir entidades económicas con 10 empleados o menos, representan el 99.5% de todas empresas, ya sea formales o informales, establecidas en nuestro país. Generan el 52% del PIB, a su vez, son generadoras del 70% del empleo, y del 80% del nuevo empleo. Portadoras del equilibrio de las economías más vulnerables del país, como son empresas de comida, puestos en tianguis, comercios informales, recolectores, servicios no financieros personalizados (herrería, plomería, albañilería, etc.), que de otra forma estos servicios no se pudieran adquirir por la gran mayoría de los habitantes de México.
Pero a su vez, son también generadoras del 60% de los desperdicios industriales, 70% de los contaminantes y reciclan menos del 10% de sus residuos. Son, además, altamente vulnerables ya que, en la mayoría de las nuevas creaciones de PYME, su ciclo de vida no va más allá de 2 años. Tienen poco acceso a crédito bancario, por lo que las hace innovar muy poco. Se desarrollan en un ambiente de alta inseguridad y peligro. Sus dueños tienen poca preparación administrativa y financiera. En un 83% adquieren una figura de empresa familiar. Y poseen más del 50% de empleados informales, es decir no tienen acceso a la seguridad social y la mayoría no pagan impuestos.
Observándose en general grandes limitaciones, pero lo sorprendente y admirable de las PYME es que la mayoría salen adelante, se mantienen de pie de lucha ante todas las adversidades, y son y seguirán siendo los motores económico y social de muchas familias mexicanas.
Por todo esto, más que merecido que haya un día a nivel internacional, apoyado por la ONU, para conmemorarlas. Es deber de todos trabajar, desde todos los sectores, más por ellas para que se consoliden mejor. Y así, no subestimarlas y reconocer su trascendencia milenaria en cada rincón de nuestro planeta.
*Dr. Francisco Ernesto Navarrete-Báez / Profesor Investigador / Universidad del Valle de Atemajac / francisco.navarretequniva.mx