
A casi diez meses del incendio ocurrido en la sede del Puesto Central de Control (PCC1) del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, en el que murió una persona, el Gobierno de la Ciudad de México, la dirección general del Metro y las secretarías de Movilidad y de Seguridad Ciudadana determinaron que el personal y las tareas que realiza esta área estratégica utilicen el equipo del C5, otro de los cerebros tecnológicos con que cuenta la administración de la capital del país.
De acuerdo con fuentes cercanas al acuerdo entre las diversas dependencias, la dirección general del Metro, a cargo de Guillermo Calderón, aceptó que el PCC1, que monitorea la marcha de los trenes de las 12 lineas del STC –hoy 11, tras el colapso de la trabe de Línea Dorada– se valga de las herramientas del C5, esto con el fin de evitar nuevamente un trágico hecho como el que sucedió a principios de 2021, y del que aún no hay un peritaje contundente ni responsables del "incidente" que le causó la muerte a una elemento de vigilancia del PCC1, ubicado en Delicias, casi esquina con Luis Moya, en el Centro de la ciudad.
De acuerdo con las fuentes cercanas a esta estrategia de seguridad para los usuarios, autoridades analizan este cambio y ya se hicieron recorridos de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) para conocer el impacto del cambio de sede del llamado "cerebro" del Metro hacia el C5.
La estrategia impulsada desde el gobierno capitalino, que encabeza Claudia Sheinbaum, se determina sin que haya total transparencia respecto a lo que sucedió durante una madrugada de pandemia, el 9 de enero 2021, y del que tampoco hay responsables ni sanciones, en caso de anomalías que habían denunciado algunos trabajadores, pero donde una joven mujer, madre de dos hijos y trabajadora del área de vigilancia falleció tras buscar guarida ante el fuego que consumía el sótano del PCC1.
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