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EU asegura que no está en guerra contra Irán, sino contra su programa nuclear y no pretende una invasión terrestre

Irán, no es Irak ni Afganistán: ¿Por qué Trump no piensa caer en el error de Bush?

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¿Aislacionista o intervencionista? El vicepresidente de EU, JD Vance, junto al presidente Donald Trump (WHITE HOUSE / HANDOUT/EFE)

El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, y el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, trataron este domingo de ahuyentar el fantasma de una invasión terrestre en Irak o en Afganistán, que causaron casi ocho mil soldados estadounidenses muertos y un costo para el país superior a los 5 billones de dólares (el triple del PIB de México en 2024), sin contar con las más de 112 mil civiles muertos, entre iraquíes y afganos.

“No estamos en guerra con Irán. Estamos en guerra con su programa nuclear”, declaró este domingo Vance en una entrevista con la cadena NBC. El número dos del gobierno de Donald Trump aseguró que Estados Unidos no tiene “ningún interés en desplegar tropas sobre el terreno”, como ordenó su correligionario republicano George W. Bush en Afganistán, en octubre de 2001, en venganza por los atentados de Al Qaeda del 11 de septiembre de ese mismo año, y en Irak en en marzo de 2003, tras difundir el bulo de que el régimen de Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva.

Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, aseguró en rueda de prensa que el histórico ataque de EU contra el corazón del programa nuclear iraní no perseguía un “cambio de régimen” en Teherán, como si fue el objetivo en Irak —Husein fue ahorcado el 30 de diciembre de 2006— y en Afganistán —con la expulsión del poder del régimen talibán, en diciembre de 2001.

En ambos casos, la invasión fue desastrosa. Irak se hundió en una sangrienta guerra civil sectaria, que degeneró en el nacimiento de la organización terrorista Estado Islámico; mientras que en Afganistán, la guerra civil acabó con la toma de Kabul por los rebeldes talibanes, el 15 de agosto de 2021, y el fiasco de la humillante retirada de las tropas estadounidenses, con el atentado suicida que mató a 11 soldados estadounidenses, como broche final.

Estados Unidos entró directamente en el conflicto entre Israel e Irán al lanzar la noche del sábado la operación Midnight Hammer (Martillo de Medianoche), con la que bombardeó las instalaciones nucleares de Isfahán, Natanz y Fordow.

La operación, aprobada por el presidente Trump apenas minutos antes de su ejecución, incluyó el uso de 75 bombas y misiles, y desplegó 125 aeronaves, entre ellas siete sofisticados bombarderos B-2, que tomaron por sorpresa a Teherán y lograron evadir sus defensas aéreas.

El ataque se produce tras el fracaso de las negociaciones nucleares entre Washington y Teherán, y luego de que Trump anunciara que se iba a tomar dos semanas para pensar si entraba en guerra o no.

Hasta pocos días antes del primer bombardeo israelí contra Irán, el pasado viernes 13 de junio, Trump aseguraba que, bajo su mando, EU no entraría en guerra, en una clara apuesta por el aislacionismo.

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