Metrópoli

Ivonne Villegas, quien además de ser maestra, trabaja como conductora de Uber, enfrenta el reto de equilibrar sus pasiones y responsabilidades laborales, mientras comparte sus aprendizajes y retos en un doble turno que refleja la realidad de muchas mujeres trabajadoras en México

Vocación y precariedad: el doble turno de la maestra mexicana

Ivonne Selene (María Ramos/María Ramos)

El Día del Maestro se celebra en México reconociendo la labor de los docentes en la formación de generaciones y la construcción del futuro. Sin embargo, la realidad de muchos maestros del país es que su vocación enfrenta retos de precariedad, doble jornada laboral y la necesidad de encontrar alternativas para subsistir económicamente. Este es el caso de Ivonne Villegas, una mujer que ha logrado combinar su vocación como docente con un trabajo en la conducción de Uber, una alternativa para complementar sus ingresos.

Ivonne es una mujer multifacética: es profesora a nivel licenciatura y maestría, terapeuta, y madre soltera de un pequeño de tres años. A lo largo de su carrera ha trabajado en diversas universidades como la Unitec, la Universidad del Tepeyac y la Universidad Mexicana. Sin embargo, su camino hacia la docencia no fue una línea recta. Antes de ser maestra, trabajó en el área de recursos humanos en empresas. Fue en 2007, cuando su madre sufrió un accidente que le dejó una vértebra rota, que Ivonne tuvo que dejar temporalmente su trabajo para cuidarla, lo que marcaría el inicio de una nueva etapa en su vida.

Tras un año de cuidar a su madre, Ivonne volvió al ámbito laboral, pero el tiempo que estuvo fuera le complicó el reintegro a empresas. “Me decían que no entendían por qué había dejado de trabajar un año”, recuerda. Fue entonces cuando una amiga le sugirió incursionar en la docencia, y así comenzó a dar clases en la Universidad Tecnológica de México (Unitec), donde rápidamente se destacó. En sus palabras, lo que la motivó fue la flexibilidad horaria, ya que, en sus primeros años de docencia, aún debía cuidar de su madre.

Pero a pesar de su éxito como docente, Ivonne también necesitaba generar más ingresos, especialmente después de que naciera su hijo Alejandro, quien en sus primeros años fue muy enfermizo. “Me vi obligada a buscar alternativas”, explica. Fue entonces cuando un amigo le sugirió trabajar en Uber, una plataforma que le ofrecía la posibilidad de tener un horario flexible y adaptar su trabajo a las necesidades de su hijo.

Ivonne Selene (María Ramos/María Ramos)

En su primera semana como conductora, Ivonne experimentó las dificultades típicas del comienzo: “Tuve una mala experiencia trabajando de noche, con pasajeros ebrios y situaciones incómodas”, señala. Sin embargo, tras recibir el consejo de un amigo, probó trabajar en horarios diurnos y pronto se dio cuenta de que, además de poder atender a su hijo, los ingresos eran adecuados y estables. “Lo probé y, efectivamente, pude estar con mi hijo cuando estuvo enfermo y no tuve que pedir permiso a nadie”, comenta con satisfacción. A partir de ese momento, Ivonne adoptó Uber como una segunda fuente de ingresos, sin descuidar su labor como docente ni terapeuta.

La experiencia de Ivonne refleja la realidad de muchos maestros mexicanos, que, pese a su vocación, enfrentan condiciones laborales difíciles y, en muchos casos, recurren a actividades adicionales para subsistir. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la gran mayoría de los maestros en México trabajan bajo condiciones de contratación precaria. La Jornada de Trabajo y el salario docente no siempre son suficientes para cubrir las necesidades básicas, especialmente en zonas rurales o en áreas metropolitanas con altos costos de vida. Además, los bajos salarios y la falta de prestaciones sociales en algunos casos empujan a los educadores a asumir más de un empleo para lograr una estabilidad económica.

Ivonne también subraya que, a pesar de las complicaciones de trabajar en dos empleos, la vocación sigue siendo lo que la impulsa a seguir adelante. Su motivación principal es “compartir mi experiencia con los alumnos y contribuir al desarrollo de sus habilidades tanto emocionales como intelectuales”.

Esta es una faceta que le permite brindar una enseñanza más integral, considerando no solo los contenidos académicos sino también el bienestar emocional de sus estudiantes. La mayoría de sus alumnos de maestría, que son empresarios y directivos, buscan más que un maestro que les proporcione conocimientos, buscan un guía que los ayude a enfrentar los retos emocionales que enfrentan en sus profesiones.

Para Ivonne, el equilibrio entre sus múltiples responsabilidades radica en la organización. No da clases todos los días ni terapia todos los días, pero tiene una agenda estructurada que le permite realizar sus actividades sin descuidar a su hijo.

“A veces, cuando estoy trabajando con Uber y tengo una terapia online, me estaciono en algún lugar y atiendo a los pacientes mientras me aseguro de cumplir con mis responsabilidades”, relata.

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