Metrópoli

Golpeó 5 mujeres, violentó una docena más y con 3 carpetas de investigación está libre

Vecinos auxiliaron a una de las víctimas el día que fue golpeada, ellos le contaron que han atestiguado cerca de 15 casos similares y la Fiscalía del Estado de México no ha actuado

La joven busca que las autoridades hagan justicia.

La joven busca que las autoridades hagan justicia.

Yerami recibió una golpiza por parte de su novio, Héctor (de 39 años), el fin de semana pasado; la joven de 19 años cuenta que él trató de ahorcarla, la golpeó con el puño, la cacheteó, la pateó, la mordió y hasta le roció líquido para limpiar el piso en la cara.

En entrevista con Crónica, ella contó que acudió ese mismo día a una Agencia del Ministerio Público Especializada en Violencia Familiar, Sexual y de Género de Ecatepec y fue la policía de género quien la llevó hasta el lugar a denunciar; la persona que recibió su denuncia abrió una carpeta de investigación por “lesiones” y le comentó a Yerami que Héctor ya tenía 2 carpetas más, también por lesiones que causó a otras mujeres, y fue el mismo hombre quien le dijo que su expareja sólo tendría orden de restricción y le dieron una medida de protección que consiste en la vigilancia de su domicilio, medida que no han cumplido pues hasta este jueves no se ha parado ninguna patrulla afuera de su casa.

El día de los hechos, Yerami fue atendida por una ambulancia afuera de la casa del hombre, algunos vecinos se acercaron a ella y le comentaron que no era la primera vez, habían visto que otras jóvenes en el pasado fueron maltratadas por Héctor, atestiguaron cómo las corría y cómo salían llorando de su casa, le dijeron que al menos habrían sido 15 mujeres.

La joven hizo publicaciones en redes sociales contando lo que había vivido y mostró fotografías de las lesiones; gracias a ello pudo contactar a cinco exnovias de Héctor, las víctimas coincidieron en que a todas las enamoraba de la misma manera, “quiero una relación formal, me quiero casar, quiero formar una familia”, el hombre las atrapaba con detalles como flores, salidas, e invitándolas a vivir con él. También terminó a todas igual, las maltrató, golpeó y las corrió de su casa, “a todas nos planteó que nos tatuáramos su nombre”.

“Sólo anotaré las lesiones visibles”, comenta el médico legista

Las anomalías por parte de las autoridades, asegura Yerami, surgieron desde el primer día, pues su declaración no está completa y se omitieron datos relevantes. La médico legista que la atendió ese día fue muy déspota con ella y poco sensible, no quiso incluir en el expediente que tenía un golpe en la cabeza, que hasta la fecha le causa malestar y está inflamado, “yo le dije que traía un chichón en la cabeza y que me dolía mucho, ella me dijo que no podía anotar eso porque me tenía que tocar, que sólo anotaba las lesiones visibles. También le dije que tenía golpes en las piernas, pero me dijo que no se podían contar porque no se veían moretones, pero ya los traigo”, contó la joven.

Como Yerami y Héctor trabajaban juntos, en una agencia de eventos que es de él, se encargó de dar diferentes versiones de lo sucedido a sus compañeros. Aseguró que ella le pidió 50 mil pesos y si no se los daba se quitaría la vida; también dijo que trató de ahorcarse con un cable y que por eso la corrió, y aseguró que lo estaba difamando con sus publicaciones.

La discusión está documentada en las cámaras de video y hay testigos

La joven informó que hay cámaras en el patio de la casa de Héctor, ubicada en Coacalco, por lo que los hechos podrían estar documentados, además sus vecinos fueron testigos de la situación. El día de la golpiza la comenzó a maltratar desde temprano porque “se le había hecho tarde para una entrega y se enojó, hasta me sacó de la regadera, ya habíamos ido a dejar a mi bebé para que la cuidara mi cuñada porque íbamos a ir a trabajar”. Y él le comentó que no la llevaría a trabajar así pues ya había llorado, y los demás se darían cuenta de su estado de ánimo; en ese momento ella supo que ya no quería continuar con la relación y se lo dijo, él se salió y regresó más tarde. Ella estaba lavando jergas y Héctor trató de besarla a la fuerza, ella insistió en que ya no quería continuar con la relación; no vio venir el primer golpe, que fue en la cabeza, la cacheteó y la corrió.

Yerami cuenta que salió corriendo de la casa y estaba tan mal que no podía pensar, pasó una pareja para apoyarla pues la vieron desconsolada, pero ella no aceptó la ayuda por temor; no sabía qué hacer y decidió quedarse enfrente de la casa del hombre pues todas sus cosas estaban ahí. La vecina le ofreció un suéter, pero tampoco lo aceptó. Luego de unos minutos el hombre comenzó a marcarle varias veces, ella desvió algunas llamadas, pero se vio obligada a contestarle, “¿en dónde estás? si tú me vuelves a colgar voy a localizar al papá de tu hija y te la vamos a quitar”, le dijo a la joven.

Al encontrarla, “me pidió que me metiera a su casa que no quería que diera espectáculo con los vecinos, me metí, me rompió la camisa, me dijo que no me iba a ir con lo que él me compró; me comenzó a pegar, patear, me tiró y trató de ahorcarme con las manos. Ya me había aventado Fabuloso en la cara, me cayó en los ojos y la boca”.

Él había dejado la puerta abierta y ella escapó, en esta ocasión gritó para pedir ayuda de sus vecinos, una vecina la metió a su casa y le llamó a la patrulla. Héctor llegó a tocar la puerta, la vecina abrió y le dijo que Yerami hablaba mal de ella.

“Le comenzó a decir a la vecina: ‘Ella habla mal de ti, dice que me echas los perros, me prohíbe hablarte. Mira lo que me hizo’ y le enseño el botón de la camisa roto. ‘Ella trató de ahorcarse con un cable’”, relató la joven.

Minutos después llegó una ambulancia y atendió a Yerami, los paramédicos la valoraron y realizaron un lavado de ojos, fueron los vecinos quienes le aconsejaron que le hablara a su mamá, que hiciera las paces con sus padres, “hasta ese momento le hablé a mi mamá y lo primero que le dije fue que me perdonara”; también llegó una patrulla y la policía de género, esta última fue la que la llevó a levantar la denuncia.

“Vivimos juntos dos meses y hace tres semanas me di cuenta de que era celoso y viendo su cel descubrí que tenía una demanda y que más mujeres han vivido con él. No dije nada por miedo, me había hecho creer que estaba sola y que nadie me iba a apoyar sólo él, que la casa era nuestro refugio; él encuentra como manipularnos al estar vulneradas”.