Metrópoli

Problemas en el paraíso; los puntos débiles de Morena en Iztapalapa

70 mil votos perdidos por el abstencionismo, algo que sólo se equipara porcentualmente con las menos relevantes Tláhuac y Xochimilco. Además, la gran reserva de votos morenistas vive una minicrisis por el reparto de candidaturas

Resultados de la elección de la alcaldía de Iztapalapa
Reparto de secciones electorales Morena/Oposición Reparto de secciones electorales Morena/Oposición (IECDMX)

Un fantasma recorre la Alcaldía Iztapalapa: es el fantasma de la división. Quizás esto haya conducido a que los discursos de la candidata Claudia Sheinbaum y del presidente del partido oficialista, Mario Delgado, se hayan centrado última y reiteradamente en los llamados a la unidad. La gran reserva estratégica de votos morenistas sigue allí y será un bastión en 2024, pero no es monolítico.

Para el cuarto de guerra morenista, la distancia que han logrado sacar a la oposición, tanto en la contienda presidencial como por la Jefatura de Gobierno (ver encuestas de Crónica publicadas este lunes y martes), ponen como primera prioridad los temas internos de la 4T y mas si pueden implicar rupturas.

En Iztapalapa el problema no es Clara Brugada, quien está sólida como abanderada de Morena para la Ciudad de México, pues cuenta con la bendición presidencial y de la candidata Sheinbaum. Incluso el tema ronda lo personal, porque es evidente que tanto AMLO como Claudia la aprecian y la consideran leal entre las leales.

Que la candidatura de Omar García Harfuch terminara fallida, no significó algo insuperable. Brugada es, en muchos sentidos, una opción excelente y el Jefe Harfuch, como se le conocía en Policía Federal, es un imán de votos a partir de su postulación al Senado de la República, así que esa herida sanó rápido.

Sin embargo, Brugada, al dejar el mando de la Alcaldía Iztapalapa esperaba que Martha Ávila, alguien que la ha acompañado en las buenas y en las malas, fuese la candidata a alcaldesa para el periodo 2024-2027. Eso no pasará, el equipo de Brugada se enteró ya muy tarde, de manera irremediable, de la designación de Aleida Alavez, otra histórica de Iztapalapa (ver entrevista de Crónica previa a su designación oficial en Morena). Aleida no es del equipo de Brugada.

Esto ha representado un atorón en la estrategia que metódicamente había trazado el equipo de campaña brugadista. No es el primer tope encontrado en el recorrido: Hay que recordar aquel evento de Sheinbaum en el Estadio Azul vacío. Hasta ahora, la única explicación plausible es que la estructura morenista, la misma que mueve autobuses a los eventos proselitistas, le hizo vacío a la exjefa de Gobierno justamente porque estaba latente la disputa Brugada-Harfuch y se sabía que el expolicía tenía el apoyo de Sheinbaum. Luego de aquel desaguisado, las miradas morenistas de suspicacia no se dirigieron a Brugada, sino hacia Martí Batrés y a la Presidencia de la República. Probablemente sin participación en aquello, lo cierto es que la figura de Brugada resaltó pues la movilización en la capital a su favor iba mucho más allá de lo que una encuesta pudiese mostrar. Y, en efecto, Brugada perdió la encuesta ante García Harfuch, pero ganó la candidatura… aunque en el proceso parece haber perdido la Alcaldía que le vio nacer y crecer políticamente.

La decisión del partido en favor de Alavez no será (ni puede) ser impugnada, pero el equipo de campaña de Brugada ha subrayado ante la dirigencia los problemas que puede acarrear la ausencia de Martha Ávila. Iztapalapa es un paraíso amlista con 1.5 millones de votantes enlistados y donde el hoy presidente hizo aquella famosa jugada Juanito-Brugada, es decir, donde el apoyo al partido del Presidente alcanza para poner y quitar alcaldes por encima de las urnas. Morena y aliados sólo perdieron 196 de 2 mil 499 casillas.

Sin embargo y de cara en una contienda reñida por la capital, Iztapalapa tiene un gran defecto: el menor índice de participación ciudadana efectiva. Así, el abstencionismo del gran bastión morenista originó 415 mil votantes en lugar de 485 mil que Morena debería lograr si la participación ciudadana se equiparara al de otras alcaldías. 70 mil votos menos que podrían extrañarse en 2024.

Además, un bastión opositor en el noroccidente de Iztapalapa sigue creciendo en la colonia clasemediera Paseos de Churubusco. Colonias como Mexicaltzingo, El Prado, Banjidal, entre otras de corte más popular, también están votando por el PAN o el PRI en número creciente. Y aún más, manchones opositores están acechando a los dinosaurios mecánicos de Iztapasauria, uno de los atractivos culturales, que junto a las Utopías fueron los símbolos de la alcaldesa Brugada.

La exalcaldesa de esta demarcación centró su precampaña en la atracción de los votantes de clase media de la ciudad y particularmente de las alcaldías que hoy gobierna la oposición. Pero se tenía planeado un paralelo en Iztapalapa para lograr un mayor número de votos. Claro, eso se pensó con Martha Ávila como candidata.

La coordinación para Aleida Alavez está por ahora bloqueada debido a que sigue el reparto de los cargos de elección popular. Una vez más, la necesidad de producir el mayor número de votos es una de las razones que el equipo de Brugada expone para que la selección de candidatos recaiga en quienes han hecho trabajo a ras de suelo con la hoy candidata a la jefatura de Gobierno. En contraparte, las diversas corrientes morenistas presentes en Iztapalapa hacen su labor para alcanzar lugares. Una vez más, los espacios disponibles parecen escasos.

El asunto está en stand-by (como dicen los gringos en estas circunstancias) y está sobre la mesa de discusiones internas en este periodo de interregno.

Así, previo al inicio de la campaña electoral en la Ciudad de México, una herida sigue abierta en la iztapalapa morenista. La división, un fantasma recién aparecido allí sobrevuela el territorio del gran paraíso morenista 

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