La actual sequía y escasez de agua en la Ciudad de México están dejando sentir sus efectos en la economía, especialmente en el sector de servicios. Negocios como restaurantes y panaderías se ven obligados a detener sus operaciones por horas debido a la falta de agua, y la perspectiva es que estos paros se vuelvan más frecuentes a medida que avanza la temporada de sequía en el área metropolitana.

De acuerdo con el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), este escenario no solo impacta directamente en la dinámica de crecimiento de la economía local y los precios, sino que también se proyecta como un factor que presionará los costos y generará inflación en diversos sectores económicos.

Esta situación puede afectar la dinámica de crecimiento de la economía local y de los precios. Tan solo en el área metropolitana (CDMX y Estado de México) representa 25 por ciento del PIB nacional.

Impacto en cuanto a la inflación

Federico Rubli, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, advirtió sobre la trascendencia de la escasez de un recurso tan esencial.

Detalla que varios negocios ya están viendo afectaciones, lo que podría tener consecuencias en las expectativas del Banco de México (Banxico) respecto a las tasas de interés. La persistencia de la inflación en enero se suma a los desafíos económicos, influenciando las decisiones de la Junta de Gobierno del Banxico.

Afectaciones en la producción agrícola

Además, la severa sequía está llevando a priorizar el agua para consumo humano, afectando la producción agrícola y generando preocupaciones sobre el aumento de carteras vencidas en el campo. Se plantea la necesidad de reestructurar créditos y establecer programas de emergencia para financiar futuras cosechas.

Mientras tanto, otra crisis se gesta en el ámbito energético, con la petrolera Pemex enfrentando una deuda monumental de 125 mil millones de dólares, superando su propio patrimonio. 

Por ello, Federico Rubli subrayó la urgencia de un plan de negocios transexenal para Pemex, argumentando que inyectar recursos sin una visión a largo plazo no es sostenible. Insistió en la búsqueda de una viabilidad mediante un agresivo plan de negocios que trascienda los cambios de gobierno.

La escasez de agua en la Ciudad de México no solo amenaza la actividad económica local, sino que también expone la necesidad de medidas urgentes y sostenibles tanto en el ámbito agrícola como en el energético para enfrentar los desafíos económicos y medioambientales que se avecinan.