Por cuarta ocasión, un pueblo más de la alcaldía Xochimilco abrazó a Santiago Taboada, esta vez, San Mateo Xalpa aclamaba al "güero Xochimilco", nombre que le pusieron las señoras que lo esperaban en las calles aledañas a la calle principal. Los vendedores ambulantes y campesinos llenaron los callejones del poblado, entre el tumulto, platicaron con el candidato y le revelaron que el Gobierno de Morena tenía a los comerciantes, animales y habitantes en las peores condiciones.

A diferencia de otras visitas, el reclamo más grande fue el asesinato masivo de perros en el parque Nativitas, además de otras regiones en las que se ha presentado esa problemática. Con una gran lona en la que se exhibía un canino sin estómago y varias frases que alertaban la creciente situación de maltrato animal. "Santiago confiamos en ti", decía el cartel como última alternativa de súplica.

El recorrido hacia la plaza inició tres calles antes, a un costado de la iglesia; las banderas del PAN y del PRI eran ondeadas por los tenderos de farmacias, tiendas y pequeños puestos de tacos y verduras. Ni uno de ellos se negó a hablar con el candidato, él, abierto como siempre, escuchó frases como: "vea cómo nos tiene Morena, este Gobierno no nos ha dado nada, al contrario vienen a pedir y lo que nos cobran por ponernos, es carísimo; al rato ya no podemos estar aquí, nos corren, pero no los policías, la mafia".

Mientras avanzaba, el ambiente festivo era más potente, la banda de músicos amenizaba el recorrido, la gente salía de sus casas y a manera de escolta, realizaban una valla para abrir el paso entre las angostas calles. Además, jinetes montados en caballos también acompañaban al candidato, los aplausos en el recinto crecían al mismo tiempo en el que se acercaba.

Hasta los niños se emocionaban con la presencia del candidato, varios se subieron entre los barrotes oxidados de las banquetas y decían: "ya vi al güero, ahí está, me quiero tomar foto con él".

Uno de los niños logró acercarse y al cruzar algunas palabras y saludarse, Taboada le regaló una de sus pulseras.

"Güero Xochimilco, eres bienvenido; güero Xochimilco, te quiero en mi colchón"; gritaban las asistentes. La banda resonaba más fuerte, su entrada al kiosko era similar a la de un par de novios que el día de su boda recorren un pueblo, aunque esta vez, se festejaba un cambio de Gobierno.

La banda no dejaba de tocar, el sonido era muy estridente, aunque era más fuerte el unísono del público que decía: "Fuera Morena, fuera Circe, fuera, váyanse, los vamos a sacar" y "no somos uno, no somos diez, pinche Gobierno cuéntanos bien".

Taboada comenzó a hablar e inmediatamente cuando vio la gran lona del perro descuartizado, tomó el micrófono para decir que desde el primer día de Gobierno, emprenderá las investigaciones para buscar a los responsables de los asesinatos.

En ese momento, las banderas de los partidos ondearon más fuerte, los gritos invadieron el lugar y los aplausos eran tan potentes que opacaban cualquier sonido en el sitio. "Me ganaste güero, vamos contigo", decían una señora y su esposo que observaban desde los barrotes del kiosko.

En otro momento, Taboada aludió a que durante todo el tiempo que duró el evento, no había visto a ninguna patrulla pasar en las calles cercanas, por lo que refrendó su compromiso con el candidato Gabriel del Monte de adquirir una nueva unidad por cada una que compre la alcaldía.