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Tras ser condenado por corrupción, la defensa alega que el exmandatario de 75 años padece “graves” problemas de salud, como párkinson y trastorno afectivo bipolar

Supremo de Brasil otorga prisión domiciliaria al expresidente Collor de Melo

Corrupción en Brasil Fotografía de archivo del 30 de agosto de 2016 del expresidente de Brasil Fernando Collor de Melo. (Cadu Gomes/EFE)

La Corte Suprema de Brasil otorgó este jueves prisión domiciliaria con tobillera electrónica al expresidente Fernando Collor de Melo, que se encontraba recluido en una cárcel de Maceió tras ser condenado por corrupción, según informaron fuentes oficiales.

El magistrado Alexandre de Moraes, relator del caso, concedió el beneficio por “razones humanitarias” luego de que la defensa del exmandatario de 75 años haya alegado que padecía “graves” problemas de salud, como párkinson y trastorno afectivo bipolar.

Alega condición de salud

La aprobación se produce tras el visto bueno de la Fiscalía General, que defendió el otorgamiento de la prisión domiciliara a Collor, afirmando que los documentos presentados por los abogados del ex jefe de Estado comprobaban la gravedad de su condición de salud.

De acuerdo con la entidad, el estado de salud de Collor de Mello podía verse comprometido “si se le mantiene alejado de su hogar y de las medidas obligatorias y protectoras que el Estado debe garantizar”.

Collor de Mello fue detenido luego de que De Moraes rechazara, la semana pasada, el último recurso del también exsenador y ordenara el “inicio inmediato de la sentencia condenatoria”, en régimen inicialmente cerrado, una decisión que fue avalada por la mayoría de los jueces que integran el Supremo.

El exmandatario fue hallado culpable por participar en una trama de corrupción en la empresa BR Distribuidora, antigua subsidiaria de la petrolera estatal Petrobras.

Según la sentencia, Collor de Mello, con la colaboración de dos empresarios, “recibió 3.5 mdd para viabilizar de forma irregular contratos de BR Distribuidora” con una tercera compañía “para la construcción de bases de distribución de combustibles”.

Collor asumió la presidencia en 1990, pero no terminó su mandato porque el Congreso decidió destituirlo dos años después en medio de un escándalo de corrupción separado del que la Corte Suprema lo absolvió en 1994.

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