Metrópoli

Pese a los aguaceros que inundan la CDMX, la crisis hídrica sigue siendo una realidad. El desabasto arrastra plusvalía; 92% de las viviendas tendrá suministro deficiente en 2030, según Sacmex

Vivir sin agua: el alto costo de habitar la capital mexicana

Escasez de agua en México
Crisis hídrica en la CDMX Sacmex estima para 2030 solo el 8% de las viviendas tendrá un servicio adecuado. (La Crónica de Hoy)

El 2 de junio, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que el Sistema Cutzamala cuenta apenas con 380 millones de metros cúbicos, es decir, el 48.57% de su capacidad total. Una cifra que, aunque representa una ligera mejora respecto a meses anteriores, no disimula lo evidente: la Ciudad de México está en ruta directa hacia un colapso hídrico.

Y si aún hay quien lo duda, basta con escuchar a expertos como Alejandro Sena, director de Dinero.mx, quien advierte que la capital sigue en estrés hídrico.

“Existe una amenaza real de quedarse sin agua potable suficiente para cubrir las necesidades básicas”, afirma. Y lo que suena a distopía tiene fecha probable: el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) calcula que el Día Cero podría llegar en 2028.

Comprar casa sin agua

El impacto no es solo ambiental. La falta de agua ya comienza a deteriorar el valor inmobiliario de zonas completas. El costo de vivir en una ciudad sin agua incluye no solo el gasto en pipas, sino también la pérdida de plusvalía en viviendas ubicadas en colonias con desabasto crónico.

Sacmex estima que para 2030 solo el 8% de las viviendas tendrá un servicio adecuado, mientras que el racionamiento diario aumentará 35%, el tandeo semanal 20% y el uso de servicio enmascarante 17%.

Tlalpan: de abundancia a desastre hidráulico

La alcaldía más golpeada por la crisis es Tlalpan, donde en febrero de 2025 más del 50% de sus colonias sufrieron disminución del suministro. De 280 colonias afectadas en toda la ciudad, 94 fueron solo en esta demarcación. A esto se suma un escandaloso 50% de pérdidas por fugas y tomas irregulares. Colonias como San Fernando y Padierna están en la línea roja.

Iztapalapa: la alcaldía más poblada, la más olvidada

Con 1.8 millones de habitantes, Iztapalapa vive en constante racionamiento. Su ubicación —al oriente, lejos de la entrada del Cutzamala— y su histórica marginación la convierten en el epicentro de la emergencia hídrica. Las colonias Santa María Aztahuacán, San Miguel Teotongo y Santa Cruz Meyehualco, entre muchas otras, dependen ya del tandeo y de un sistema incapaz de responder.

Venustiano Carranza e Iztacalco: fugas, desigualdad y abandono

En Venustiano Carranza, la desigualdad en el acceso al agua se traduce en menor consumo diario por habitante que el resto de la ciudad. Las fugas han sido tan graves que algunas terminaron en inundaciones, como la del pasado 12 de mayo en la colonia 20 de Noviembre.

En Iztacalco, el panorama es desolador. Una pipa por semana —si llega— obliga a muchos a usar platos desechables por no tener agua para lavar. Las colonias más afectadas: Tlacotal, Ramos Millán, Yucatán y los barrios de Santiago Norte.

Gustavo A. Madero: con más fugas en 2024

La Gustavo A. Madero no recibe agua del Cutzamala y depende de mantos acuíferos sobreexplotados y contaminados. Para colmo, en 2024 registró 2,749 reportes de fuga, el número más alto en la capital. Colonias como Benito Juárez, Cuautepec, Arboledas y La Casilda ya están viendo disminuir su acceso diario.

Alcaldías como Miguel Hidalgo y Álvaro Obregón, donde ya se impulsan modelos de urbanismo sostenible, podrían contener lo peor del desastre.

También La Magdalena Contreras y Azcapotzalco, cuyos habitantes han adoptado prácticas de ahorro de agua, tienen posibilidades de resistir. Pero el resto del mapa se tiñe de rojo.

La crisis hídrica en la capital ya no es futura: es presente. La diferencia entre un colapso total y una mitigación razonable está en la voluntad política, la inversión inmediata y la acción ciudadana.

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