
La relación entre Donald Trump y Elon Musk alcanzó un nuevo nivel de tensión. Según reportó CNN este sábado, el presidente de EU preguntó a sus asesores si el comportamiento errático del CEO de Tesla y SpaceX podría estar vinculado al presunto consumo de drogas del magnate tecnológico, con quien rompió públicamente relaciones esta semana.
“En privado, busca comprender las críticas del multimillonario tecnológico, mientras que públicamente señala que no le importa”, dijo una fuente cercana a la Casa Blanca.
Sin embargo, en declaraciones desde el Air Force One, Trump evitó confirmar directamente sus sospechas: “No quiero comentar sobre su consumo de drogas. No sé… no sé cuál es su situación”.
Choque político y personal
La confrontación comenzó el jueves, cuando Musk criticó duramente el plan presupuestario impulsado por Trump, advirtiendo que incrementará en más de 2 billones de dólares la deuda pública del país.
El empresario, quien hasta hace poco encabezaba el Departamento de Eficiencia Gubernamental, sostuvo que el proyecto del presidente “socava” cualquier intento por reducir el despilfarro estatal.
Trump respondió con un golpe directo desde Truth Social: “No me importa que Elon se vuelva contra mí, pero debería haberlo hecho hace meses. Este es uno de los mejores proyectos de ley jamás presentados en el Congreso. Es un récord”. Luego lo calificó de “LOCO”.
El conflicto ocurre mientras la vida personal y profesional de Musk está bajo escrutinio público. Hace apenas una semana, The New York Times publicó un reportaje titulado “Durante la campaña electoral, Elon Musk hizo malabarismos entre las drogas y el drama familiar”, donde se detalla un uso más intenso de ketamina de lo previamente conocido.
Musk ha admitido en entrevistas previas, como una concedida a CNN hace más de un año, que consume ketamina “bajo prescripción médica”, explicando que lo ayuda a salir de estados mentales depresivos. “Tomo una pequeña cantidad una vez cada dos semanas o algo así”, declaró entonces.
Trump, por su parte, no ha hecho comentarios sobre esas entrevistas, pero el hecho de que ahora cuestione el estado mental de su ex aliado revela una fisura que va más allá de lo político.
De Epstein a las redes sociales
La batalla también escaló en lo personal. Musk insinuó esta semana que Trump figura en los archivos del pedófilo Jeffrey Epstein, los cuales incluirían los nombres de presuntos cómplices. Aunque no ofreció pruebas, la acusación incendió el ya tenso intercambio.
“EU puede sobrevivir sin casi nadie, excepto yo”, bromeó Trump desde el Air Force One, al tiempo que aclaró que no hablará con Musk “por un tiempo”. La frase, aunque dicha en tono sarcástico, subraya el nivel de hostilidad al que ha llegado este divorcio político y personal (con información de EFE).