
La inflación en Estados Unidos repuntó tres décimas en junio hasta escalar al 2.7%, lo que podría ser la primera señal de una tendencia al alza que evidenciaría el efecto inicial de la guerra arancelaria del presidente Donald Trump, quien, por el contrario, insiste en que los precios en el país son “muy bajos” y ha renovado sus peticiones de rebaja de tipos a la Reserva Federal.
El Índice de Precios de Consumo (IPC) repuntó tres décimas frente al 2.4% registrado en mayo, a tono con los pronósticos de analistas, que estiman que estos datos continuarán escalando en los próximos meses debido a la guerra comercial, cuando los dueños de negocios ya no puedan evitar pasar los costos de importación a los consumidores. El informe publicado este martes por el Buró de Estadísticas Laborales (BLS) también evidencia una subida interanual del 2.9% de la inflación subyacente, que excluye los volátiles índices de energía y alimentos.
En el repunte del 0.3% en los precios de alimentos influyeron las subidas del 1.4% de las bebidas no alcohólicas y el 2.2% del café, un rubro altamente expuesto a la relación con Brasil, al que Trump quiere imponer un 50% de gravámenes.
Según Omair Sharif, de la consultora Inflation Insights, los precios de los bienes básicos, excluyendo a los automóviles, experimentaron una subida mensual del 0.55%, la mayor desde noviembre de 2021.
Esta es una muestra de que “los aranceles están comenzando a hacer mella”, dijo a Bloomberg.
Sin embargo, los efectos más palpables de esta guerra arancelaria están por verse, debido a que usualmente deben pasar meses antes de que estos se reflejen en los datos.
Trump tiene otros datos
La Casa Blanca insiste en que estas cifras “confirman que la inflación va por buen camino” porque los datos generales anualizados son inferiores a los del año anterior.
Pero los analistas alertan que la presión sobre los precios podría acelerarse cuando entren en vigor en agosto los gravámenes “recíprocos” de entre el 20 % y el 40 % con los que el republicano ha amenazado a sus socios comerciales.
Las cifras de junio afianzarían la posición de cautela que ha tomado la Reserva Federal (Fed) sobre una futura reducción de los tipos de interés, que se mantienen en un rango del 4.25 al 4.5% desde el recorte de diciembre de 2024.
Presión sobre Powell
El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha insistido en que el organismo se mantendrá atento a la marcha de la economía antes de decidir sobre las tasas, aunque ha vaticinado “una o dos bajadas” antes de que finalice el año.
No obstante, esta precaución ha chocado con la presión de Trump, que este martes redobló sus exigencias a la Fed para que rebaje los tipos en al menos tres puntos.
“La Reserva Federal debería recortar las tasas en tres puntos. La inflación es muy baja. ¡Se ahorraría un billón de dólares al año!”, insistió el republicano.
Trump insiste en las bajadas en mensajes casi semanales a Powell, al que también acusa ir “demasiado lento” en cuanto a las tasas, con lo que “degrada el crédito de Estados Unidos ante las subidas en la bolsa de valores”.